Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
—Y no quiero nada relacionado con sexo —tomó mi mano de nuevo— como te dije, eres la única con la que puedo bromear, contarle cosas sin que me juzgues y cuando te alejaste dejaste ese enorme vacío.
Reí irónica. «¿Es en serio?»
—¿Y tu esposa? —pregunté sarcástica, no, yo no sería su plato de segunda mesa, no de nuevo.
—Es algo más reservada —suspiró— , y tú eres todo lo contrario.
—¿Entonces solo seremos amigos?
—Solo amigos —aseguró.
—Bien... Nos llevaremos bien, sin ninguna otra intención —sonreí.
Pronto volví a quedarme dormida.
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Sentí que alguien me besaba la mano, fuí despertando poco a poco encontrándome unos hermosos ojos cafés fijos en mí.
—Llegamos —dijo sonriendo.
—Fue rápido —acomodé mi cabello.
—Dormiste todo el viaje, creo que así cualquiera lo siente rápido.
Bajamos del avión y recogimos nuestras maletas, a mi campo de visión apareció un señor de mediana edad con un letrero que decía "Vélez".
—Vaya, creí que iríamos en taxi —fijé mi vista en el.
—Ese era el plan.
//Christopher Vélez//
¡Mierda! ¡¿Cómo mierdas se enteró de que iba a venir!? ¡Si lo que menos quiero es verlo!
—Joven Vélez —se acercó sonriendo.
—Marco, ha pasado tanto tiempo —le dedico una sonrisa— ¿Cómo has estado?
—Muy bien señor —amplió su sonrisa— ¿Quién es esta linda jovencita? —enfocó su vista en Alessia, dándome esa sensación de celos.
—Alessia Cruz —se adelantó a responder— un gusto.
—Marco de la torre, es un gusto conocerla para mí también. Que afortunado es el joven Vélez, una esposa como tu, ¿Quién no la querría? Es muy bella.
Alessia se sonrojo a más no poder, luego solto una leve risa.
—No, no, ella no es mi esposa —le solté.
«Ya quisiera yo que fuera mi esposa»
¡¿Qué diablos estoy pensando!?
—Que lastima —negué con mi cabeza— ,me había emocionado, en fin, ¿Nos vamos? —asentí, Marco se adelantó a paso rápido para abrirnos la puerta, le indiqué a Alessia que entrara mientras yo ayudaba a subir las maletas.
Cuando subimos todas, entré a la parte trasera a lado de Alessia, mientras que el auto emprendió su camino, hacia esa cada que había estado evitando por mucho tiempo.
«Que ganas de aventarme por la ventana para no verlos de nuevo»
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Editado ✔️
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