Extra ✓

1K 86 5
                                    

A N G E L I N A

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A N G E L I N A

7 meses atrás.

Debo mantener la calma.

Eso es pan comido, si tan solo no hubiera una camioneta negra siguiéndome desde que salí de mi casa.

Podrían ser dos cosas; el chico tatuado se obsesionó conmigo y planea secuestrarme, o, soy adoptada y planean secuestrarme, así que mi padre adoptivo el cual es multimillonario sin yo saberlo contrató una docena de guardaespaldas para protegerme.

¿En serio, Angee?

Creo que he leído demasiadas novelas juveniles en Wattpad.

Comencé a acelerar el paso, maldije mentalmente cuando mi mamá decidió comprar una casa que queda a millones de metros de mi escuela. Si pasara el transporte público por estos lados, no me quejaría, pero no señores, Angelina Lucena hace ejercicio todos los días de su vida.

Abrieron la puerta de dicha camioneta y salieron dos hombres, esa fue la luz verde para comenzar a correr.

Claro que, si fuera otra persona, hubiera salido ilesa de dicha situación, pero como a mí me pasan cosas sumamente estúpidas, me tropecé con un basurero y caí de boca en el pavimento.

Fue segundos después, que a pesar de forcejeos de mi parte y mordidas en sus manos, me metieron a la fuerza en la camioneta.

—¡Grandísimos hijos de su madre! —exclamé enojada—¿Qué mierda quieren, dinero, joyas? No sé si se han percatado donde vivo, imbéciles, pero no tengo nada que ofrec, —

—¿Siempre eres así de histérica? —el copiloto volteó su mirada a la parte de atrás, y abrí literalmente mi boca.

—¿Esto es por qué no acepte tener sexo contigo de nuevo, Lorenzo? —grité exasperada—¿Por qué estás secuestrándome?

Negó con la cabeza—. No te estoy secuestrando, Angee. Si fuera así, ya hubiera encendido el auto.

Miré a ambos lados, era verdad, no habían comenzado a conducir.

—Deberían tomar un curso de interacción social. —rodé los ojos—¿Qué quieren de mí?

—Tus conocimientos de sistema y rastreo en cualquier plano de la materia. —sonrió de boca cerrada.

Tragué saliva. ¿Cómo sabía eso? Se suponía que nadie debía saber de eso.

—No sé de qué hablas.

— ¿Segura? Porque mi buen amigo Horacio Cruz no dice lo mismo. —se volteó un momento, y se reincorporó con una carpeta entre sus manos—¿Sabes qué es esto? Son tus antecedentes penales, preciosa. —soltó una risa—Sinceramente mi jefe y yo quedamos impresionados cuando leímos el caso del Frigorífico Eximan.

Bajo las Reglas de un Criminal © (PASADO #1) ✓ EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now