LXVII

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"Ahora por fin están al principio del capítulo 1 de la mejor historia que jamás alguien en la tierra ha leído; continúa por siempre y cada capítulo es mejor que el anterior" - C.S. Lewis

Habían pasado tres décadas desde la primera vez que sus miradas se cruzaron apenas siendo unos niños que no sabían nada de la vida. Por fin eran el señor y la señora Jones.

La rubia y el castaño llegaron al hotel y para entrar a la habitación el la cargó en sus brazos.

— Muy bien señora Jones — abrió la puerta y entraron, la dejó en la cama y le dió un beso

— Debo de admitir que tienes buen gusto — hecho un vistazo a la habitación y se levantó de la cama

FP se acercó a ella y la desvistió con solo mirarla, la tomó de la cadera y la acercó a él, su mano viajó hacia el cierre del vestido que ella llevaba y comenzó a bajarlo, con sus manos bajó los hombros del vestido, los soltó y el vestido cayó al suelo, dejando ver una lencería blanca que la rubia portaba.

— ¿Te gusta? — terminó de quitarse el vestido y se quitó los zapatos. Su ahora esposo la veía anonadado, le aventó los zapatos — acuéstate — ordenó

Alice fue a dónde estaba su maleta y sacó algo que escondió detrás de ella, vio a su esposo acostado como le había ordenado y se subió encima de él.

— Levanta las manos

— ¿Qué vas a hacer, Al? — con solo verla se estaba poniendo caliente

— Menos preguntas y más acción — le dió un beso en el cuello y sacó lo que tenía escondido. Lo esposó

— Oh por Dios Alice — la miró con lujuria — ¿No me digas que son las mías?

— Si, son las tuyas, teníamos que darles buen uso

Se levantó de la cama dejando a FP con ganas de comenzar su noche de bodas. Se paró enfrente de la cama y comenzó a moverse y a tocarse delante de él, sabía que eso lo pondría cachondo y efectivamente así fue, no tardó mucho tiempo para que él estuviera donde ella lo quería. Volvió a subirse encima de él y desabrochó su bra, por más que FP quería hacer un movimiento, no podía. Lo único que Alice le dejó hacer fue que terminara de quitarle la prenda, para esto se tuvo que acercar más, FP con su boca alcanzó los tirantes y los bajó, dejando al desnudo los senos de Alice, esa vista le encantaba, sus senos era lo que más le gustaba y desde su adolescencia había estado deseoso de verlos porque ella siempre lo provocaba poniéndose blusas escotadas cada vez que lo veía.

— ¿Qué piensas hacer ahí?

— Vamos, Al

— Dilo, quiero escucharte

— Porfavor ya sueltame, así no puedo hacer nada y créeme que te voy a hacer varias cosas

A la ojiazul no le importó lo que FP le estuviera pidiéndo, quería llevarlo a su límite, por lo que comenzó a moverse rítmicamente sobre él. El castaño lo único que quería era que lo soltara para comenzar él. Esa mujer lo volvía loco. Alice se dio cuenta del vuelto que había entre la pierna de FP.

— Se amable Alice, ya sueltame

— Vaya, vaya — se mordió el labio y comenzó a quitarle el cinturón y a desabrochar el pantalón. Cuando hizo todo esto pudo ver la erección de castaño. Metió su mano al boxer y comenzó a acariciar el miembro de FP, cosa que lo estaba volviendo loco

— Porfavor — soltó un gemido — te lo suplico

Cuando lo tuvo donde ella quería, que era suplicandole le quitó las esposas. Rápidamente los papeles cambiaron, él la tenía abajo de él y rápidamente se quitó la camisa, quedándose lo en bóxers. Le dio besos desde el cuello hasta las piernas, pasó por todo su cuerpo, quitó las bragas de Alice y se dió cuenta de que ya estaba lo suficientemente mojada. Introdujo sus dedos sin previo aviso, haciendo que ella soltara un gemido de placer, movió sus dedos dentro de ella para volverla loca igual que como había hecho con él. Sacó sus dedos y sin avisarle la penetró, entraba y dalia de ella lento, pero fue subiendo la intensidad. Ella se vino primero que él y él se detuvo.

— ¿Porqué paras?

— No lo sé, Sussana

— Vamos FP, no me hagas esto

— Solo hago lo mismo que tú hiciste — comenzó a besar sus senos y ella le besaba el cuello como podía, dejando varios  chupetones en él

Sus bocas se unieron para buscar más placer del que ya estaban teniendo y ahora sus lenguas se encontraban en una lucha para ver quién era el que dominaba, mientras ellos trabajan con sus manos en otras áreas, FP en los senos Alice y ella tiraba del cabello del castaño.

— Te quiero dentro — se separó bruscamente

— No es tan fácil

— Te lo suplico Forshyte, te quiero dentro

Esas fueron las palabras mágicas que necesitaba escuchar y en menos de un segundo volvió a estar dentro de ella, la hizo gemir de placer y se vino dentro de ella.

La habitación se inundó de gemidos, besos, sudor y otras cosas. Definitivamente era la noche de bodas que manos habían planeado, incluso había sido mejor de lo que habían pensado. Esa noche se entregaron como si no hubiera un mañana. Veces anteriores también habían quedado satisfechos, pero no una vez de comparaba con la primera vez de ellos hace 17 años y fue buena, porque Kristell fue el resultado de eso; pero está noche acababa de superar aquella vez en el remolque.

Quedaron exhaustos...

Se acurrucaron con el otro, aún había rastros de sudor en ellos, la piel les brillaba.

— Fue maravilloso — soltó un suspiro el castaño

— Perfecto, diría yo — sus miradas se cruzaron y se dieron un beso

— No hay palabras

— Creo que tendremos que guardar tus esposas, di que las perdiste o algo por el estilo, porque ya son nuestras

— Eres increíble Sussana

— No más que tú Forshyte

— Aceptó guardar las esposas, solo hasta que me dé el gusto de ponertelas

— Trata, pero no creo que puedas

Los dos rieron y se dieron otro beso, se quedaron así como estaban, hasta que se quedaron dormidos.

















No sé que rayos escribí, pero aquí está mi intento de lo que pidieron JAJAJA.

El hilo rojoWhere stories live. Discover now