Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
Me tiré a la cama frustrado, Alessia estaba en la parte de abajo mientras que yo me quedé en la habitación.
Estaba demasiado confundido, debía dejar las cosas en claro, con Alessia solo quiero sexo, solo eso.
Salí de la habitación ya vestido. Bajé, Alessia estaba sentada en el sillón. En cuanto me vio se levantó y caminó hacia la puerta.
—Me tengo que ir —caminó hacia la puerta para abrirla, reaccioné rápido y puse mi mano para impedirlo.
—No, espera.
La atraje hacia mí, quedando a una corta distancia y aún así ella nunca me miró a la cara.
—¿Qué? —su tono de voz había cambiado.
—Tenemos que hablar —suspiré.
—Si lo se, esto esta mal, tu estas casado, no te preocupes, no se volverá a repetir —levantó la cara para mirarme.
—No... A eso no me refería, lo podemos repetir, claro si tu quieres —pregunte, quizas las cosas con Sunshine ya no tengan remedio.
—Pero... —expresó confundida.
—Amo a mi esposa —alzó la ceja— Pero me gusta estar contigo.
—En la cama —completó en un suspiro bajando la mirada otra vez.
Me sentía mal, no era al cien por ciento, me había encantado tener sexo con ella, y aunque sólo ha sido una vez, me sentía a gusto con ella, era divertida y me entendía.
—No del todo —tomé su cara con mis manos— eres una chica muy divertida y me gusta pasar el tiempo contigo, pero... También en la cama.
—Eres un cínico —tenía que cagarla como siempre.
—No lo tomes a mal.
—Y ¿Cómo quieres que lo tome? —arrugó la naríz.
—Cómo algo nuevo, algo excitante... Una aventura —beso la comisura de sus labios.
—¿Amantes?
—Si, amantes —tomé su cintura y la cargué, sus pies se enredaron con mi cintura.
—Esto está mal —negó— me siento culpable.
—¿Por mi esposa? —el decir esposa me dejaba un mal sabor de boca, ¿Por qué? Ni yo lo sé.
—Si, ella no se merece esto
—Talvez... Pero no se enterará —besé su cuello y la abracé— , el deseo me consumío esa noche y quizá no me creas pero no siento culpa.
—Lo pensaré —dijo en voz baja, me hizo una seña para que la bajara.
—Lo podemos hacer arriba en este momento, para que te termine de convencer —mordí sus labios, me había vuelto un adicto a ellos.
—Se que lo haremos... Pero esto está mal.
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Editado ✔️
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