Sentimientos

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POV Alba
A los chicos no les agradó la idea de tener invitados. Madara ordenó que prepararan tres habitaciones. Y después nos fuimos al punto de encuentro.
- Oh, vamos. Alba lleva casi un año con nosotros y no ha venido a vivir aqui. ¿Porque tienen que quedarse estos paletos? -preguntó Kisame-.
- Yo también me quedaré para ver que todo vaya bien.
- ¿Entonces también te quedaras, Alba-chan? -quiso saber Deidara-.
- Si, no os molesta ¿No?
- ¡Joder, claro que no!  Tu siempre eres bienvenida, hermosa. -dijo Hidan emocionado-.
- Creo que todos están emocionados porque hayas decidido mudarte con nosotros. -añadió Konan.
Al llegar allí, ya estaban los tres jóvenes esperando.
- ¡Hola chicos! -saludo alegre- Vosotros los conocéis a todos ¿No?
No me respondieron, solo miraban a cada uno de los akatsuki con desconfianza. La única respuesta que recibí fue una señal afirmativa con la cabeza de Hideki.
- Bien entonces os presento a vosotros. Chicos, ellos son Hideki Hyuga, Mei Nohara y Senshi Inuzuka.
- Tus amigos parecen un poco nerviosos. -dice Konan tratando de aliviar la tensión- Vamos, seguidnos que no mordemos.
Konan les mostró una sonrisa amable y yo le sonrió a ella en agradecimiento. Empezamos a andar de vuelta sin que el equipo de konoha, por llamarlos de alguna forma, dijeran palabra. Al llegar cada uno se fue a donde le apeteció, quedandome yo sola con los de konoha.
- Enséñales un poco ésto y llevales a sus habitaciones.-ordenó Madara antes de irse el también-.
Durante todo el tour se mantubieron en silencio. Finalmente recorrímos el pasadizo de las habitaciones.
- Bueno, y aquí es domde vais a dormir, os preparamos estas tres juntas para que nos os sintáis tan incómodos. Si necesitáis cualquier cosa no dudeis en preguntar.
- Traidora... -murmura Mei-.
- Mei, cierra el pico. -le da una colleja Senshi-.
- Mei... Lo siento si te has sentido traicionada. No fue mi intención mentiros, pero no podía deciros quienes eran.
- ¿Por eso jugaste con Hideki también?
- ¿Cómo? En ningun momento he jugado con Hideki ni con ninguno de vosotros.
- ¿Entonces porqué quedabais a diario los dos solos?
- Para entrenar, Mei. -respondió esta vez Hideki-.
- Pero... Tu también lo pensaste Hideki, pensaste que le gustabas.
- ¡Mei, cállate de una vez!
- ¿De que habla Hideki? ¿Tu... Pensaste que yo...?
- Olvídalo Alba, no le hagas caso. Sólo está celosa de ti.
Y Mei le metió el bofetón del siglo a Hideki. Después entró en una de las habitaciones y cerró con un portazo.
- Todos estamos de los nervios por estar aquí, tu has sido muy amable ofreciéndonos ayuda. Grácias, Alba. Hablaré con ellos, por favor no se lo tengas en cuenta. -dijo Senshi.
- Yo, no se que decir la verdad. Vendré a avisaros para la cena, ¿De acuerdo?
- Si, está bien. Hasta luego Alba. -respondió Hideki-.
Me alejo pensando en lo que dijo Mei. ¿Hideki y yo? No puede ser, tal vez sea verdad que Mei lo imaginó porque le gusta y está celosa. Antes de salir del pasillo de las habitaciones, una de estas se abrió y salió Obito.
- Oh, Alba. ¿Cómo lo llevan los nuevos?
- No sabría decirte, más mal que bien supongo.
- Es normal. ¿Oye, te pasa algo? Te veo apagada.
- Pues si, la verdad. Tubimos una pequeña discusión y me quedé con unas cuantas cosas que pensar.
- ¿Te apetece dar una vuelta? Tal vez no sea muy bueno dando consejos, pero se me da bien escuchar.
- Claro, lo agradecería.

