The firstborn | Jujutsu Kaisen. (Pausada)

XIV

Miró a la pelinegra de pies a cabeza. Pensativa, musitó llevando una mano a su barbilla, frunciendo su ceño y analizando los vestidos que tenía en cada mano, la pequeña permanecía con una camisa de la castaña que hay que aclarar que le llegaba hasta los tobillos, y el cuello de la camisa descubría su hombro derecho.

— ¿Sigue indecisa?

— Ya hablamos de ese tono formal, por favor ¡Soy como una hermana más! Solo que... No le digas eso a Takeshi —aclaró, esbozando un mohín para luego soltar un suspiro—. ¿Quién elige tus vestidos?

— Mi hermano —comentó ella, esbozando una leve sonrisa mientras un brillo de orgullo se asomaba en sus ojos negros.

— Pues la forma en la que tu hermano se viste es realmente increíble a diferencia de estos vestidos morados y amarillento—hizo gestos con sus manos y un mohín en su rostro que le causó algo de gracia a la menor, pero aun así solo esbozo una leve sonrisa. Sí, era idéntica a su hermano—. ¿Lo has visto vestido? Es como si se estuviera preparando para una pasarela.

— Me gustan las cadenas que usa colgando en sus pantalones, ¡Sus zapatillas también son geniales! Aunque la mayoría de su ropa es negra —comentó ella, Yashiro solo sonrió y asintió dándole la razón.

— ¿Qué me dices de sus camisas y camperas? —achinó sus ojos sentándose en la orilla de la cama, ansiosa de la opinión de la menor.

— ¡Sus estampados son geniales! —alzó ella, dejando los dos vestidos de lado mientras se acercaba un poco más a Yashiro—. Y su ropa siempre huele a su perfume. En invierno siempre se preocupa de andar con un suéter extra cuando salimos, aunque me quedan demasiado grandes.

— ¡Y no olvides los anillos! Aunque últimamente no lo he visto usar demasiados... Supongo que cuando le dije que eran demasiado incómodos cuando nosotros lo... —MAYORES DE DIECIOCHO YASHIRO, MAYORES DE DIECIOCHO. Entreabrió su boca al escuchar sus pensamientos, soltó una risa nerviosa mientras la pelinegra ladeaba levemente su cabeza confusa—. O-Olvidalo —y por alguna razón sintió un escalofríos por toda la espina dorsal, como si el mismísimo Takeshi estuviera allí, escuchando todo, listo para disciplinarla.

— Realmente me gustaría vestir como mi hermano, pero en realidad no hay ese tipo de ropa en las tiendas para mí... De todas formas, no me quejo... Creo que la ropa que elige Takeshi-chan es linda, pero aun así prefiero como él se viste.

— Huhmm —musitó Yashiro, cruzando una pierna sobre la otra para luego hincar su codo en su rodilla y apoyar su barbilla en su mano—. ¿Alguna vez has usado un kimono?

— No... como solo somos papá y Takeshi en casa no vamos a demasiados festivales... Hermano hace lo que puede cuando no tiene demasiado que estudiar, y como nuestra hermana está en el extranjero no puede hacer demasiado por nosotros, además papá pasa la mayoría del tiempo en el trabajo y a veces se va por semanas al extranjero, nunca hubo una celebridad importante de la cual tuviéramos tiempo de disfrutar y vestirnos tradicionalmente —sí, hay algo por lo cual Yashiro detestaba a los niños pequeños, y es que cuando uno les pregunta algo, te dan una respuesta con detalles innecesarios. Pese a ello, para la edad de aquella pelinegra, Yashiro estaba algo sorprendida de lo madura que podía llegar a ser, y aún que habían algunos pequeños detalles que le seguían irritando, estaba totalmente al tanto de que no era cualquier niña de su edad.