Parte Veintitrés.

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Sin lugar a dudas, el veinte veinte tenía que terminar con el reencuentro de éstas dos personas. Un encuentro que fue casi sin querer queriendo, pero al fin se pudo concretar. Una cena amena, con una charla que siempre apuntó a lo mismo. La comida que ofició de testigo y varias copas de vino que ayudaron.

Todo había salido perfecto, Peter se animó a terminar con esa distancia que los tenía dando vuelta el último tramo del encuentro, y ella por supuesto accedió sin problema. El balance era genial, hasta la música aleatoria de una lista de reproducción desconocida, se había puesto a tono para darle el semblante ideal a la ocasión.

Pero claro, no todo es color de rosa.

Apenas se cerró la puerta Lali se tiró en ese mismo sillón, donde aún estaba el perfume de él, se abrazó fuertemente a un almohadón blanco y estalló en llanto. No era un llanto desesperado ni exagerado, eran simplemente lágrimas que caían en su rostro. Lágrimas que, sin lugar a dudas, demostraban angustia y vacío de saber que la cuenta nuevamente volvió a cero. Desde que Peter salió por esa puerta, supo que estaban en la nada de nuevo.

Una despedida más para esta pareja, para éste amor sin fin. Pero, en este caso, una despedida que no tenía fecha de vencimiento, realmente no sabían cuando se iban a volver a cruzar, tampoco de qué manera.

En éstos encuentros fugaces existía un contrato tácito para no hablar ni preguntar demasiado. Ambos lo tenían en claro, sobre todo, porque la vida y los proyectos siguen en diferentes direcciones. Los kilómetros de distancia aparecerían dentro de pocos días y la vida los separará una vez más.

Si bien la teoría era fácil y clara, ella se sentía completamente derrumbada en ese sillón. La luz tenue y la música, que nunca se detuvo, enmarcaba una situación de tristeza. El cuadro de "LOVE" de repente había perdido el sentido.
Muchas veces vivió la misma situación, pero esta vez era diferente, realmente sentía que algo se había roto. Algo no estaba igual.
Además de triste se sentía patética, porque ella ya sabía el abc de ésta historia, sabía desde el minuto número uno, que Peter saldría de esa puerta y tal vez pasarán meses sin verse. Pero en la práctica le dolía, y ésta vez más que nunca.

No entendía muy bien si era la cuarentena, la distancia, la edad o el histeriqueo que vivió a la par de ellos en estos meses eternos, pero realmente necesitaba verlo y tocarlo. Necesitaba besarlo, abrazarlo y sentirlo. Pero claro, el tiempo se hizo corto y él tuvo que partir. Así... como si fuese una película de amor.

No crean que Peter se fue como si nada, él también se fue angustiado y mal, salió casi corriendo de esa casa porque si bien, le pasa lo mismo que a ella. Él y sus pies sobre la tierra, le impiden soñar tanto. Vivir el aquí y ahora, tratar de solucionar cosas y ser práctico, es su filosofía de vida. Entonces, después de haber disfrutado ese momento tan mágico y espectacular, lo único que quería era llegar a tiempo para salir de una vez por todas de vacaciones con sus amigos, y olvidarse de todo. O tal vez, entre tanta naturaleza, podría sacar una buena conclusión de todo lo que pasó ésta noche de diciembre.

A lo largo del tiempo, en la historia de esta pareja, él siempre salió perdiendo, o en la mayoría de las veces. Sobre todo los años donde se separaron, o mejor dicho, cuando dejaron de ser novios para seguir estando juntos de manera no oficial. Ella tenía novio, por ende él tuvo que bancarse una y mil situaciones. Y en grandes oportunidades, él quedaba destruido en una cama sintiéndose el peor pelotudo del mundo.

Aunque esta vez no fue así, fue distinto. No estuvieron juntos por coincidencia o por costumbre, esta vuelta necesitaban tenerse el uno al otro, necesitaban comprobar que después de tantos años ese amor sigue ahí, guardadito entre algodones esperando que, de una vez por todas, se decidan.
Ese encuentro confirmó que la química y la pasión siguen estando. Esos brillos en los ojos y esa piel erizada no cambiaba ni siquiera atravesando miles de kilómetros, estando en distintos continentes y en medio de una pandemia mundial.

Puntos SuspensivosWhere stories live. Discover now