Capítulo 44 ✓

1.7K 130 49
                                    

Advertencia: 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Advertencia: 

Escenas explicitas +18, evitar gritos alocados o infartos vaginales.

Escenas explicitas +18, evitar gritos alocados o infartos vaginales

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Algo de Connor? —le preguntó nuevamente al castaño rubio, este negó rotundamente mientras se acercaba a la puerta.

—Todavía quedan hombres del lado de nosotros, Twist. —comentó dándole ánimos—Están buscando por todas partes, lo encontraremos.

Él suspiró, negando con la cabeza.

—Espero que así sea, niño. —dijo, luego mostró una media sonrisa—Gracias por informarme.

Mairus asintió con la cabeza y se despidió sin antes decir que había comida fresca en el microondas, por si nos daba hambre ya que él aseguraba que el frío de Houston provocaba ansias de comer.

—Creo que voy a enloquecer. —soltó un suspiro exagerado, había pasado más de una hora, subía y bajaba su pierna izquierda con desespero— ¿Abril, me estás escuchando? —preguntó con enojo.

Despegué la mirada del libro y lo observé detenidamente, estaba actuando como un niño pequeño ansioso por ir a un parque, sonreí inconscientemente ante ese pensamiento.

—Sí, rubio. Te escuché las cinco veces que lo dijiste—volví mi vista al libro—, pero decidí ignorarte después de la tercera vez. —sonreí con chocancia, él frunció el ceño—No entiendo porqué estás tan alterado.

Dio grandes zancadas, acercándose a mí con su aura de impotencia y actitud dominante, obligando a que levantara la mirada. Tragué saliva por lo pequeña que me sentía estando sentada frente a él, se inclinó cerrando el libro entre mis manos y alzó una de sus cejas.

—Estoy encerrado, en medio de la nada, sin poder conducir, ni fumar porque Chelsea no permite eso por su perro, cosa que veo fuera de lugar. ¡En fin! —exclamó exasperado—Diría que estoy demasiado tranquilo, la última vez que me sentí encerrado de esta manera, asesiné a los guardias de seguridad que resguardaban mi habitación en la Correccional.

Bajo las Reglas de un Criminal © (PASADO #1) ✓ EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora