Lara

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Habían pasado dos días, Valentina estaba sentada en su sofá, y tomó el libro que había estado leyendo Lara, lo observó y recordó que cuando lo leyó la primera vez no pudo parar, igual como le había pasado a ella. En ese momento pensó en el buen momento que habían vivido, y sintió el deseo de verla nuevamente. No lo dudó más, buscó la tarjeta y la llamó para invitarla a un café.

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Valentina y Lara estaban sentadas en el sofá frente al TV, la velada en el café había sido muy productiva, se habían conocido mejor y Valentina supo que como había pensado estaba ante alguien muy especial.

- Lara, Sabes por que te invité a salir nuevamente? - preguntó Valentina a Lara mientras se acomodaba en el sofá para quedar frente a ella.

- No sé, por qué? - contestó mostrando gran interés.

- La pasé de lo mejor la otra noche. Y quería vivirlo de nuevo. Contigo siento que es diferente. Definitivamente no eres una mujer común.

Valentina hablaba lento, tenía mucho que decir y no quería que fuera malinterpretado. Tenía miedo. Miedo de que nacieran sentimientos a la ligera fruto de esa atracción nacida primero en Lara y ahora en ella. Tenía miedo de la necesidad del alma. Las del cuerpo las sabía satisfacer a plenitud.

Valentina siempre caminó sola y a su aire. Había tenido una relación con Juliana que no se había logrado bien. Eso la había marcado. Y ahora tenía a esta mujer a la par de ella bella físicamente, y sensible, enervante, placentera.

- Lara, no sé como decirte esto- dijo Valentina hondamente.

- Solo habla yo te escucharé- contestó Lara viéndola con una mirada comprensiva y apartando su cabello que caía sobre su rostro. Valentina prosiguió con su relato.

- Yo soy una mujer que ha vivido intensamente, siempre a mi manera. En mi vida yo he puesto mis propias reglas.

Lara la escuchaba atentamente, no la interrumpía. Sus dedos se introducían en la castaña cabellera de Valentina acariciándola.

- De un tiempo para acá he marginado mis sentimientos. Pero tú eres una mujer especial, y me da miedo que ya no pueda seguir marginando mi sentir. Debes saber que lo que más estimo es la sinceridad, por eso necesito aclarar esto. En este momento yo no quiero ataduras, ni compromisos- Su voz era más tenue cada vez- una relación no te puedo ofrecer, pero podríamos seguir viéndonos, a mi me gustaría. Pero no quiero complicaciones, el hecho que nos acostemos no significa que ya es una relación. Soy libre y pretendo seguir siéndolo.

Lara la observó detenidamente, acarició su rostro y con voz tenue le respondió,

- Valentina, yo no estoy pidiendo una relación, es muy pronto para eso.

- Lo sé. Pero quiero que sepas quien y como soy. Solo quiero que conozcas mis antecedentes.

- Agradezco tu sinceridad, y de verdad la aprecio mucho- Lara tomó su rostro entre sus manos y la vio a sus ojos profundamente- después de éstas aclaraciones podría ya darte un beso?- preguntó Lara acercándose sin apartar su mirada de sus ojos.

Valentina sonrió, asió su mentón y buscó su boca con la suya, deslizó su lengua. Un beso apretado, profundo.

No hubo más palabras intercambiadas. El beso se prolongaba deleitoso y placentero. Sus cuerpos se llenaron de un profundo calor, un loco deseo y se desvistieron admirando sus cuerpos.

Valentina la jaló hacia sí, la apretó fuertemente y Lara gimió de placer por el contacto de sus cuerpos. Los labios de Valentina se detuvieron en el cuello de Lara, y deslizó su lengua de arriba a abajo, dejando un trayecto de escalofríos por su recorrido. Lara movía su cuello y con ello Valentina podía percibir el delicioso olor que emanaba de su cabello y su piel.

Valentina se detuvo un momento y sus miradas se conectaron, hubo destellos de pasión en ellos. Luego esa mirada intensa se posó en los labios y nuevamente se juntaron para iniciar un beso, cerraron sus ojos y se entregaron al disfrute de ello, sus labios se sincronizaron perfectamente, dando suaves succiones y mordiscos. Sus lenguas exploraron con ahínco sus cavidades. Mientras lo hacían suaves gemidos de placer se escapaban de sus bocas.

Esta vez fue Lara quien detuvo el beso para deslizar sus cálidos labios por el cuello de Valentina. Recorrió la tibia piel con su boca entreabierta, dejando lamidas por su paso. Valentina arqueaba su cuello de placer. Lara movió su pierna para rozar con suavidad su centro que ya estaba humedecido por el deseo. Lara la tenía abrazada por la cintura, ascendió sus brazos para luego atrapar sus senos y acariciarlos. Su toque eran descargas eléctricas placenteras que se distribuían por toda su anatomía.

El deseo las inundaba necesitaban más contacto, sus cuerpos se anhelaban por lo que Valentina la fue empujando hasta llevarla a su recámara. Ahí cayeron echas un nudo.

Valentina se colocó sobre ella y comenzó a acariciar y besar sus senos. La presión que ejercía era perfecta, así como las succiones y lamidas que daba a sus pezones. Los jadeos de satisfacción de Lara era una erótica música en los oídos de Valentina. Era increíble como al escucharla su centro palpitaba de excitación. Valentina supo que si sus jadeos se aceleraban podría llegar al orgasmo sin siquiera haber tenido un estímulo directo.

Lara rodeó la cintura y la hizo voltearse quedando ella ahora arriba, besó nuevamente sus labios para luego pasar por sus lóbulos y bajar hasta su clavícula dejando una sensación ardiente en su piel. La pilo erección demostraba lo que sus caricias despertaban en Valentina.

Valentina colocó sus manos en el derrière de Lara masajeandolo y enterrando sus uñas, un gemido ahogado se escapó de la boca de Lara que excitó más a Valentina quien separó sus piernas para que Lara se acomodara y acoplara sus centros que encajaron a la perfección, Lara comenzó a moverse, a frotarse lentamente, sus centros totalmente humedecidos disfrutaban de ese voluptuoso vaivén. Sus  manos no dejaban de acariciarse, Valentina atendía el derrière y espalda baja, y Lara recorría con sus dedos los senos y abdomen de Valentina.

Los movimientos de Lara eran constantes, llevaban a Valentina a un punto en el cual contenía su deseo de explotar,

- Lara, me enajenas por completo! - musitó entre jadeos Valentina.

Y levantó sus caderas para incrementar la fricción, sus movimientos se volvieron más rápidos, impetuosos, vehementes. Sus jadeos se aceleraron, y sus cuerpos sintieron que una explosión las recorría, la explosión que conlleva el alcanzar el clímax. Lara pegó su frente contra la de Valentina, se vieron profundamente mientras sus respiraciones lentamente volvían a la normalidad, después quedaron laxas y relajadas disfrutando de ese momento que habían vivido.

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Aquí les dejo dos por el día de hoy. Esperen las próximas actualizaciones en una semana. Saludos!!!

Soy como quiero ser (Terminada)Where stories live. Discover now