La amante ||C.V|| Sin Editar

Capítulo 86

//Christopher Vélez//

Salimos del elevador tomados de la mano, me encanta hacer esto y más en público, más que nada para demostrarle a Alessia que no me importa lo que digan los demás.

—Bueno... ¿Almorzamos juntos?

—Amm... ¿Puede ser mañana? Es que... Fátima y yo quedamos de almorzar juntas ya sabes, para... Para ponernos al corriente —contestó.

La sentí un poco nerviosa, ¿Me estaba ocultando algo?
Bueno tal vez esta nerviosa por cómo iba a reaccionar. Decidí restarle importancia, y pronto recordé otra cosa.

—Bien, pero mañana no te salvas —la besé— ¿Aún somos casi novios?

Ella rio. Amo su risa.

—Si.

—¿Por qué? Ya no estoy con Sunshine.

—Porque aun están casados, ¿Ya firmaste el divorcio? —preguntó divertida.

Negué ante sus preguntas.

—Hasta entonces, sigo siendo la amante.

—Eso sonó como a una telenovela —dije riendo.

—Ya vete —bromeó— tienes cosas que hacer.

—Ya que.

Volví a tomarla de la cintura y la besé, luego de unos minutos nos separamos y me fui a mi oficina.

~~~~~~~~~~~

—¿Pasa algo amor?

—Eh... Johann quiere hablar contigo, creo que no es nada bueno.

—Esta bien, que pase.

Segundos después Johann entró con unos papeles en mano.

—Buenos días —dijo cortante, nada típico de el.

—¿Qué sucede Johann? ¿Qué son esos papeles? ¿Malas noticias?

—Bueno... No se si lo sean, al menos no para todos —suspiró.

—¿De qué se trata? —le hice señas para que se sentará y este acotó la orden.

—Esta, esta es mi carta de renuncia —dijo dándome los papeles.

Lo miré completamente sorprendido.

—¿Qué? —pregunté sin poder creerle.

—Si, ya no trabajaré más aquí.

—¿Por qué? —pregunté sin entender aún.

—Todo está aquí —me entregó una carta.

Suspiré.

—Ya he sacado todas mis cosas.

Antes de que pudiera hablar, Johann ya había salido de la oficina.
Suspiré de nuevo y comencé a leer la carta...

//Alessia Cruz//

—Necesito que me cubras.

—¿Qué? ¿Por qué? —Fátima preguntó.

—Porque... Necesito salir a hacer unas cuantas cosas, y no quiero que Christopher se entere.

Me miró confusa.

—¿De acuerdo? —aceptó aún dudosa.

Suspiré. Le agradecí para después salir de la oficina.

Al salir a la calle me encontré con un auto color negro, un Audi más exacto.
Un chico rizado me esperaba afuera.
Sonreí.

—Hola —saludé.

—Buenas tardes preciosa.

Me sonrojé.
Me abrió la puerta del auto, me subí por supuesto, por lo consiguiente el también subió, luego encendió el auto y comenzó a conducir...

~~~~~~~~~~

—¿Qué vas a pedir?

—Amm... Un capuchino y un pastel.

—Bien, iré a pedir, podrías ir a apartar la mesa —dijo sonriendo.

Asentí.

Caminé hasta una mesa alejada y pegada a la ventana.
Bufé.

«¿Habrá sido mala idea haber venido?»

Levanté mi mano para que Joel me viera, sonrió cuando me vio.

—Aquí tienes —me entrego mi orden.

Agradecí. Joel se sentó, comenzamos a comer y hablar.

Me sorprendí al saber que tenía 25 «Se veía mucho más joven» y tenía tres hermanos más, así como también era dueño de su propia empresa, la cual era petrolera.
De un momento a otro Joel se había cambiado de asiento y estaba a lado mío. No me quejé. Era divertido estar con él, era muy alegre y siempre tenía algo que decir, las horas pasaron tan rápido, debía admitir que me la estaba pasando muy bien.
Cada vez nos íbamos acercando más y más, hasta que, los labios de Joel chocaron con los míos...

Me quedé inmóvil unos minutos sin saber que hacer pero una voz interrumpió haciendo que ambos nos separaramos muy rápido...

—¡¿De que se trata esto!?

Mis nervios aumentaron al mil.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§