Tregua

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Valentina estaba llena de ese sentimiento que no le hacía bien a su alma, pero también de un gran amor que nunca se desvaneció a pesar de los infortunios. Se levantó y dio unos pasos, no pensó mucho, solo se dejó llevar, se paró tras de ella, percibió el aroma que se desprendía de su cuello, la rodeó por su cintura. Fue un movimiento inesperado para la pelinegra, pero muy placentero. Su aliento... despertaba tanto dentro de ella.

- Juls, dime como se finge lo que de verdad se siente?- musitó Valentina en su oído, haciendo estremecer a Juliana, fue una descarga eléctrica que bajó hasta su espina lumbar- No puedo fingir, porque el amor que siento por ti es real, no estaría mintiendo. Ese mismo amor sigue ahí, a pesar de todo el daño- una réplica más intensa las sacudió y ambas cayeron al piso, Juliana se dio una vuelta y quedó encima de Valentina, después de sus palabras no pudo evitar buscar sus labios con tenacidad y los encontró, besándolos con intensidad, la besó una y otra vez, con ansiedad febril.

Valentina no pudo rechazar esas caricias y correspondió con rabia, placer y ternura! Todo se entremezclaba en ese beso. Por un momento, al inicio intentó liberarse, luego quedó inerte, rendida. Valentina ya no hizo nada más.

- Val, Yo te sigo amando!- sus ojos nublados, una mirada muy significativa. Valentina sintió la sinceridad de sus palabras, al ver esa esa expresión de amor sublime, esta vez ella inició el nuevo beso, que fue hondo y apasionado. La besó hambrienta y desesperada buscando saciar el hambre de sus besos.

- Nunca he dejado de amarte Juls! Nunca! Pero me hiciste mucho daño! Yo daba mi vida por ti!- exclamó Valentina con voz ronca.

- Lo sé! Y no me lo perdono! Solo por este momento volvamos a ser las que un día fuimos- otro temblor se sintió, pero Juliana ya había perdido el miedo, estar en sus brazos y en su pecho, la fortalecía- Val esto no pinta nada bien. Quizás es nuestro destino morir juntas.

Por un momento se olvidaron de los temblores, los rencores... de todo aquello que había empañado su amor.

Y en ese  instante volvieron a ser las de antes, Valentina la apretó contra ella. Buscó su boca para iniciar otro beso, y sin separar sus labios balbuceó,

- Tanto tiempo esperando este momento y padeciendo a la vez las penas del infierno.

Juliana calló la boca de Valentina y la besó muchas veces, besos que eran suspiros de ansiedad incontenible.

- Dios! casi siete años sin besar tu boca a como se debe! Un beso real, no uno robado- susurró Valentina.

- Si superamos todo nos vamos a resarcir, Val!- dijo emocionada Juliana.

- Juls! Esto es una tregua por la situación en que estamos! Si esto no pasa a más...

- shhhh! No digas más! Déjame demostrarte que te sigo amando! Eso lo veremos después! Ahora vivamos por si es  nuestro último día.

- Si salimos de aquí, esto no pasó ok?- pidió Valentina- todavía...

- No, Val! No te preocupes! Te daré tu tiempo, sanaré tus heridas, te voy a re enamorar. Vas a regresar a mi porqué sabrás que nunca más te lastimaré. Voy a luchar! Si no te había buscado es por el estado de salud de tu papa! No quería agregar más stress a tu vida.

Valentina ya no habló más, no supo si era correcto lo que hacía, no lo pensó. Tantas réplicas había sentido que realmente pensó que el edificio a pesar de lo moderno podía sucumbir. Esa fuerza sobrenatural llamada destino las seguía reuniendo.

- Necesito hacerte el amor, Val! - Juliana deslizó su lengua explorando la boca de Valentina, engolosinandose de placer, mordió y chupó sus labios, y mientras lo hacía dejaba escapar sonidos que denotaban el placer que estaba viviendo. Las manos de Juliana, sus dedos tenían memoria, la blusa que llevaba Valentina facilitaba el acceso a sus pechos y dejando un rastro de placer, se escabulleron para encontrar sus pechos que ya estaban erectos, bajó el brassier y con prisa chupó y lamió el pezón,

- Val, separa tus piernas- pidió muy excitada, Valentina jadeaba por el placer, la falda de su traje era propicia para que Juliana la pudiera explorar. Al deslizar su mano dentro de la braga, Valentina gimió y Juliana pudo sentir cuán mojada estaba. Sin perder tiempo deslizó dos dedos dentro de ella, entrando y saliendo mientras su dedo pulgar frotaba su clítoris. Las caderas de Valentina se alzaban para disfrutar más del roce. Valentina rodeó el cuello de Juliana y jadeó con fuerzas en su oído, mientras sentía que estaba por explotar de placer.  Sus jadeos eran fuente de placer para Juliana que con sola oírla su centro palpitaba desenfrenado.

- Val, no te reprimas! Dámelo!! - dos embestidas más y Valentina se corrió. Juliana no pudo aguantar el deseo y sólo levantando su falsa se acomodó en su entrepierna y se frotó con insistencia para así también ella alcanzar su orgasmo. Quedaron tendidas por un momento. Sin hablar, solo abrazadas. Luego en silencio se sentaron, sus miradas se cruzaban entre sí, pero ni una palabra profanó ese diáfano momento silencioso.

Un ruido fuera de la cabina se escuchó, y repentinamente la puerta del ascensor se entreabrió , de inmediato ambas se levantaron, un hombre les explicó,

- El ascensor se atascó, nosotros no podemos hacer nada pero ya llamamos al rescate. No se preocupen señoritas. La cabina debe moverse solo un poco y abrirá la puerta por completo.

Ambas asintieron, y se sentaron sin cruzar más palabras.

Sus manos extendidas en el piso, se rozaban lentamente en una tierna caricia. Al igual que de la caja de Pandora habían salido todos los males, quedando solo la esperanza. Sin decirlo ambas supieron que en sus corazones todavía habitaba la esperanza y que quizás un futuro en conjunto todavía era viable para ellas.

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El último de esta semana!

Soy como quiero ser (Terminada)Where stories live. Discover now