El hilo rojo

VI

 “Este fue el beso que había esperado tanto tiempo, un beso nacido en el río de nuestra infancia, cuando aún no sabíamos lo que significaba el amor. Un beso que había sido suspendido en el aire a medida que crecíamos, que había viajado por el mundo en el recuerdo de una medalla, y que había permanecido oculto detrás de pilas de libros. Un beso que se había perdido y ahora fue encontrado. En el momento de ese beso fueron años de búsqueda, desilusión y sueños imposibles “. – Paulo Coelho,

Años después

Desde la última vez que hablaron y se rompieron el corazón mutuamente, Alice y FP no volvieron a cruzar palabra alguna, al contrario, ese cariño que alguna vez sintieron se convirtió en odio, no podían verse y así estuvieron alejados todos esos años.

Alice, después de alejarse definitivamente de FP y declararle su odio por lo que le había hecho, mantuvo una relación con Tom Keller de aproximadamente año y medio. Tomó había sido bueno con ella, se querían, la relación había sido sana, con él tuvo su primera vez, por circunstancias del destino tuvieron que terminar. Ahora se encontraba casada con Hal Cooper y tenía una hermosa hija de tres meses, a quien llamó Elizabeth. Ahora era Alice Cooper.

Forsythe Pendleton Jones, mantuvo relaciones con otras mujeres más. No toleraba a Alice. Creyó estar destinado a Gladys por qué se casó con ella y estaba en la espera de su primer hijo. Trabajaba en la constructora de Fred y seguía siendo serpiente.

Hermoine Gómez, ahora Lodge, se había casado con su novio de secundaria, Hiram. Los dos se fueron a vivir a Nueva York. De la Hermoine católica, no quedaba nada, había iniciado una vida de compromisos, perdió todo contacto con Fred Andrews, su primer amor, lo último que supo de él es que se había casado con Mary. De Alice también sabía la misma información, se había casado y hasta ahí, perdió todo contacto con todos sus conocidos de Riverdale y estaba embarazada de una niña a la que llamaría Verónica Cecilia.

Fred Andrews comenzó a picar piedra en el negocio familiar. Después de que Hermoine se fue, se le rompió el corazón, pero Mary, fue de gran apoyo para él y se enamoraron. Actualmente tenían un hijo llamado Archibald, pero de cariño le decían Archie, era un recién nacido.
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Alice había decidido ir de compras, quería aprovechar que Hal se había llevado a Betty a Grendale, pues la niña la había mantenido cansada estos tres meses.

Estaba en una tienda de bebés, quería comprarle algo a Betty, vio una lámpara de angelito, pero estaba demasiado alta para ella, al final de ese mismo pasillo vio a un hombre de cabello castaño de espaldas, portaba una chaqueta de las serpientes; no era fan de ellos, pero no había nadie más cerca que le ayudara a bajar la lámpara que quería para Betty.

— Disculpe ¿Me podría ayudar? — le tocó el hombro al hombre con su dedo índice

— Claro que sí — se dio la media vuelta y la vio, la reconoció al instante por esos ojos azules y su complexión

— Oh, yo, no sabía que eras tú — se cruzó de brazos e hizo una mueca  — no necesito tu ayuda — caminó hacia el estante y trató de bajar la lámpara, pero no pudo. FP La observaba

— Está bien, no necesitas mi ayuda, pero no creo que alcances, eres demasiado bajita

Él empezó a caminar despacio para salir del pasillo hasta que escuchó un grito.

— ¡FP! No te vayas, ayudame por favor — seguía cruzada de brazos

— Eso quería escuchar pero ¿No se supone que no hablas con las serpientes? — se acercó a ella — ¿Qué necesitas?

— Que me pases la lámpara que está allí, no alcanzo — sus miradas hicieron contacto — Es para Betty, quiero darle un regalo

— Cierto, que tienes una hija con Hal — le dio la lámpara — toma