XVII

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El pelinegro pasó el paño húmedo por la mesa redonda, limpiando está tras retirar los cubiertos sucios

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El pelinegro pasó el paño húmedo por la mesa redonda, limpiando está tras retirar los cubiertos sucios. Soltó un suspiro tras terminar y se apresuró en ordenar todo para luego regresar a la barra de atención. Dejó de lado el paño de limpieza y los cubiertos sucios en la cocina.
Una notificación llegó a su teléfono, lo miró de reojo mientras sacaba la cuenta de unos cuantos pedidos, y una vez desocupado tomó rápidamente el aparato electrónico para prender su pantalla e ir directamente a la bandeja de mensajes.

Yashiro...

Yashiro;
¿Trabajando?
4:30 pm

Hitsumi y yo acabamos
de volver a casa ^^
4:30 pm

Ella se veía realmente
feliz en el festival,
deberíamos ir todos
juntos la próxima vez
4:30 pm

Seguido aquellos mensajes, se adjuntaron más de veinte fotografías que tardaron un poco en cargar. Solo habían dos parejas en el local, y parecían estar lo suficientemente satisfechos con su orden, por lo cual Takeshi tuvo el tiempo suficiente para esperar a que las fotos cargaran y luego poder verlas.
Entre todas las fotografías, había una que adoro más que nada. Sonrió tenuemente observando la pantalla del celular, mientras su compañero junto a él quedaba boquiabierto al verlo sonreír por primera vez en el año que habían trabajado juntos.

El pelinegro seleccionó la fotografía: Yashiro tan atractiva como de costumbre, sonriendo de una manera encantadora a la cámara, pero como si aquello no fuera suficiente, su pequeña hermanita era cargada en sus brazos, vestía aquel hermoso kimono oscuro con dragones dorados y su cabellera tomada en aquel tomate decorada con palillos y un broche dorado. Nunca, en toda su corta vida, había visto a aquella pequeña tan bien vestida.
Los grandes dragones chinos de papel, manejados por personas escondidas dentro de ellos, se veían de fondo junto a las lámparas tradicionales de papel y escarcha por los aires.

La ajustó con el tamaño perfecto, y ahora, cada vez que prendía la pantalla de su aparato electrónico, aquella encantadora fotografía le daba la bienvenida.

— Dime ¿Aún crees que ella tiene algo que ver con el instituto? —preguntó repentinamente Nobara mientras observaba al pelinegro mirar el papel en sus manos para luego alzar la mirada a cada puerta del pasillo departamental por el cual pasaban.

— Últimamente el chico Nakerama es el que más ha levantado sospechas, pero no por ello podemos ignorar completamente a los demás incluidos en el caso —respondió soltando un suspiro y sacudiendo su cabello confuso sin encontrar la puerta que buscaban—. Por otro lado, tengo mis propias especulaciones sobre la estudiante y hasta ahora me las he guardado para mi mismo, no quería espetar nada si no tengo una base donde afirmarse —la imagen de los dibujos que se había llevado del salón de clases se pasó por la cabeza del muchacho, y tras unos segundos negó intentando despejar su mente—. En un principio Itadori dio la idea de visitar a la estudiante, y en realidad no pensaba hacerlo porque no tenía demasiadas razones como para ir directo a ella... Pero el que se haya incluido en el caso de aquel asesinato en el instituto fue como un golpe de suerte.

The  firstborn | Jujutsu Kaisen. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora