Coincidencias ♥ |Fanfic-Raura|

Cap. 24 Mesa Para Dos

Capítulo Dedicado a: ❤ AsbelAreliTakayamaGu ❤ Por alegrarme el dia, el mes, y el año con tus comentarios :') Me haces reir mucho, y no sabes cuanto significa para mi que te guste el fanfic ❤ :3
Gracias 😊!

Era el domingo de la semana en la que Ross había decidido quedarse en NY.

Vanessa tocaba la puerta como loca a las siete de la mañana, hasta que recordó que su hermana dejaba una llave de repuesto debajo del tapete de bienvenida. Abrió, apenas estaba articulando el nombre de Laura cuando frente a ella vio pasar demasiado cómodo a un rubio prácticamente desnudo, con nada más que un bóxer rosa muy delgado para el gusto de la pelinegra.

—¡Oh por Dios!—gritó ella tapándose los ojos con las manos y parpadeando continuamente tratando de no ver nada—¡Laura!, ¡LAURA!

Apenas se percatara de la presencia de la chica y oyera sus gritos, Ross terminó alarmándose también. Corrió asustado al baño y cerró la puerta tan rápido como le fue posible. Laura salió de su habitación corriendo igual, ella sí llevaba puesto algo decente.

—¿Qué pasa?—preguntó con los ojos bien abiertos.

—Ese... Ese.. ¡Ese tipo!—titubeó al borde de la histeria.

Vanessa era así.

—¿Quién?—volvió a preguntar la menor sin entender nada.

—El rubio.

Laura suspiró. Ahora lo entendía.
—Sólo era Ross.—se sintió tan raro decirlo. No era "sólo Ross". Era mucho más que eso.

La última revelación no calmó en nada a Vanessa. ¿Ross estaba ahí? ¿Cómo, por qué, cuándo?

Laura terminó de explicarle todo a su hermana, justo para que ésta pudiera decir:

—No puedo creer que te acuestes con él.

—¡No me acuesto con él!—se defendió, hablando alto más evitando que Ross la escuchara en el baño—O sea sí, una vez, ¡pero fue sólo una!

—Explicame entonces porque lo vi salir casi desnudo de tu habitación.

Vane se cruzó de brazos, satisfecha. Y Laura no lo estaba en absoluto.

—Bueno, quizá íbamos a hacerlo anoche...Pero no pasó nada ¿vale? No me veas así.

—¿Estuvieron a punto?—inquirió curiosa.

—Estuvimos a punto.—confirmó.

Santo Cielo.

—¿Y entonces?, ¿qué pasó?

—Es que no teníamos... Tú sabes.

Puso una expresión incomoda en el rostro esperando que la mayor lo comprendiera.

Pero no.

—¿Qué cosa?

—Agg, Vanessa. No teníamos un condón ¿bueno?

Esta vez, Vane frunció la boca.

—Estas loca, no necesitas un condón. Estas embara...

—¡SHHHHHHH!—la calló Laura haciéndole honor a eso de «loca», pues su reacción no tuvo nada de pasiva—¡Te va a escuchar!

—Espera.—parpadeó mucho de nuevo—No se lo has dicho, tonta.

—Tonta tú.

Muy madura Laura.