Parte Siete.

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El primer fin de semana de septiembre se hizo presente y nuevamente esa sensación de querer salir corriendo y acabar con todo. No era una sensación que pasaba solo por la mente de ellos, a nivel general todos estábamos hartos de vivir encerrados y no poder ver con normalidad a la gente que queremos. Abrazar, besar y reír sin preocupación alguna, se hacía un deseo que por ahora, seguía siendo inalcanzable.

Ni hablar de Lali que estaba totalmente aislada, la cosa en España realmente se complicaba cada vez más, los casos aumentaban con una rapidez absoluta y con ello; encierro total.
Aunque con sus amigos, casi familia a esta altura del partido, decidieron ir a conocer lugares más naturales y al aire libre como por ejemplo: las Sierras de Madrid, tal vez no tenían mucho que envidiarle a las sierras de Córdoba, pero para ella era todo tan nuevo que estaba fascinada. Además después de tanto laburo y encierro era un planazo.

Peter por su lado estaba más relajado, a menudo se juntaba con su familia y también algún que otro asado con amigos. A él lo que realmente lo tenía preocupado era el tema trabajo.
En Argentina las cosas empeoraban y junto a ellas el ambiente artístico. Los productores poco a poco salen a blanquear la situación económica, que si bien es algo que vienen arrastrando hace años, esta pandemia vino a terminar con todo.
Algunos están esperando que termine la cuarentena para arrancar con proyectos, otros están viendo si van a poder o no arrancar con lo que tenían planeado, y otro que se bajaron del barco. Toda la situación era angustiante, ya que sin productoras no hay trabajo para artistas, ni de teatro, ni de tele, ni de cine.
Peter atento a ésta situación, viviéndola también, porque tenía muchos proyectos que postergaron al año 2021, estudiaba y trabajaba de buscar soluciones constantemente. Con Gastón y amigos del rubro planeaban mil cosas a la vez.
La realidad es que siempre le llovieron proyectos a los dos, pero sin embargo, él no podía dejar de pensar en sus compañeros. Es muy difícil todo, pero el proyecto ya estaba en funcionamiento y solo quedaba pensar en un 2021 lleno de oportunidades para todos, siendo totalmente optimista.

Lali con su pareja estaba igual o peor que antes, a medida que pasa el tiempo se sentía más sola, no tenía ningún tipo de apoyo de Santiago. Lo sentía más ajeno que nunca, y la verdad es que no tenía demasiado sentido insistir con el tema, prefería no hacerse más la cabeza aunque a veces le era muy difícil.

- ¿Qué onda Pitt? -escribió ella aburrida, pero con ganas de hablar con él.

No tuvo respuesta pronta, así que agarró su riñonera y se fue caminando hasta el negocio donde le hacían las uñas, que era una de las características de su personaje en la serie.

Dos horas después se encontraba nuevamente en su departamento madrileño preparándose algo para cenar, odiaba esa situación, pero como estaba tan aburrida cualquier plan era bienvenido.

- La, ¿cómo estás? Recién veo el mensaje. ¿Pasó algo? -contestó mientras bajaba del auto en su casa.

- Hola Pitt, no, no nada. Sólo quería hablar con vos -escribió un tanto tímida- ¿Todo bien?

- Si, preparándome algo para cenar. ¿Vos? ¿Durmiendo?

- Sabes que me cuesta imaginarte cocinando... -escribió sonriendo mientras entraba a su casa con el celular en la mano.

- Tampoco es que estoy haciendo algo tan elaborado, no me tenes fé...

- Jajaja, la verdad que no. -dijo sincero.

- Un día te voy a sorprender vas a ver, si en algún momento después de ésta locura nos vemos, te cocino. -prometió sonriendo.

- Ok, guardo este chat eh. ¡Qué intriga! -Peter no paraba de sonreír al escribir, realmente Lali en la cocina era algo que lo sorprendía demasiado.

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