Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
Las niñas miraban a todos lados emocionadas. Subimos a casi todos los juegos, entramos a la casa del terror, comimos golosinas y por último Christopher les compró algodón de azúcar a cada una.
—¿Podemos subir? —Camila preguntó señalando la montaña rusa.
«Mierda»
Le tenía pánico a las alturas.
—¡Claro!
—Ni creas que me subiré —solté su mano y retrocedí sintiendo como el pánico comenzaba a invadirme.
—Oh porfavor, ¡Se ve divertido! Hace mucho mucho que no vengo a un parque.
—Bien por ti, pero yo no voy a subir.
—¡Por favor! Ale... Haré todo lo que tu quieras, pero súbete porfavor.
—¿Lo que yo quiera?
—Lo que quieras.
—Lastima que cuando digo que no, es no. No me voy a subir y es mi última palabra.
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—¡Me quiero bajar! —grité asustada.
—¡Ves! ¡Ésto es divertido!
—Divertido va a hacer cuando te tenga como mi esclavo y créeme no será nada sexual —logré decir.
«¡Me voy a morir!»
—Disfrútalo —logró besar mi mejilla.
—Disfritili —lo remedie aguantando las ganas de vomitar.
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