Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
—No, no, no me dejes así —dijo rápido— Ale, estoy que reviento.
—Lastima.
Mordí mis labios, en vez de ponerme la ropa se la aventé haciendo que cayeran en su abdomen.
—No me hagas esto —rogó.
—No —me acosté alcanzando la sábana.
—Ale...
—Buenas noches Chris —me dí la vuelta dispuesta a dormirme.
—No te duermas —amenazó.
—Ay lo siento, estoy cansada.
—Maldita —gruñó, reí.
—Buenas noches mi amor.
Luego caí en un sueño profundo.
//Christopher Vélez//
Suspiré. Habían pasado alrededor de cinco minutos desde que Alessia se había dormido, mi erección no bajaba y necesitaba liberarm. Con todas mis fuerzas jalé las esposas, las cuales se desprendieron de la cama, aunque no de mis manos. Bueno había sido un avance. Con cuidado me levanté de la cama y salí de la habitación, tenía una inflamación que bajar...
//Alessia Cruz//
Me levanté frustrada por el sol que daba en mi cara, volteé sonriendo esperando encontrarme con Christopher, pero mi sonrisa desapareció al ver que no estaba. «¡Mierda!» Me levanté, lo que quedaba de mi ropa ahora estaba en el suelo, bufé, del armario de Christopher saqué una playera cualquiera y me la puse. Tenía miedo, y cada segundo miraba la puerta, no quería que Chris entrará, me sorprendiera y me amarrara o quisiera hacerme algo como venganza.
—Buenos días —entró a la habitación sonriendo.
Pegué un brinco espantada.
—¿Cómo mierda te libérate?
—Si supieras cuán excitado me dejaste anoche.
Comenzó a caminar hacia mí y por instinto retrocedí.
—Me dejaste con muchas ganas —sonrió malicioso.
—Yo... Am...
Siguió avanzando.
—Aún tengo las esposas —mostró sus manos— y sabes... No he podido dormir.
—Amm...
—Quería dormir abrazado contigo.
—Bueno tenía que vengarme —sonreí nerviosa.
—Y me gusta, pero ya puedes desamarrarme.
—Me gusta que estés así —confesé.
—Alessia...
—Christopher...
Bufé, pero fui por las llaves, me acerqué y se las quité. Aventó las esposas junto con la llave, mientras se sobaba sus muñecas.
—Esto te va a costar.
No me dio tiempo de correr, porque me cargó. Lo único que podía hacer era gritar.
—¡No! Christopher no, por favor, no más venganzas, lo prometo —ahora yo era la que rogaba.
—Lo pensaré —sonrió— pero mientras...
Y... Nos metió al baño.
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