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"El instante del nacimiento es lo más bonito en la vida. Dolor y alegría se unen por un momento" - Madline Tiger

Hiram detuvo su lujoso coche negro frente al Heraldo, esta vez no conducía su chófer, si no él, su esposa iba en el asiento del copiloto revisando unos mensajes de Fred.

- Ya llegamos - apagó el motor y la latina lo miró

- Si, nada más déjame contestar este mensaje y ya vamos - hizo lo que le había dicho a su marido y apagó su teléfono. Miró a su esposo por un momento que la estaba mirando y lo jaló del saco hacia ella para darle un beso - Gracias por todo

- No tienes que agradecer nada, literalmente no he hecho nada

- Si, por aceptar lo de Fred

- Hermoine, nunca te lo digo pero - tragó en seco - te quiero y Fred te hace feliz

- No solo el me hace feliz... También tú, has cambiado mucho y perdón por la situación en la que te puse

- No me molesta que estés con Fred y conmigo. Los dos lo aceptamos porque te queremos. Mi amor - esas dos palabras ella siempre las había escuchado tan sexys cuando salian de su boca, aunque en ocasiones no lo dijera en serio

Se dieron un beso cargado de lujuria para bajar del auto y entrar al Heraldo tomados de la mano. Lo primero que vieron fue a Alice sentada con toda su atención en su computadora.

- ¿Me puedes explicar qué rayos haces trabajando? - pudo llamar la atención de la rubia

- Solo vine porque me mandaron un artículo muy mal redactado

- ¿Y no lo pudiste corregir en tu casa? - siguió lanzado preguntas

- No - se encogió de hombros y se levantó con ayuda del moreno - Gracias - le dio un abrazo - Tiene tiempo que no te veía ¿Qué te has hecho?

- Más guapo - sonrió

- ¡Hiram! No empieces con tus cosas. Y tú no te me tires a loca. Alicia en estos días das a luz, no tendrías porqué andar sola y mucho menos trabajo

- ¿Cómo la soportas? - se giró a su amigo

- Fred me ayuda mucho

- Lo bueno - se frotó la espalda - Me duele horrible la espalda de estar sentada ahí

- Vez - gruñó - no tienes porqué salir Alice

- Lo sé, pero a veces me siento una inútil por no hacer nada en mi casa

- Tienes que cuidarte. Además le prometiste a FP que ya no ibas a trabajar desde que Kristell se enteró que él es su papá

- Estuve viniendo unos días

Alice se recargó en la pared, se estaba sintiendo mal, había empezado a sentir un solo agudo en el vientre, se hizo la fuerte porque sabía que Hermoine la regalaría o cualquier cosa, pero no pudo más cuando su fuente se rompió y la latina se dió cuenta, además ella ya había soltado un quejido mientras con sus manos acunaba su veintre.

- Diablos - jaló la silla y se acercó rápido a ella y la ayudó a sentarse - Respira

- Duele mucho Hermoine - se quejó nuevamente

- Inhala y exhala - le dijo - vamos al hospital, en el camino le hablamos a FP - miró a su marido parado estupefacto - ¿Qué haces ahí parado? ¡Muévete! ¡Haz algo! Ayudame a llevarla al carro

- Es que... - se quedó sin habla - ¿Qué hago?

- Ayudarme - le gritó. En este putno los tres ya estaban entrando en pánico

El hilo rojoWhere stories live. Discover now