Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
«¿Cómo se conocen?» «¿Tendrá algo que ver con Sunshine?»
No, no me iba a quedar con la duda.
—¿Cómo lo conoces? —pregunté bajito— ¿Vamos a un hotel?
Me miró y a la vez me dedico una sonrisa nostálgica.
—Al parecer no —evadió la primera pregunta— ,iremos con mi familia.
«¡No!»
—¿Hace cuanto no los ves?
—Años... Es una larga historia.
—Cuéntame, tengo todo el tiempo del mundo —sonreí.
—Desde hace varios años, todo gracias a mi padre, si, el me ha ayudado a tener todo lo que tengo ahora, pero también me ayudó a ganarle rencor —se tensó.
—¿Por qué? —tenía que sacarme de la duda.
—Mi padre, nunca estuvo de acuerdo con que me casara con Sunshine —«¿Y quién si?»— ,creía que era un adolescente con hormonas revueltas y nada más.
—¿Crees que sea cierto? —pregunté.
El sólo desvío su vista hacia otro lado.
—No lo se, quizá un poco, pero aún estoy muy resentido con el y también por otras cosas, por eso no quiero verlo, pero al parecer esta tan pendiente que supo que vendría —acarició mi mano.
—Tal vez quiere arreglar las cosas —traté de animarlo.
—Eres tan inocente —sonrió— personas como el nunca dan a doblar su orgullo, tal vez solo quiere humillarme más.
—Pero es tu padre —lo interrumpí— no creo que el sea...
—Creeme que si —suspiró.
—Llegamos —anunció Marco.
—Gracias marco.
Salió para luego ayudarme a bajar, luego ayudó a Marco con las maletas. Observé a mi alrededor, era una mansión color blanca, muy bien cuidada, y muy fina y elegante, entramos al jardín principal, era muy lindo, lleno de todo tipo de flores, subimos unos escalones con detalles a mano en mármol, llegamos a la puerta, Christopher soltó un gran suspiro y se tensó aún más. Tomé su mano, la cual apretó, sus nervios podrían notarse a kilómetros. Y por fin tocó el timbre. Una señora de edad grande abrió la puerta.
—¡Joven Chris! Es un gusto volver a verlo, ha pasado tanto tiempo.
—¡Ana! —saludó energético.
—Pasen.
Se hizo a un lado, por lo que entramos. Era aún más grande y espaciosa por dentro.
—Ana, ¿Quién era? ¡Oh por dios! ¿Chris? ¡Christopher! —dijo alguien a nuestras espaldas.
Volteamos, una linda pequeña corrió hasta el y se abrazaron por varios minutos.
—Por dios, ¡Estas tan enorme Susana!
—Y tu estás más feo —bromeó.
Pronto otras dos niñas se unieron al abrazo. Leslie y Lucía eran sus nombres.
—Falta una, ¿Dónde está C...
—Aquí estoy tonto —dijo apareciendo por las escaleras.
—¿Camila?
Se abrazaron tiernamente y no pude evitar sonreír.
—¿Quién es ella? —pregunto Lucía.
—Ah, lo siento, ella es...
—¿Tu novia? —su padre apareció de no se dónde mientras lo veía sonriendo— sabía que recapacitarías hijo.
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Editado ✔️
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