POV Madara
Alba ya debería de haber terminado de enseñar la guarida a los de Konoha. Me concentro en su presencia y la detecto saliendo de la guarida, hay alguien más con ella. Ese chakra es el de Obito.
Tssk, maldito adolescente hormonado.
No me fío de dejarla con él después de lo sucedido el día en que la conoció.
Les sigo manteniendo la distancia tratando de oír su conversación.
- ...y por lo visto Mei se ha puesto celosa de mí por lo de Hideki.
¿"Por lo de Hideki"? ¿Qué ha pasado con el Hyuga? ¿Porqué la otra se ha puesto celosa de Alba?
- Vaya... Pues si que tienes un problema. ¿Que piensas hacer?
- No lo sé. Ahora mismo dudo que pueda tener un momento a solas con él.
- Oye Alba, sinceramente ¿Has besado a Hideki?
- ¿Que? ¡No!
- Entonces besame a mi delante de Mei.
- ¿¿Cómo??
Maldito Obito, aprovechado...
- Pues eso, si Mei esta celosa porque cree que te gusta Hideki, besame a mi o a cualquiera de nosotros frente a ella y problema resuelto.
- No es tan sencillo. Yo no quiero besar a alguien que no quiera, aunque sea para calmar los ánimos.
- Vamos, solo es un beso. No significa nada.
- No puedo Obito.
- Dime el nombre de un chico al que hayas besado.
- ¿Eh?
- Sólo imaginate que soy uno de los chicos a los que has besado.
- Obito yo... Yo nunca he besado a nadie.
- ¿¿¿¿Qué????
¿¿¿¿Qué???? Sabía que era virgen por la conversación que tuvimos en su habitación pero esto ya no lo esperaba.
- ¿Cuántos años tienes, Alba?
- 23, ¿Porqué?
- No me lo creo.
- Pues ya puedes creerlo. Ninguno de los chicos que se han interesado en mi me ha interesado a mi.
- ¿Y no hay nadie que te guste? Yo estaría encantado de ser tu primer beso.
- ¡Obito!
- Es verdad, eres una mujer hermosa, mi propuesta sigue en pié. Te prometí que no haría nada que tu no quisieras, pero me encantaría besarte.
- Lo siento Obito pero... No te veo de esa forma.
- ¿Y porque no le dices eso a Hideki?
- Porqué el no me ha dicho que le guste.
- Pero sabes que es así, después de la escenita que te ha montado.
- Tienes razón. Si, creo que le diré esas mismas palabras. Gracias Obito.
- De nada pequeña. -dijo y la abrazó- ¿Ahora si vas a decirme quien te gusta?
- ¿De veras quieres saberlo? -dijo sonrojada.
- ¡Por supuesto!
Eso a mí también me interesa. Veo como ella sube sus brazos y los pasa por el cuello de Obito acercando su rostro al suyo. Obito aprieta más su abrazo por la cintura de ella y cierra los ojos. No puede ser, no, ella no va a besarle. Y cuando tanto Obito cómo yo creíamos que le iba a besar, se acerca a su oído y susurra algo. Después se aleja de un confundido Obito. ¿Qué le habrá dicho?
- No jodas. ¿Va enserio? ¿Te gusta él?
- Eso creo.
- Olvídalo.
- ¿Porqué?
- Porqué no, porque es malo para tí. Podrías haber elegido a cualquiera, ¿Porqué él?
- No lo elegí yo, Obito. Simplemente pasó, no se les puede dar órdenes a los sentimientos.
El humor de Obito cambió tras saber el nombre del hombre que le gusta a Alba. Se levanta y empieza a levantarle la voz.
- Olvídalo, no, él no te merece. No merece a nadie, no merece que lo amen.
- Lo siento, no quería urgar en tus heridas. Tengo que decirle a mi abuelo que me quedaré aquí con vosotros. Nos vemos luego.
Le da un beso en la mejilla y se va saltando entre los árboles. Obito levanta la cabeza con lágrimas en los ojos y me acerco.
- ¿Cuánto hace que estas ahí?
- Poco.
- ¿Qué has hecho tu para merecerla?
- ¿De que hablas?
¿Yo? ¿Le ha dicho mi nombre?
- ¿Sabes que fue lo que pensé cuando resucitamos, Madara? Pensé que si nos daban otra oportunidad para vivir te haría pasar por lo mismo que me hiciste pasar tu a mí.
- Obito eso fue hace siglos.
- Tu mataste a Rin, y yo me dije que si llegabas a amar a alguien me encargaría de ella. ¿La amas? Dime Madara ¿La quieres?
- No es asunto tuyo lo que sienta por ella.
- Así que es mutuo ¿Eh? -suelta un gran suspiro- Aaaah, no puedo hacerle nada a Alba.
- Te mataré si le pones la mano encima.
- Y yo te mataré si la haces sufrir. Es una buena chica.
Asiento con la cabeza y voy tras ella, será oscuro cuando regrese, no quiero que lo haga sola.

POV Alba
Llego a la casa de mi abuelo, pero no está. En su lugar encuentro a Ana, durmiendo en el porche. La despierto moviendo levemente su hombro.
- ¿Ana? ¿Que haces aqui?
- ¿Alba? ¡Alba! ¿Dónde estabas? -dice y  hecha a llorar-.
- ¿Que pasa Ana, dónde está mi abuelo?
- Tienes que acompañarme, no puedo decirte nada.
- Sólo dime que está bien, por favor.
- No puedo, sólo sígueme.
Antes de empezar a andar siento la presencia de Madara.
- Espera, tengo que avisar.
- ¿Váis a algun sitio? -aparece Madara de detrás la casa para disimular-.
- Si, no se que pasa con mi abuelo, pero debo ir.
Madara asiente y nos sigue. Ana nos lleba hasta la carretera y a lo lejos vemos coches de policia y una ambulancia.

POV Madara
No entiendo que es ese caos de coches y luces. Alba hecha a correr hacia los coches y la imito. Al llegar vemos un cuerpo en el suelo cubierto con una manta negra. Alba se le hecha encima, llorando, coloca sus manos sobre el cuerpo y estas empiezan a emitir un brillo azul. Le sujeto el brazo.
- Es demasiado tarde.
Alba llora, grita y se ahoga con sus propias lágrimas. Me abraza y la abrazo con fuerza tratando de consolarla. Me mira y veo algo distinto en sus ojos. Ha activado el sharingan, pero no tiene sus dos aspas, ni siquiera tres, lo que veo en sus ojos es el mangekyo.

Ore wa... Uchiha Madara.Where stories live. Discover now