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A Rusia se le hacía hartante comer solo y ahora se le hacía aún más agotador comer con demasiada compañía molesta.

Lo hicieron comer con las colonias y no podía ver nada positivo con respecto a eso porque estaba al lado de unos sujetos que consideraba realmente molestos.

Y eran México, con Argentina y Chile. USA por su parte era el más tranquilo en esa mesa, y lo miraba de reojo de vez en cuando.

¿Por qué diablos me mira?— se decía Rusia mentalmente.

En cuanto a USA por impresión se dió cuenta de que era más importante de lo que parecía, ya que tenía aires de sentirse superior al resto y eso lo confirmo cuando lo hizo moverse a otro asiento.

La puerta se abrió y se vio la figura de España entrar y a su lado Colombia; el argentino casi salta de su asiento, pero se contuvo porque no era prudente.

El español buscó con la mirada a Rusia— venid con conmigo un momento chico.

Rusia se levantó y Colombia había dado un paso al frente para entrar, si no es que España lo detiene.

— Espera, que aún necesito hablar contigo Nueva Granada.

Entonces se llevó a los dos menores hasta la planta alta en donde estaba su lugar de trabajo. Le pidió al colombiano quedarse parado y a Rusia sentarse en en asiento al frente de él.

[...]

Francia aprovechó que Reino Unido no estaba y desayuno a solas con Canadá. El canadiense se sentía incómodo cada vez que Francia le pedía pronunciar una palabra en francés.

Tomó la cuchara más pequeña y tomó un poco de pudin, Francia guío la cuchara a la boca del menor como sí de un bebé se tratará y se la dió.

Perú ingreso a esa sala, ya que Francia le pidió traer unos panecillos y quedó perpleja al ver esa escena.

— Ya estoy lleno— dice Canadá por quinta vez y por quinta vez fué ignorado nuevamente.

— Ow, aún faltan los pasteles— dice Francia, mira a Perú con una mirada inquitante primero que nada porque no golpeó antes de entrar, segundo para que se moviera y está se acercó.

Canadá se acabó de dar cuenta de su presencia y se sintió más que apenado por que lo encontrará en esa situación. Entonces se sonrojó y miró al florero de al lado.

— Dehors — ordena Francia a la peruana.

Y está hizo caso, una vez afuera se dirigió con el resto. La peruana no era tonta como para no darse cuenta que pasaba y le pareció increíble que una señora que se autoproclamaba con clase, estuviera haciendo eso.

A su lado pasó Panamá y le tocó del hombro al verla tan distraída.

— Estás bien?— pregunta  y la peruana reacciona.

— Ah?... Si, si, estoy bien. Y tu, no estabas limpiando con las demás?

— Madame Francia tiene un vestido arriba, me ordenaron a qué lo limpiara y también quieren que peine todas sus pelucas.

Virreinato del Perú asintió en modo de comprender. Era la tarea más hostigante, primero, que al ser que son vestidos muy bombachos y con demasiada tela uno luchaba con el vestido para limpiarlo; segundo, las pelucas siempre estaban enredadas y era una licha mantenerlas presentables.

— pobre de ti, bueno... me voy supongo— dice Perú con un ademán y ambas continuaron hacía sus destinos.

La panameña subió hasta la última planta y abrió la puerta con la llave que le prestaron. Suspiro con cansancio al ver todo lo que tenía por hacer.

「ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」Onde histórias criam vida. Descubra agora