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"El Arquitecto" era el nombre que había recibido alrededor de los años mil novecientos en adelante, en donde llevaba a cabo múltiples planes en su mayoría relacionados con robos y disturbios políticos bajo un seudónimo masculino, aunque solo los s...

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"El Arquitecto" era el nombre que había recibido alrededor de los años mil novecientos en adelante, en donde llevaba a cabo múltiples planes en su mayoría relacionados con robos y disturbios políticos bajo un seudónimo masculino, aunque solo los socios que pedían sus servicios conocían su verdadera identidad, la cual por cierto era borrada de su memoria una vez que sus tratos terminaban.

A lo largo de su vida, Yashiro decidió vivir con las necesidades de cualquier otro humano, pero para poder vivir como ellos necesitaba también trabajar, ya sea de manera legal o ilegal con tal de tener dinero.
La prostitución fue admitida por un tiempo dentro de su línea de trabajos, ya que no podía dejar de lado su necesidad de alimentarse de la energía maldita de los humanos, y los más indicados para esto eran los soldados de la caballería militar.

Pero pronto se cansó de ello, comenzando a ir por trabajos de otro tipo de ámbito.

Yashiro siempre tuvo una capacidad increíble para idear planes. Sus primeras veces fallaban en ciertos factores, pero poco a poco se fue perfeccionando. "El Arquitecto" nació como tal, y se dió a conocer sus servicios, en el momento en que, el primer líder, el fundador de La Cosa Nostra necesitaba con urgencia acabar con una familia enemiga que había estado alterando sus negocios imprudentemente, robando y asaltando sus vías de transporte de alcohol y narcóticos.

"Escuche del amigo de un amigo..." y así el seudónimo de Yashiro llegó a los oídos del hombre. Si bien se llevó una gran sorpresa al ver una figura femenina, no le dió demasiada importancia cuando conoció su gran intelecto y lógica (incluso ofreció esposarla con uno de sus hijos).

Se especializaba tanto en planes pequeños como grandes, catástrofes pequeños y grandes, robos pequeños y grandes, manifestaciones pequeñas y grandes. ¿Robar dinero? Pan comido, y de pasada te traía una de las obras de arte más famosas de la época. ¿Cuáles eran los requisitos? Armas y dinero era todo lo que necesitaba para aceptar el trato, no importaba cuál sea, siempre lo cumplía cuando su paga estaba frente a sus ojos.

Era simplemente impresionante lo calculadora que era, todo comenzaba y terminaba en el minuto exacto en el que ella quería, sin atrasos o adelantos, aunque desde luego que le llevó cientos de años perfeccionarse de aquella manera.

Siempre miraba la hora en su reloj de mano, era un detalle imposible de no ver para quienes solicitaban sus servicios. Era fría y paciente, más que nada estaba capacitada para llevar sus acciones más allá de la línea de imaginación que sus contratantes tenían en mente. Si debía matar a alguien para avanzar un paso en el plan, entonces lo haría; Si debía derrumbar grandes estructuras arquitectónicas para avanzar un paso en el plan, entonces lo haría.

Por ello mismo, cuando dieron las nueve de la noche en punto, se sentó en la cama matrimonial pasando una mano por su cabellera, soltando un profundo suspiro mientras sus ojos trataban de adaptarse a la oscuridad del gran cuarto y, pronto, la figura junto a ella se revolvía en su lugar.

The  firstborn | Jujutsu Kaisen. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora