Ore wa... Uchiha Madara.

Mightville

POV Franchesca

Despierto con los primeros rayos del sol entrando por mi ventana. Hacía mucho tiempo que no despertaba sin necesidad de un despertador, pero con la tranquilidad que hay en medio del bosque es imposible no dormir así de bien.

Llaman mi atención unos golpes en la puerta. Me apuro a levantarme y ponerme aunque sea una sudadera, ya que de normal duermo desnuda.

- ¿Quién es?

- Buenos días, Fran. Soy yo, sólo venia a decirte que me avises si necesitas ayuda con las bolsas.

- Oh, gracias Itachi. La verdad es que si que me vendría bien algo de ayuda... Es-espera un momento, en seguida estoy lista.

Rebusco en una de mis mochilas cómo un rayo, me pongo unos vaqueros y una sudadera limpia y meto la ropa que quedaba esparcida por el suelo en las bolsas de deporte que traje.

Cómo no quería que Itachi viera el desorden he metido la ropa de cualquier forma sin plegarla y parece que las mochilas vayan a explotar.

- Ya esta, ya puedes pasar.

Entra Itachi en la habitación, y me mira de arriba a abajo, me quedo embobada mirándolo y cuando nuestros ojos se encuentran me dedica una pequeña sonrisa.

- Lo siento por despertarte, Fran.

- ¿Eh? No no, yo ya estaba de-despierta, no te preocupes.

- Claro, lo que tu digas.

Se acerca a mí y me quedo congelada en el sitio, con el corazón latiendo desbocado. Pasa sus dedos entre las hebras de mi cabello, peinandolo con cuidado y cuándo se da por satisfecho coloca un último mechón detrás de mi oreja.

- Ahora ya parece más creíble. - dice guiñándome un ojo-.

Agacho la cabeza con las mejillas ardiendo y miro a un lado hacia las bolsas, muriéndome de vergüenza.

- Aunque debo de admitir que te ves hermosa recién levantada.

- ...

Creo que acaba de darme un paro cardíaco. ¿Seguiré soñando?

- ¿Éstas son todas tus bolsas? - pregunta sacándome de mis turbios pensamientos-.

- ¿Eh? Ah, si, éstas son.

- Bien, las dejaré fuera en el comedor. No tardaremos en irnos, deberías comer algo antes de salir.

- ¿Tu... Has almorzado ya?

- ¿Mm? No.

- Si quieres... Podemos... Almorzar, juntos.

- Claro, vamos.

Itachi coge mis bolsas y le sigo con el corazón latiendo fuerte contra mi pecho.

Al llegar al comedor, Orochimaru está en el sofá leyendo un libro, Sasori y Deidara están discutiendo, Alba preparando el desayuno y Hidan apoyado en la encimera mirando a Alba cocinar.

- Pero yo quiero ir, danna...

- Ya has oído a Alba, no podemos ir todos.

- ¿Y porqué tienen que ir Hidan y Obito? Quiero ir, quiero ir, quiero ir...

- ¡Silencio! Deidara, cómo no dejes de ser tan ruidoso volveré a convertirte en polvo. - le amenazó Orochimaru-.

Sonrío mirando la escena. Apenas llevo un par de días aquí, pero creo que entiendo que Alba los vea cómo una familia.

He estado muy agusto con Alba, y sorprendentemente también lo he pasado bien con los demás.

Anteayer me contaron lo del plan para cambiar de casa, y que por mi bien no debía de estar con ellos porqué puede ser peligroso. Así que hoy me acompañaran a llevar mis cosas a casa de Ana, ella tiene habitaciones de sobra, así que no le importó en absoluto decirle que si podía pasar el resto de vacaciones en su casa.