Parte Veintiséis.

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Qué hacemos cuando las cosas no salen como las planeamos, dónde dejamos toda esa ansiedad que quedó acumulada en nuestro ser. De qué manera descargamos esa angustia que se nos atravesó por el cuerpo, sin poder detenerla.

Los días de enero seguían corriendo al igual que la negación de Lali. Porque claro, ella sufre pero prefiere ponerse el escudo de la negación, siempre.

Durante esas semanas de enero siguió haciendo su rutina como nunca, enfocada en el trabajo a mil y saliendo más con su "peor es nada" de turno. Tratando de empezar a proyectar su vuelta a Argentina, organizándose los tiempos para hacer todo lo que se le cruzaba por su mente con un solo objetivo, uno solito: que no le quede tiempo muerto para pensar en nada ni nadie, o en él.

Lo que había pasado con Peter, o mejor dijo lo que NO pasó, le hizo doler muchísimo y replantearse un montón de cosas. No debería doler una relación que supuestamente está vencida hace años, pero cuando intentas sacar a la luz algo que tenés guardado hace mucho, cuando por fin decidís admitir lo que te pasa con esa persona y esa persona ni siquiera te deja terminar una oración porque "nos lastimamos", eso sí que duele mucho. Eso lastima.

No podía comprender a este Peter versión 2021, no lograba terminar de sacarle la ficha, obvio que entendía todo lo que vivieron hace años, pero también es consciente de la relación y buena onda que tienen ahora. Se sentía confundida, tal vez había un poco de negación de su parte también, pero no estaba segura. Peter nunca fue de negar.

La realidad es que después de ese día, de ese domingo catastrófico, pasaron dos semanas en las cuales no cruzaron ni siquiera una palabra. No es que quedaron enojados o peleados, pero algo no estaba bien en esa relación. Algo raro había.

Todos sabemos que él muere de amor por ella, no importa cuando leas esto, pero no quiere repetir la historia. Siente que aceptar o admitir lo que pasa realmente entre ellos va a romper esa ola de buena onda que se había generado. Va a romper esa "amistad" que crearon en estos meses.
Claramente es más fácil hacer como si nada, estirar un tiempo más y ver qué pasa con el destino. Suena muy fácil, obvio, pero en la práctica dolía y mucho, sobre todo después de escucharla llorar por teléfono a miles de kilómetros. Si bien, no lloraba por ese motivo, sabía que parte de su angustia se la había causado él.

"Nos lastimamos" para él es sinónimo de evitarse al máximo, para ella, en cambio, es poner las cartas sobre la mesa y que sea lo que tenga que ser. Así los tiene este veinte veintiuno... al parecer cambiaron los roles.

En fin, desencuentro o destiempo, des: prefijo que denota negación. Y si de negación hablamos, ellos son los reyes.

Peter viajó al Norte a grabar esos exteriores que quedaron pendientes en la serie y ella seguía a full con las grabaciones madrileñas "las ultimas", siempre y cuando no se anteponga el Covid, la nieve y la mar en coche.

El mayor contacto que tuvieron en esos casi quince días, fue cruzar dos palabras en los grupos que compartían. En el de Casi Ángeles, porque festejaron el ingreso de Cande y Gastón a un programa de entretenimiento, y en el de ACTA porque empiezan a armar asambleas presenciales para compartir y discutir ideas en otro año que parece ser igual o más complicado que el anterior.

Ella miró los estados que él puso en WhatsApp, fotos "muy Pedro" en el norte argentino con una llama, las cuales la hicieron sonreír un poco. Es un niño encerrado en cuerpo de adulto, no hay dudas. Que se desmayaba de amor al verlo jugar de camisa, piluso y pelo largo, con una llamita a su alrededor, tampoco hay dudas.

Puntos SuspensivosWhere stories live. Discover now