Parte Treinta y cuatro.

1.2K 92 72
                                    

Cuarto mes de este año veinte veintiuno, casi o más desgraciado que el anterior. Un mundo tratando de esquivar las balas de este virus de mierda que no deja de multiplicarse. Las vacunas que no alcanzan, las clases presenciales en peligro, los de arriba peleándose, la gente enojada y los médicos agotados. Algo así como una ola enorme de mala energía, un container de mierda inundándonos constantemente.

Parece una situación desesperante, o realmente lo es, sin embargo, todos tratamos de hacernos los idiotas una vez más, escapando y cayendo en cosas que nos hacen un poco mejor. Cosas que nos entretienen por un rato.

Vamos a lo que nos importa, mientras tratamos de sobrevivir...

La isla del Delta pasó en la vida de estos dos ingratos como si nada, Lali sólo se trajo un par de ronchas de mosquitos pero el conjunto de ropa interior, que planeaba usar con su ex ex ex novio volvió impoluto como lo llevó.
No entendía muy bien en qué sintonía estaban, esta relación es tan cambiante que cuesta entenderla. En realidad no habría que lograr entenderla.

Ella comenzó a grabar el programa que la tenía contratada para oficiar de jurado en el canal de las pelotitas, y Peter estaba a full con lo suyo también.

Como es costumbre en ellos, ninguno de los dos iba a ceder por más de que ambos hayan notado esa sensación rara la última vez que se vieron. Si bien él no tenía ningún tipo de enojo, ella se sentía un poco con cola de paja por lo que pasó en la casa de Nico y Gime y esa manera de arruinar todo.

No quiero ilusionar a nadie con todo esto, porque si bien la realidad es que algo vive y existe entre ellos dos, siempre queda un poco de tinta en el tintero... por ahora, no es más que eso. Además, estando los dos solteros. Qué se yo, todo es más fácil. ¿O no?

Por suerte con las grabaciones y cosas que surgían para grabar o hacer, no tenía demasiado para estar en su casa, como sí estuvo los días anteriores. Es la primera vez que se encuentra solísima en su mansión minimalista por tanto tiempo, y eso un poco la incomodaba. No tenía mucha experiencia con la soledad y el ocio, de hecho es su punto flojo. Aprender a no hacer nada, un pendiente para Lali Espósito, sin duda.

Se tiró en su cama después de darse una ducha, actualizó Instagram y, misteriosamente, se encontró con una foto de Peter tirando facha con una polera marrón, chupín, unas zapatillas facheritas y ese corte de pelo. Sonrió como una boluda y la pasó rápidamente. Dos segundos le bastaron para volver a la foto y analizarlo de pie a cabeza. Sonreía como una ridícula, es que es tan canchero cuando quiere. Y con ese corte tenía un aire al Peter versión 2011. No sé.

Lo dudó, pero finalmente no le puso like, porque estaba segura de lo que se generaría detrás de eso. ¿Pensaron alguna vez la función que tiene el like en las redes sociales? "Me gusta, acá estoy, te estoy viendo". Tal vez si sos novia, vecina, hermana, prima, no pasa nada. Pero si tu ex de hace cuarenta años, le mete like a cuanta foto que subas, es medio turbio, ¿no?

En fin, se quedó leyendo un poco los comentarios que le dejaron riéndose. ¿Medio planeta estaba esperando que se corte el pelo? Sí. Ahh, pero ella tuvo la exclusiva en vivo y directo.

Del otro lado, siempre, estaba Peter que no pensaba mover un dedo, aunque no estaba en ninguna postura... ni de enojo, ni de buscar nada, o sí, pero sabía que en cualquier momento se iba a dar la charla, porque si bien ambos son negadores y orgullosos, ella tiene la mecha corta, y más, estando cerca y sola.

Al otro día, jueves 8, se dio una asamblea de ACTA de imprevisto por un tema que tenían que hablar. Y, como de costumbre, Lali no estaba presente porque estaba en el canal grabando.
El encargado de pasarle las noticias fue siempre el vicepresidente de la Asociación, y si bien, la pequeña ya no se encuentra en el país europeo, por suerte, Peter tenía que pasarle las nuevas noticias como en los viejos tiempos.

Puntos SuspensivosWhere stories live. Discover now