Puntos Suspensivos

Parte Diez.

Últimos días de septiembre, olor a primavera y final de una relación. Lali había decido darle fin a su relación con Santiago, ya hace tiempo que no era tal, era casi una atadura o algo que ya no existía en tiempo ni espacio. No se podían ver, no tenían ni siquiera fecha de encuentro, no fluían las conversaciones por teléfono, ya no tenían gracia las videollamadas, tampoco había emoción ni entusiasmo al hablarse y lo podían notar.
La relación con Santiago se basó en llevarse bien en algunos aspectos de la vida, entenderse en la cama sobre todas las cosas. La distancia siempre fue una característica en esta pareja, ya que entre viajes de él y giras de ella no solían verse a diario, pero ésta sin lugar a dudas, había superado cualquier límite y cualquier relación.
Cuando no te ves por tantos meses, ni sabes cuándo lo podrás hacer se hace muy complicado, casi imposible. Así que con amor y respeto decidieron terminar la relación.

Lali se sentía extraña, si bien nunca cortó con sus parejas de formas típicas respetando el duelo y tal. Encima esta vez le tocó cortar con una pareja a distancia, a miles de kilómetros y sin poder verse cara a cara. Fue raro y nuevo, pero la sensación de libertad y de no estar con nada cargando sobre la espalda, ni culpa ni tener que remar una situación que ya no tenía ganas. Puso fin, y a otra cosa mariposa.

Peter estuvo en Zoom toda la tarde hablando con Gastón y el equipo de ACTA, menos Lali que por temas de horarios no llegó a conectarse. Claramente se había enterado de que había cortado con Santiago, porque además de salir en todos los medios y portales, lo etiquetaron en cuarenta millones de publicaciones invitándolo a que accione para volver a estar con ella. En fin, cosas del fandom de Instagram.

- La ¿Estás por ahí? -escribió un poco tímido.

Lali recibió esas cuatro palabras en el chat de Peter y sonrió al leerlo. Comenzó a contestarle pero de un momento al otro borró lo que había escrito y decidió llamarlo por videollamada. Se acomodó un poco el pelo y esperó a que él atendiera.

- Hola La ¿Cómo estás? -dijo Peter acomodándose un auricular.

- Hola Pitt, perdón, no llegué al Zoom de hoy. Hace un ratito volví a casa, muerta.

- No hay problema, yo avisé al resto para que sepan que estabas laburando. ¿Estás bien vos? -indagaba un poco.

- Me separé, ¿lo decís por eso? -rió sarcástica y Peter hizo cara rara.

- Sí, me enteré. Por eso te preguntaba...

- Estoy bien, es algo que tarde o temprano iba a pasar. Imposible mantener una relación así. -revoleó los ojos- En fin.

- Bueno, estoy en lo que necesites, lo sabes. -sonrió sincero.

- Si, gracias. Te habrás enterado por Twitter o Instagram ¿no? -sonrieron los dos cómplices y Peter asintió- Igualmente cortamos hace un par de semanas, en realidad lo veníamos arrastrando desde que llegué acá. Es raro todo... pero bueno. Ya está. -sonrió.

- Sí, debe ser rarísimo cortar estando distanciados, sin poder mirarse a la cara. ¿No? -preguntó muy interesado él.

- Si, en realidad siempre es rarísimo cuando cortas con alguien -se miraron los dos y asintieron un tanto nostálgicos- Sobre todo cuando todavía hay amor.

- Pero eso es bueno, peor es cortar con alguien porque pasó algo malo en el medio.

- Me ha tocado también eh, y eso que no tuve tantos novios, pero bueno, pasé por esa también. No sé bien con cuál quedarme -se hizo la pensativa y sonrió.

- Que tema tan dark, ¿no? -arrugó las cejas detrás de sus lentes.

- Si, y es rarísimo hablarlo con vos -él abrió los ojos haciéndose el ofendido.