Parte Veinticuatro.

1.5K 97 72
                                    

Cuando nos quisimos dar cuenta llegamos al veinte veintiuno, con todo lo que eso implica. Si bien a la hora de brindar y chocar las copas sentís como un aire nuevo y renovado, las cosas siguen pasando, el mundo sigue igual y nuestras vidas también.

Sin lugar a dudas fueron unas fiestas muy atípicas, aunque sigo sosteniendo que las fiestas de los últimos años no tienen ningún tipo de comparación con las que todos vivimos cuando éramos niños, éstas específicamente fueron realmente extrañas, por obvias razones.
Muchos se juntaron en sus casas con la gente más cercana, otros prefirieron quedarse solos y hacer alguna reunión virtual, otros hicieron como si nada y festejaron sin ningún tipo de cuidado. La verdad, fue extraño.

Normalmente, a fin de año y en las fiestas, es como que todos estamos en la misma sintonía; todos compramos más o menos las mismas comidas, nos juntamos con familiares o amigos, siempre hay uno que te cae mal y no queda otra que soportarlo. Cumplimos con tradiciones ridículas como por ejemplo; ponerse bombacha rosa o vestirse de blanco u rojo, dependiendo la fecha, comemos todo junto y rápido para llegar al brindis de las doce. A las doce comemos doce uvas o cerezas, nos paramos arriba de la silla para que "pase todo lo malo". Otros a las doce se esconden debajo de la mesa, el mito dice que si permaneces ahí en ese momento exacto, encontrarás el amor en el año que entra. Nos ponemos en pedo y terminamos haciendo karaokes o tiradas en la cama mirando alguna serie. En fin, seguramente muchos coincidamos en todo este cliché ridículo.

En el caso de Lali, desde el vitel toné hasta el melón con jamón y la garrapiñada, todo al pie de la letra. Si de familias típicas se trata, la familia Espósito está en el podio. Siempre lo hicieron de esa manera.
Lali necesitaba un poco de toda esta argentinidad, ya que su estadía en la provincia de los buenos aires estaba a punto de culminar.

Peter, en cambio, pasó las fiestas en Bariloche disfrutando de la naturaleza. De golpe su barba creció de nuevo convirtiéndose en el hippie con Osde que tanto queremos. Esa fue una gran forma de disfrutar; en el medio de la nada, con paisajes preciosos y amigos con quien compartir una buena charla con varias birras mediante, por supuesto.

Ustedes se preguntarán qué pasó entre ellos. Pues lamento decepcionarlas, pero no tuvieron contacto alguno. Lali cruzó mensajes en el grupo de ACTA y en el grupo que quedó medio abandonado de Casi Ángeles, segunda vuelta. Pero... no mucho más que eso. Peter contestó de forma cordial en ambos, pero entre ellos dos no hubo absolutamente nada.

Aunque, en esta historia, me da la sensación que cuando escribo "nada", en realidad, estoy escribiendo mucho más que eso. Porque cuando digo "no hubo absolutamente nada", en mi inconsciente se traduce automáticamente en: está pasando absolutamente TODO. Me pregunto muchas veces por qué en esta historia es tan difícil que se den like con naturalidad en redes, que se compartan fotos o publicidades, que se feliciten de manera pública como ella hace con otros ex novios. Y puedo seguir con los ejemplos dos años.

La realidad, creo que cuando uno puede hacer ese proceso con otras personas, tal vez viejos amores, es porque realmente ya no hay nada que los ate. No hay nada arraigado entre los dos. Simplemente pasó una historia de amor, y ya está. Pero ¿qué pasa entre Lali y Peter que no pueden cumplir con esto? Nunca pueden alcanzar la meta o romper con ese tabú de poder tener esos gestos con el primer amor. Y eso es exactamente lo que los hace especial, a veces completamente odiables, pero especiales.

Tienen una barrera, hay algo que quieren ocultar, hay algo que no quieren que sepamos o prefieren dejarlo entre ellos dos. Y, aunque sea muy horrible para nosotros, tiene cierto sentido. Hay algo que están cuidando desde hace años. Algo que sigue ahí, claramente, pero que sin querer queriendo siempre lo dejan ahí, para ellos. No sé si lo hacen de forma consciente, pero simplemente les sale así.

Puntos SuspensivosWhere stories live. Discover now