Cap. 37 Mr. Soon

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La última semana

•Miercoles

La música inundaba los oídos de los chicos. Llevaban un rato practicando y estaban felices, lo habían logrado. De nuevo.

∆Dime si pudieras amarme,
hacerme alguien.
Si pudieras amarme, hazlo.

¿Puedes tener mis sentimientos?
Angeles y demonios.
Si pudieras amarme, hazlo.

Yo podría estár contigo.∆

Dejaban el alma en cada canción. Escribir la letra era mucho más que eso, se trataba de buscar en sus sentimientos, en los profundos. Y más tarde, al tocar y cantar, la emoción los absorbía. Directo del corazón, para todos aquellos que quisieran escuchar la canción y compartirla con ellos. R5 era feliz con eso. Ross no podía esperar a mostrarle la canción a Lau.

∆Ahora sé lo que te gusta.

Maldición, tenemos una buena vida.∆

Vaya que sí.
En cuanto terminaron, sus propios aplausos y gritos los animaron más.

-¡Somos increíbles!-admitió Rocky.

-¡Lo hicimos bien!-gritó Rydel.

-¡MUY bien!-corrigieron Riker y Elli.

-Perfecto, chicos.-insistió Ross llevandose a la boca una botella de agua-Hey, Rydel, ¿qué hora es?

La rubia miró su celular. Wow. El tiempo se les había pasado.

-Las siete.

-Oh, diablos. Es tarde.-corrió en su propio lugar antes de correr hacia los chicos y despedirse de cada uno-Debo irme,-decía mientras tanto-nos vemos mañana.

Salió de ahí sin escuchar lo que tanto le gritaban. En la calle se dio cuenta: estaba lloviendo. Cómo si eso fuera a ser un obstáculo. Sus piernas se movieron más rápido, evitaba con astucia los pocos autos que pasaban, saltaba lo que fuera que se le atravesara. Finalmente, llegó a Starbucks.
Se acercó al mostrador y recargó ahí todo su peso con los codos, sin poder respirar de forma normal todavía, estaba agitado, estaba cansado, pero orgulloso. Laura se acercó apenas lo vio.

-Hola...-alcanzó a decir Ross.

-Cariño, ¿estás bien? Tienes el cabello empapado.-en realidad, todo él estaba empapado.

-Sí, estoy bien.-respiró profundo una cuantas veces más, casi recuperado-¿Qué tal tú, hermosa?

Ella sonrió.

-Muy bien. Ven, vamos a buscarte otra chaqueta.

Lo tomó de la mano y comenzó a caminar, pero Ross no se movió.

-¿A dónde?

-La semana pasada dejaste una.-contestó sonrojándose.

-¿En serio?

Laura asintió aun más roja. Él pensó y pensó, y no tardó mucho en encontrar un recuerdo que lo confirmaba: ambos besándose en el cuarto de atrás, Ross bajando los labios por el mentón de la chica, llegando a su cuello, lamiéndolo, y con sus brazos y manos, se quitaba la chaqueta torpemente. Ella lo había parado antes de que llegaran demasiado lejos, pero lo que alcanzaron a hacer valió la pena por completo.

Coincidencias ♥ |Fanfic-Raura|Where stories live. Discover now