Ore wa... Uchiha Madara.

Un nuevo viaje

Madara y Tai estubieron horas sobrevolando las grandes ciudades japonesas, hasta que porfin encontraron una montaña en ma que había pocos rastros de civilización. En ésta época es difícil encontrar un sitio alejado para ocultarte. Aún así la tranquilidad duró poco.
- ¿Porqué me seguís?
Detrás suyo descendian varias aves de arcilla creadas por Deidara, y encima de ella iban los antiguos miembros de Akatsuki.
- No conocemos este mundo, ni sabemos a donde ir. Así que seguirte nos pareció la opción más acertada para encontrar un lugar seguro.-respondió Kakuzu-.
- Tsk, buscaos la vida. Aqui no estaremos seguros por mucho tiempo.
- Siempre nos las hemos apañado como organización, volvamos a unirnos. Al menos hasta que sepamos desenvolvernos sólos.-propuso Konan-.
- Tan sólo revivió Nagato ¿Verdad? No puede sentir que estén vivos ninguno de los caminos de Pain y tú quieres garantizarle seguridad hasta que recupere su salud y podáis marcharos.
- Es cierto, Konan se preocupa por mí, pero eso no quiere decir que ahora mismo no nos necesitemos para salir de ésta.-concedió Nagato-.
-Jajaja Vaya vaya, al parecer Akatsuki tampoco sabe dónde esconderse.

Ésta última voz les resultaba familiar pero nadie supo quien habia hablado. A excepción de Madara.
- Orochimaru, deja de esconderte y muestrate si quieres hablar.
De entre los árboles aparecio deslizándose una pequeña culebra. Cuándo estubo lo bastante cerca de los demás, ésta aumento gradualmente de tamaño y abrió la boca, saliendo de ésta el cuerpo de orochimaru.
-Sus sentidos siguen tan agudos como siempre, Madara.
- Si delataste tu presencia no fué para pasar el rato. Habla.
- Usted siempre va al grano, ¿Eh? Veréis... He estado recaudando i formación de la sociedad actual mediante mis serpientes. Japón se ha convertido en uno de los países con menos bosques, sólo quedan parques en medio de las grandes ciudades y algun que otro monte cómo éste en donde nos encontramos ahora, que de todas formas son visitados regularmente. La única opción que nos queda, es salir del país, irnos lejos a algun lugar dónde sí haya bosques. Pero para eso no podemos ir andando o volando, nos descubrirían tarde l temprano. Debemos ir en algo llamado avión, una especie de medio de transporte volador que aloja a los viajeros en su interior.
- Bien, y ¿Como se consigue un avión?
- No se trata de conseguir uno, los aviones son muy grandes y costosos de mantener, por lo que viajan muchos pasajeros a la vez. Los lugares en los que se encuentran los aviones se llaman aeropuertos. Debemos ir ahí y pagar para ir en uno de los aviones.
- ¿Y con que se supone que vamos a pagar si no tenemos dinero? -dijo Kakuzu-.
- Ahi es precisamente donde entran nuestros queridos compañeros Uchiha. -dijo dirigiendoles una mirada a Madara e Obito- Les daran papeles a los del aeropuerto y les harán creer que son billetes.
- Del papel me encargo yo -dijo Konan levantando sus manos mientras en su palma se iban acumulando hojas de papel del tamaño de un billete.
- Muy bien. -dice Madara- Y ¿Dónde vamos?
- No quieras planearlo todo, tal vez el destino nos guarde alguna sorpresa. Simplemente vayamos y pedimos subir al primer avión que salga.
-Hm. No parece mala idea. Al fin y al cabo desconocemos todo de este nuevo mundo y no podemos elegir mucho. Orochimaru, llevanos a un aeropuerto.
- Bien, vamonos.
Dicho esto, todos los akatsuki siguieron a Orochimaru, saliendo del bosque hasta llegar a la ciudad, y de ahí al aeropuerto. Debido a su vestimenta les era imposible pasar desapercibidos, menos aún después de los altercados producidos por los revividos.
En el aeropuesto los detubieron los vigilantes y llamaron a la policia, afortunadamente Obito les convenció de que eran turistas y que esos ropajes eran propios de su país. Aunque, por supuesto, no fue por su labia sinó porque uso su sharingan.
Finalmente consiguieron embarcar. Después de unos minutos sentados en el avión este empezó a ascender, y ya uma vez en el aire una mujer dió el protocolo a seguir a bordo del avión y revelandoles en su última frase el lugar al que irían:
-Señores pasajeros les informamos de que en 8 horas aproximadamente llegaremos a nuestro destino: España.