｢ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」

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A la mañana siguiente, las colonias que venían de norte a sur retomaron el recorrido, fue una buena noche así que se sentían bien descansados. Por otro lado las otras colonias que se dirigían en dirección al occidente norte buscaban la casa que les decía Colombia.

Pero ya iban muy enojadas y agotadas porque no habían descansado ni un poco.

— ¿Seguro que sabés a dónde vamos?— pregunta US irritado y con ganas de tirarse en cualquier lado para dormir.

— Si— dice Colombia igual de cansado pero se aguantaba— ya falta poco... Espero— susurró esto último

— Ya no aguanto más— dice Cuba— tengo mucho sueño, quiero matar a todos.

— ¡¡ya wey!!— reclama México— has dicho eso desde que salió el sol.

Cuba restriega sus manos por su cara y luego menciona— voy a agarrar una roca y le voy a romper la cabeza a todos.

— De pana, ahora me preocupa que Cuba no duerma, ¿ya llegamos?— pregunta Venezuela y Colombia irritado contesta con un simple

— No...

— ¿Ya casi llegamos?— insiste Venezuela.

— Noo...

— ¿Ya casi, casi llegamos?

— Qué no!

— Y voy a prender en llamas a todos esos árboles, tan solo, una llamarada por ahí, otra por allá van a ver....— dice el cubano con los ojos entrecerrados y un tono ligero de amenaza.— los mato a todos

Argentina quién iba al lado de Cuba, era el único que tenía un buen humor por el rato y hablá— Cubito, ¿en serio querés morir quemado?

— Si— responde sin pensarlo mucho— hasta las rocas les voy a prender fuego vas a ver.

— ¿Ya llegamos?— insiste Venezuela y Colombia vuelve a repetir.

— ¡No!

— ¡Sí ninguno de ustedes se calla le voy a ayudar a Cuba a prender fuego!— dice Paraguay alterado en cuya espalda venía Bolivia recostado con los ojos cerrados pero despierto porque seguía caminando.

— ¡Bueno ya!— dice México intentando calmar las aguas— nadie va a prender fuego a nada y ya casi vamos a llegar.

Pero Colombia tenía algo para decir.

— Eso es todo, no tengo idea para dónde vamos— y se detuvo toda la caravana que lo seguía— ni donde estamos.

— ¿Estás de broma?— dice México empezando a enojarse y empezando a considerar la idea de Cuba.

El colombiano se rasca la cabeza y responde— bueno... Creo que nos pasamos, pero no estoy tan seguro...

Un quejido y reclamó se escuchó del resto. El estadounidense hizo lo primero que le llegó a la cabeza, echarse a dormir al lado de una piedra y así le siguieron el resto que necesitaban urgente un descanso.

Bueno, todos menos Venezuela que no tenía tanto sueño y prefirió que fuera así. Por lo menos estaría pendiente de sí algo había en los alrededores mientras todo el mundo descansaba, como un ángel guardián.

[...]

La supuesta Francia apareció de la nada, tranquila ignorando las preguntas de dónde estuvo este tiempo. Estaba en el palacio donde mantenía a las colonias que le quedaban y las reunió en fila.

Republica dominicana, sentía que había algo muy raro con esta Francia, así que la miraba con los ojos entrecerrados porque algo no iba bien.

Le hicieron el recuento de los nombres de las colonias hasta llegar a la mayor.