El hilo rojo

XXXIII

Al día siguiente Kristell despertó, y lo primero que pudo ver al abrir los ojos fue a FP dormido en la silla que tenía en su habitación.

— Señor Jones — se levantó aún mareada por el medicamento y comenzó a moverlo

— Mmmm — abrió los ojos — Hola

— No quiero ser grosera pero ¿Qué hace aquí? — FP pudo notar que estaba pálido, tenía unas ojeras demasiado marcadas y se veía débil. La dosis que le habían aplicado el día anterior había sido alta

— Siéntate — la llevó a su cama — Quiero hablar contigo

— ¿Qué hice?

— Tu mamá me contó lo que pasó

— ¿Usted no está enojado?

— No ¿Porqué?

— Porqué mi mamá le ocultó que estaba esperando un hijo suyo

— ¿Tú sabías?

— Estoy loca pero no idiota como para no darme cuenta de las cosas. Me di cuenta el día que usted quemó el manual de grifos y gárgolas

— No te pediré detalles

— No quiero recordar

— Mira somos amigos — le tomó la mano — tu mamá y Betty me dijeron que has estado muy alterada, creen que es recomendable que te internen otra vez

— No — tenía lágrimas en los ojos. A nadie le deseaba esa sensación de abandono

— No lo harás por ellas, lo harás por ti, para que estés bien

— La primer semana van a ir a verme todos los días, después dejarán de hacerlo y no se siente bonito estar en un hospital psiquiátrico, se lo aseguro

— Porfavor tienes que internarte. Ayer heriste a tu mamá, la puedes lastimar o peor aún a ti misma ¿Te acuerdas de la vez del río?

— Claro que me acuerdo, pero si me hubiera dejado terminar, me hubiera ahorrado muchas cosas

— Internate por tu propia cuenta, porque si no de todas maneras lo hará tu mamá

— Me va a dejar ahí como por un mes o depende de qué tan mal esté pase más tiempo ahí

— No te va a dejar. Mira, yo te prometo que te iré a ver todos los días que estés internada y te mantendré al tanto de lo que pasa en este pueblo de locos

— El mundo es de los locos, como yo — soltó una risita

— Todos tenemos un poco de locura

— ¿Verdad que sí?

— Si, solo que no lo aceptan ¿Entonces que dices? ¿Te internas?

— ¿Me visitará todos los días?

— Te lo prometo

— ¿Me puede dar un abrazo? Es que, a veces extraño los abrazos de mi papá

— Por supuesto — se acercó a ella y le dio un abrazo, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas

La rubia de ojos verdes aceptó ser internada, pero tenía miedo de que FP no cumpliera su promesa de ir a verla todos los días, tenía miedo de que la dejaran ahí para siempre. FP Jones por durante un mes fue a ver a su hija todos los días, le llevaba libros, rompecabezas de 500 o 1000 piezas y se ponía a armarlos con ella, estuvo al pendiente del embarazo de Alice, pero siguió con Gladys,

Hermoine había recogido a Alice temprano para ir a desayunar a Pop's. La tuvo que convencer porque no quería ir, pero lo bueno, era que ya la tenía  sentada al lado de ella.

— ¿Cómo estás?

— En lo que cabe bien

— ¿Porqué lo dices?

— Ya se solucionó todo, bueno, a excepción de que Kristell no sabe que FP es su padre

— Tendrás que decirle tarde o temprano. ¿Y con FP? ¿Ya no vas a intentar nada?

— No Hermoine. Nosotros no estamos destinados a estar juntos o tal vez, pero yo ya no insistiré, está con Gladys y ella y yo ya nos toleramos. No quiero arruinar eso

— ¿Porqué siempre tienes que procurar a esa estúpida? Te ha hecho mucho daño

— No puedo vivir odiandola toda mi vida

— Como sea, yo ya te di mi punto de vista. Solo hay algo de lo que me estoy segura — la rubia la miró — van a terminar juntos, no importa todo lo pasen

— Desde la adolescencia he escuchado eso

— Ya se nota más — sonrió cuando miró el vientre de su amiga

— Si, ya tengo cuatro meses — colocó su mano sobre su bulto y sonrió — serás la madrina

— Vaya, creí que tenías contemplada a Gladys — bebió de su vaso

— No seas tonta, no hay mejor persona que tú para ese papel. Aunque estoy igual que tú, no me decido por los padrinos ¿Fred o Hiram?

— Ay ya sé, años y no sé a cual quiero. Pero cambiemos de tema ¿Cuándo sale Kristell del psiquiátrico?

— FP debe de estar en camino para ir a recogerla

— La ama

— Es su hija ¿Qué querías?

— En ese caso le diré a Verónica que sale hoy

— Si. Betty anda emocionada

— Es de imaginarse

— Bueno, pero ya come. Ese bebé debe de tener el apetito del papá — soltó una risa

— Por suerte no. Cuando estaba embarazada de Kristell si comía mucho, pero en este embarazo no, si me da hambre, pero no mucha. Gracias por siempre estar, a pesar de que me alejé de ti por todo lo que pasó con Gladys, por no tenerte confianza de decirte lo de FP

— No importa ya... Lo importante es que ya te diste cuenta que Penélope y yo siempre te dijimos la verdad acerca de ella. Créeme que quisiera evitar cualquier contacto que tengas con ella, pero eres demasiado terca

— Porfavor Hermoine

— Nada de por favor

Alice, Betty, Hermoine, Fred, Mary, Juguead, Verónica, Chery, Toni, Betty y Archie estaban en la sala de la casa de las Smith, esperando a que FP llegara con la ojiverde.

La puerta roja fue abierta dejando ver a una rubia muy diferente, el semblante que tenía en su rostro había cambiado, ya no se veía como la vez que se internó, llevaba un pans rosa y el cabello recogido en una coleta. Detrás de ella venía FP con su maleta.

— Sé que me extrañaron 

— Cariño — los ojos de su hija se posaron sobre su vientre — ¿Qué pasa?

— Nada — corrió a abrazarla y todos los que estaban ahí sonrieron ante eso — perdóname por lo que te hice en el brazo. No quería

— Tú no hiciste nada — le dio un beso en la frente

— Betty — corrió a su hermana — te extrañé tanto

— Yo más