Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
Llegamos a mi departamento, Zabdiel observaba todo, tal y como Christopher lo hizo.
—Ponte cómodo —sonreí— me iré a cambiar.
—Esta bien, gracias.
Corrí hasta mi habitación, me bañé en cuestión de minutos, salí envuelta en una toalla de baño, me dirigí hacia mi armario donde saqué todo tipo de ropa, desde shorts hasta pantalones, no sabía a dónde íbamos, salí de mi habitación. Grave error. Zabdiel estaba en el pasillo, me volteo a ver y se sonrojo.
—¿Vamos a un lugar formal? —logré articular con la cara ardiendo de vergüenza.
—Pues... Vamos a... A un restaurante muy lindo —bajó su mirada.
—Amm... Ok.
Volví a mi habitación. Opté por un vestido rosa pastel, algo corto pero no demasiado y unos tacones a juego, me quité la toalla de la cabeza y lo dejé suelte, luego lo cepillé, me maquillé ligeramente y por último me puse un poco de perfume. Después de casi 40 minutos estuve lista.
—¿Nos vamos? —pregunté saliendo de mi habitación.
—Si claro, vamos, por cierto, te vez muy hermosa.
—Gracias —sonreí.
Salimos de mi departamento, después de un rato llegamos un restaurante que al parecer era muy elegante y refinado.
—¿Cómo te ha parecido el trabajo? —preguntó ya en nuestra mesa.
—Bien —no se porque comencé a sentirme en un interrogatorio.
¿Cómo se supone que tengo que actuar cuando Zabdiel ya sabe sobre Christopher y yo? O bueno lo sospecha.
—Muy bien —su sonrisa me recordaba a mi mamá cuando estaba a punto de regañarme.
—Si —me removí en mi silla incómoda.
—He notado que te llevas muy bien con el señor Vélez, debo decir que eres la secretaria que más ha durado y la que mejor se lleva con el —tomó de su copa de vino.
—¿Ah si? —traté de sonar despreocupada.
Sentí una mirada. Volteé a todas partes, y vaya, mi nerviosismo aumentó al verlo allí, sentado en una mesa de la esquina, Zabdiel quedaba a sus espaldas y por eso no lo notó, yo por el contrario estaba de frente.
—Si, al parecer eres demasiado buena —su sarcasmo no daba mucho de que hablar.
—¿De qué hablas?
—Alessia, respondeme algo... Christopher y tu... ¿Son amantes?
Mi cara palidecío.
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Editado ✔️
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