Coincidencias ♥ |Fanfic-Raura|

Cap. 52 Velita De Cumpleaños

⚠ADVERTENCIA DE CONTENIDO⚠
Este capitulo narra escenas un tanto fuertes además de contenido sexual leve.
En caso de que quieras saltarte esto último pondré dos 🔥🔥en donde inician los detalles y 🔥🔥en donde terminen para que sepas qué puedes ignorar y cuándo puedes continuar leyendo.

¡Gracias y qué disfrutes el capitulo! 😊

Mientras corría en la mitad de la nada, por entre los árboles, sintiendo cómo sus pies se tambaleaban sobre la nieve y sabiendo que podría hundirse dentro de ella en cualquier momento, Laura se dio cuenta de que no había escapatoria. No tenía donde esconderse.
Tendría que ser más rápida que él si quería salir ilesa.

-¡Ríndete de una vez, Marano!-gritó detrás de ella.

-¡Nunca!-exclamó Lau. Su respiración completamente acelerada.

Alcanzó a escuchar una risa profunda a sus espaldas.

-¿Siempre has sido tan aguerrida?

Su pecho subía y bajaba, sus piernas empezaban a cansarse, su boca se secaba por tanto gritar, pero nada interesaba. Rendirse no era una opción. No sería capaz de permitírselo después de lo mucho que le había costado escapar en primer lugar.

Corrió y corrió hasta que debió aceptar que no podría hacerlo por mucho más tiempo, y sin importar qué tan estúpido fuera, en especial por la situación en la que se encontraba, aprovechó su ventaja y zigzagueó entre los árboles hasta que decidió ocultarse detrás del tronco de uno durante un minuto.

-¡Puedes apostarlo!-respondió con presunción.

Se dio permiso para recomponerse un par de segundos y tomar aire antes de inclinarse sigilosamente a revisar qué tanto tiempo le quedaba antes de que él pudiera alcanzarla. Pero al asomarse no lo vio ahí.
Extrañada, Laura se atrevió a buscar del otro lado y entonces, sintió un par de manos sobre su cintura.

-Te tengo.-le susurró al oído.

La alzó sobre su hombro y la sacó de aquel pequeño bosque antes de comenzar a girar con torpeza, dando vueltas sobre sus pies al tiempo que la chica soltaba más gritos que se convertían con rapidez en carcajadas.

-¡Ross!

La ropa del rubio estaba llena de nieve, víctima de los proyectiles que Laura había lanzado sin previo aviso. La castaña inició una guerra que no quiso quedarse a terminar, pero Ross no aceptaría aquello.

-Nadie puede lanzarme bolas de nieve sin recibir mi furia a cambio.-fingió que gruñía, haciendo su voz mucho más grave de lo que era en realidad, sonando tan tonto que logró hacer reír a Laura justo como quería.

-No puedes estar furioso conmigo.-alegó ella mientras éste la bajaba y la dejaba correr libre de nuevo.

Tenía tanta ternura en su voz que Ross no pudo hacer más que dejar que se le contagiara. Como si no la sintiera ya.

-Es cierto.-aceptó-Pero sí que puedo hacer esto.

Tomó una pequeña porción de nieve y la aventó directamente hacia su novia, quien detuvo su carrera y se giró para mirarlo con la boca completamente abierta, actuando como si estuviera indignada, pero volviendo a reír casi de inmediato y lanzándole mucha más nieve de regreso.

-¿Cómo es que tus manitas pueden hacer bolas tan grandes?-exclamó Ross riendo.

-No lo sé, ¿cómo es que tus manotas hacen bolas tan chiquitas?-respondió ella de la misma forma.