XXXVIII

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Kristell estaba en la escuela, tenía dos horas libres antes de salir, se encontraba con una amiga platicando cuando a lo lejos vio a Alice y se sorprendió al verla ahí, ya que siempre ella se iba y regresaba sola a la escuela.

— Cariño — se acercó a ella — ve por tus cosas, tenemos que irnos

— ¿Estás loca no? Todavía no salgo

— No pasa nada, ya hablé con la directora, puedes irte. Ahora porfavor ve por tus cosas — pidió amablemente pero se percató de la presencia de la amiga de su hija — Disculpa por no saludarte — extendió su mano y la castaña se la estrechó — Alice Smith

— Mucho gusto, Lucrecia Montesinos — sonrió

— Cariño, ve por tus cosas porfavor. Tu hermana, Juguead, FP y su hija nos están esperando en el auto

— ¿FP? ¿Hay reunión familiar o qué?

— Tenemos que hablar con ustedes tres, bueno, ustedes ya lo saben pero Jellybean no

— Ahí está, yo ya lo sé, hablen con esa niña nada más y al rato llego a la casa. Te acompaño al carro — comenzó a empujar a Alice no con mucha fuerza

— Oye, acuérdate que estoy embarazada

— Y créeme que estoy siendo super cuidadosa por lo mismo — la soltó y la llevó hasta el estacionamiento donde estaba FP parado afuera del carro — Señor Jones, se la entrego, toda suya — vio a Betty, Juguead y a Jellybean — ¿Tú eres su hija? — miró de reojo a la niña — bueno, adiós que les vaya bien, se divierten

— ¿Y tus cosas? — miró a su hija u también a su al rededor en busca de cualquier joven cerca de ella o algún indicio de que tenía novio

— Yo no voy, van ustedes, yo ya sé lo que le van a decir a tu hija, así que me quedo — sintió que alguien chocó con ella — ¿Lu?

— Toma, te traje tus cosas cari — le dió la mochila pero no la recibió solo la miró enojada y FP recibió la mochila

— Gracias Lucrecia — dijo Alice — Subete niña

— No es nada — se acercó a su amiga

— Les dije que no iba — miró a la morena — Y tú no tenías porque traer mis cosas

— Porfavor vamos — se acercó a ella — te lo estoy pidiendo yo, no tu mamá ni tu hermana. Si vamos puedes comer un poco de helado de chocolate

— ¿De verdad tú me vas a tratar como una niña chiquita?

— No, solo que tu mamá no te deja ni probarlo, yo sí, por poco no va a pasar nada — la tomó de los hombros y la abrazó, porque vio como sus ojos se llenaban de lágrimas, la ojiverde también lo abrazó

— Yo me retiro, espero verlos luego — Lucrecia se fue

— Si voy, pero ¿Dónde me voy a ir? No hay un espacio para mí

— Jellybean, te puedes pasar enfrente conmigo, te cargo — Alice ofreció mientras se subía al auto

— No mamá, yo la cargo, no la puedes cargar por el bebé — dijo y a Alice no le quedó de otra más que aceptar

— Sube — le abrió la puerta y ella entró en el auto

En el camino Jellybean y Kristell se miraban, nunca se habían visto. Las dos tenían celos de la otra, Jellybean por la atención que su padre le daba a la hija de su amiga y Kristell por saber que FP solo era un amigo de ella y el novio de su mamá y que a Jellybean obviamente la trataría mejor por ser su hija. Desde eque cruzaron miradas ni una simpatizó con la otra y eso que no sabían del lazo sanguíneo que las unía.

El hilo rojoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن