XXXVII

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Hitsumi estaba maravillada

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Hitsumi estaba maravillada. No sabía cómo hizo la castaña para encontrar esa tienda de ropa especifica que la menor tanto se había empeñado por imaginar. Tenía el estilo de prendas que su hermano mayor y Yashiro utilizaban, tenían de todas las tallas posibles; y eso incluía a los menores.
Realmente, el brillo de encanto se asomaba en sus oscuros ojos, sujetada de la mano izquierda de la castaña que rió levemente al verla tan emocionada.

Jeans mom, jeans baggy, jeans cargo, faldas a tablas con diseños cuadrados o de color liso, tops, camisetas holgadas, chaquetones, suéteres, vestidos, bolsos, zapatos, botas, cadenas, accesorios, aretes.

— Tú ve y escoge lo que quieras, será como un regalo adelantado para tu cumpleaños —Yashiro sacudió su cabellera. Tenía cada una de las tarjetas en su billetera rebalsadas de dinero, y tenía toda la intención de mimar a la pequeña incluso si aquello significaba ser regañada por Takeshi una vez que se enterara. Pero ¿Qué más da?

— ¿Lo que quiera? —preguntó la menor, alzando su mirada a ella quien solo volvió a sonreír levemente y asintió.

Pasaron de un lado a otro. Yashiro llevaba unos simples jeans negros con múltiples rasgaduras, ajustados un tanto a sus muslos y más holgados hacia el resto de las piernas. Unos tenis blancos con detalles negros y azules. Y una ceñida camisa de tirantes color blanca, con un pronunciado escote.
La cadena con dos placas militares, el collar con aquella piedra fluorita y entre otro par más decoraban como de costumbre su pecho desnudo, y también unos cuantos anillos en sus manos.

La pequeña, en cambio, llevaba un vestido blanco sin mangas, holgado desde la cintura hasta la rodilla, con unas zapatillas negras y calcetas hasta la pantorrilla también blancas. Su cabello había sido tomado en dos tomates algo descuidados, pero seguía viéndose resplandeciente y hermosa.

— ¿Hah? ¿Solo llevarás eso? —preguntó extrañada, viendo solo un par de jeans y poleras en las manos de la pequeña, quien asintió con esa inocente mirada y esbozó una sonrisa—. Cariño ¿Por qué no renovamos todo tu armario? No importa lo que Takeshi diga, solo ve y escoge más ropa ¿Acaso piensas vestirte con los mismos jeans y camisas todo el resto del año? —burló, aunque si lo pensamos bien ella siempre parecía ocupar la misma ropa durante la semana, pero bueno. Agarró las prendas, las dejó en un carrito y le hizo un ademán con la mano para que fuera a escoger más cosas.

A pesar de las múltiples "Pero Takeshi-chan va a..." De Hitsumi, Yashiro insistió una y otra vez qué poco le importaba, hasta que terminaron cuatro horas metidas en la tienda. Yashiro le mostraba prendas a la menor, ella asentía con una sonrisa e iba al cambiador, desfilaba para la castaña que encontraba que todo en ella se veía bien, y luego dejaban el oufit en el carrito para continuar con las compras.
Terminaron por gastar el dinero de dos tarjetas en su billetera, y la pelinegra se sintió algo culpable de ello, pero Yashiro solo realizó el pago con su mejor sonrisa mientras le guiñaba un ojo para acariciar levemente su mejilla, mientras al costado de la caja dos empleados se encargaban de guardar el montonal de ropa en bolsas de papel.

The  firstborn | Jujutsu Kaisen. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora