Ninjas en las noticias

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- Madara... ¿Porqué estamos vivos? ¿Acaso van a volver a usarnos en una guerra que no es la nuestra?
- Cierra esa boca y abre los ojos. Éste hombre que llace a mis pies es el sujeto que nos invocó, al parecer estaban investigando pergaminos y quiso experimentar con el Edo Tensei.
- Entonces... Si esta muerto, no podrá deshacer este jutsu y nos quedaremos así!- gritó Obito enojado-.
- ¿Tan ciego me crees? Lo manipulé para deshacerlo antes de matarlo.
- Entonces... ¿No pueden manipularnos?
-Hm.
- ¿Ni hay ninguna estúpida guerra?
- Hmm.
- ¿Entonces porqué demonios no estoy muerto y descansando en paz? Deberíamos de volver a deshacernos otra vez, ser sólo polvo y huesos. ¿Porqué seguimos vivos?

Muchas otras personas en el museo se preguntaban lo mismo y todos los presentes en la misma sala que Obito y Madara escuchaban con atención y sin atreverse a intervenir.
- Cálmate Obito, supongo que Madara tendrá curiosidad por ver cómo ha cambiado nuestro mundo, ver si finalmente se consiguió la paz que tanto deseaba.
- Oh, Pain! ¿Tú también estás aquí?
- En verdad, -interrumpió Madara- no tengo intención alguna de intervenir en este mundo, haya paz o haya guerra. Siempre viví por los demás, por el bien común, por salvar a la humanidad... Y todo fué un engaño. Ahora que se me dió ésta oportunidad de vivir de nuevo y de vivir por mi mismo, no pienso desaprovecharla.
- Tal vez, tengas razón. Tal vez, sólo debamos vivir, cómo no pudimos hacerlo en el pasado -agregó Obtio-.

Madara empezó a andar buscando una salida. Aunque dadas las circunstáncias no le apetecía ir asomándose por todos los pisos a ver que ninjas estaban aún procesando lo que ocurría, probablemente habría quien lo atacaría al instante sin preguntar.
Así que se encargó de hacerse el mismo una salida. Camino hacia la ventana más cercana y lanzó un puñetazo a la pared, mandándola a volar en mil pedazos.
Lo que vió entonces lo dejó atónito. Se extendia ante él la inmensa ciudad de Konoha, con sus rascacielos, sus bulliciosas calles llenas de coches y personas andando de aquí para allá, pantallas luminosas en los edificios y un sinfín de ruidos extraños que no lograba identificar con nada que le resultara familiar.
- Tengo que salir de aquí.- dijo mientras mordía su dedo pulgar- Kuchiyose no jutsu!
De la nada apareció un hermoso halcón marrón oscuro. Miró sorprendido al autor de dicha invocación e inclinó su cabeza con profundo respeto.
- Conozco las leyendas, sobre los ninjas que tiempo atras tenian pactos de invocación con distintas espécies, pero jamás pensé, que en la actualidad hubiera algún humano que tubiera aún un vínculo de esa índole.
- Soy Uchiha Madara, no pertenezco a este tiempo, al parecer naciste mucho después de mi muerte. ¿Sigue vivo Ren?
- He oído de tí. Ren fué mi abuelo, murió. Yo me llamo Tai y soy el líder actual de los halcones, siendo Hen, mi padre y consejero.
- Hm. Creía que los halcones eras muy longevos. ¿Cuántos años han pasado des de que terminó la guerra contra Kaguya Otsutsuki?
- 500 años. Estamos en el año 2011.
- Suficiente información por hoy, llevame fuera de la ciudad, al bosque más cercano.
Dicho esto subió encima de Tai mientras trataba de asimilar tantos cambios. Dejó atras a muchos otros ninjas en su misma situación.
Poco a poco empezaron a salir del museo uno por uno, incluso algunos en grupos.
Que cierres los ojos en tu lecho de muerte y despiertes 500 años más tarde no és algo fácil de asumir. Hay quienes se mantenían pensativos, quienes buscaban seres conocidos y quienes se dejaban llevar por el miedo a este nuevo mundo y sólo pensaban en destruirlo y hacer pagar a inocentes por el error de haberlos devuelto a la vida.

Mientras tanto, la noticia se hacia oír en todos los rincones del mundo.
Y hoy en las telenoticias de "Canal 2", nos informan de que varios grupos terroristas se dedican a sembrar el terror en las calles de Konoha, la ciudad mas importante de la prefactura País del Fuego en Japón. Según los testigos se trata de hombres armados con katanas y demás armas de la antiguedad e incluso van vestidos con ropajes de la época. También se han observado mujeres y niños con las mismas características pero estos no parecen manifestar dicha agresividad. La policia ha pedido a la población que no salga de su casa hasta nuevo aviso. Esperemos que puedan hacer algo pronto con éstos delincuentes. Y ahora, ¡Seguimos con más noticias!

- Siempre sale lo mismo en la tele: Politicos corruptos, guerras, desastres...
- Pero Alba, está bien informarte de lo que pasa en el mundo. ¡Todos están hablando de esos ataques en Japón!
- No me interesa de lo que la gente hable. ¿Me va a ayudar saber que hay un puñado de locos sueltos por ahi con katanas en la otra punta del mundo?
- Bah, no tienes remedio. ¿Porqué no le pides al camarero que apague la tele o ponga otra cosa que no sean noticias, si tanto te molesta?
- Paso. Además, he venido aqui a pasar el rato con mi amiga, así que si en vez de quedarte divagando por los mundos de yupi me dieras conversación, no tendría que estar mirando la caja tonta.
- Aaaaii... Es que ese chico es tan guapo que no me lo quito de la cabeza.
- Ana, es un guaperas, olvidate de él y fijate en alguien más normal, ¿Quieres? Los tíos cómo él sólo sirven en la cama.
- Alba!! No digas eso, tal vez en el fondo sea un romántico que aún no ha encontrado a su princesa.
- ¡Claro que si Ana! Puede que lo sea tan en el fondo que ni el mismo lo sepa. ¡Vamos Ana, por favor! Que no es tu primer amor a primera vista, ya sabes que mucho músculo es sinónimo de cabeza hueca.
- ¡Ya quiero a verte a tí el día en que te encandile un Don Juán!
- Ja! Lo dudo mucho. Los hombres son todos unos idiotas.
- ¡Argg, Alba me desesperas! Eres imposible! Pues yo estoy segura que Alfred es distinto.
- ¿Alfred? ¿Que és, inglés?
- Si, lleva 1 año viviendo aqui. Vino por el trabajo de su padre.
- ¿Y tu como sabes eso?
- Lo oí en la uni.
- Ah... Pues que bien.
A Alba le hubiera gustado poder ir a la universidad sólo para poder pasar más tiempo con su amiga, pero no pudo ser. Las universidades tienen matrículas no aptas para todos los bolsillos y el de Alba en concreto estaba lleno de agujeros. Ana en cambio proviene de una família a la que nada le falta. Pese a sus diferencias habian hecho una buena amistad.
- Sigo pensando que si no vienes es porque no quieres.
- No pienso pedirle dinero a tus padres Ana, por muy amigas que seamos y por mucho que me quieran son tus padres, no los míos.
- Pero estoy segura que a tus padres les hubiera gustado que estudiaras.
- Jamás lo sabremos. El abuelo siempre dice que lo importante es aprender a valerse uno mismo, eso no lo enseñan en ningún colegio.
- Alba, no vivimos en la edad media! Respeto que te guste cultivar tu propio huerto, cazar, pescar y todo eso... Pero no puedes vivir así, algún dia tu abuelo morirá y te hara falta un trabajo, y también un hombre en casa o que trabaje en tu lugar mientras cuidas de vuestros hijos.
- Sigue soñando.
- Alba...
- ¿Qué? ¿Porqué no puedo seguir viviendo como hasta ahora? Desde que mis padres murieron mi abuelo me ha enseñado a no depender de nadie, esta sociedad esta podrida. Tan sólo quiero vivir en paz.
- ¿Vivir en paz? ¿Eso es lo que crees que haceis tu y tu abuelo en medio del bosque? Sólo os aislais, lo que haceis no es bueno, podría pasaros cualquier cosa estando los dos ahí solos. Por dios ¡Ni siquiera tienes móvil!
- Ana, lo hemos hablado ya un montón de veces. No me hace falta un teléfono, el bosque me da todo lo que necesito. Si quieres verme, ven a buscarme, si yo quiero verte, iré a buscarte o te llamaré desde algun locutorio.
- Espero que algún día cambies de opinion. Sabes que tanto tu como tu abuelo podríais alojaros en alguna de las propiedades de mi familia.
- Lo sé, y os estamos muy agradecidos por todo, pero nos gusta la paz del bosque, que le voy a hacer. Jaja
- Bueno, se me hace tarde. Si alargo el sermón llegaré tarde a la academia de inglés. ¿Nos vemos en una semana?
- Por mi bién. ¿En una semana a la hora de siempre y dónde siempre?
- ¡Claro! Hasta la próxima Alba, cuidate mucho y dale un abrazo bien fuerte de mi parte a tu abuelo.
- Eso haré Ana, dale recuerdos a tus padres y una colleja de mi parte a tu hermano.

Alba sonreía mientras veía marcharse a su amiga. Tal vez yo también deberia irme. Se despidió con la mano del camarero y salió de la cafeteria. Ahora debía caminar un buen trecho hasta llegar a su casa. Primero subió por una carretera de asfalto que salía de la pequeña ciudad de Asot e conducía hacia las montañas. Cogio un desvio por un pequeño sendero de tierra hasta llegar al final del camino, dónde habia un gran xalet estilo japonés con un estanque y todo. Alba siempre hacia una pausa en su camino para admirar aquella bella arquitectura. Al rato dejó de contemplarla y se adentró entre los arboles que habia donde terminaba el camino. No habia sendero alguno, solo maleza, árboles y más árboles.
Media hora después, entre la arboleda apareció un claro, con una casa en medio. Ahi es dónde viven Alba y su abuelo. Antiguamente era la casa de vacaciones de la familia, para relajarse y alejarse de la ciudad.
- ¡Abuelo! Ya he llegado, fuí a la ciudad a ver a Ana.
- Estoy en la cocina. ¡Ven, rápido!
La voz de su abuelo parecía emocionada. Alba dejó su mochila en la mesa del comedor y fué corriendo a la cocina a ver que quería enseñarle su abuelo.
- ¡Madre mía!

Ore wa... Uchiha Madara.Where stories live. Discover now