Coincidencias ♥ |Fanfic-Raura|

Cap. 27 Slime Records

Capitulo Dedicado A:❤ Nikole_Gomez ❤ Por ser tan apasionada, por darme tantos motivos para seguir y por nunca dejarme sola. (Y también por hacer tan condenadamente divertidas las clases de taller 😉) 😘.

Con muchas dudas en el aire, Rydel, Laura y Ellington se sentaron anticipando lo que pasaría a continuación.

—Sólo por curiosidad... Tú también estás embarazada ¿no?—cuestinó Elli como dejándose llevar.

—Sí.—confirmó Laura sin más—Voy a decirle a Ross, lo juro. Dame tiempo...

—Esperate. ¿Es de Ross?

—Pues sí.—dijo bastante obvia sintiéndose sonrojar.

—Oh por Dios. Eso es increible, Lau.—Se veía sorprendido, y feliz. ¿Sería que Ross recibiría igual de bien la noticia?—No diremos nada,—prometió—pero debes prometer guardarnos el secreto también.

—¡Claro que sí! Pueden confiar totalmente en mi.

Rydellington suspiró, deshaciéndose del enorme peso que habían estado cargando. Laura hizo mucho con esa sonrisa tranquilizadora, tanto que ella misma terminó creyéndose que todo iba a estar bien.

—Todavía no está confirmado.—confesó Rydel tomando la mano de su novio, que era todo su soporte, ahora más que nunca.

Laura la miró con el ceño un tanto fruncido.

—Haremos una prueba de sangre.—explicó Ratliff.

—¡Haremos, nada!—le gritó bajito Rydel—Me la haré yo, tonto.

—Cierto, sí. Lo siento, cariño.—se lamentó con la miraba gacha.

La castaña los veía con dulzura, eran una pareja hermosa. El celular de Laura sonó de pronto anunciando la llegada de un mensaje. Podría haberse asustado, pero ni lo pensó. Y que bien que no fue así, porque no hizo falta.

"Mi amor, ¿dónde estás?"

Ross había llegado a depender de ella: si Laura se iba, se llevaba la vida del rubio consigo.

"La visita se alargó. Ya voy para allá."

Apenas lo envió, sólo pudo parpadear un par de veces antes de recibir respuesta.

''Vuelve pronto, Ethan me está volviendo loco. Tal parece que no sabe lo que "Soy hetero y tengo novia" significa :'/ "

Marano soltó una carcajada. Ethan amaba jugar así con Ross, aún si este no entendía por completo que era un juego.

—Bueno, chicos, debo irme. Les deseo toda la suerte del mundo.—habló su parte más sincera.

—Gracias, Lau. Igual para ti.

Ambas chicas se abrazaron con fuerza y al estar cerca no evitaron susurrarse: "Te quiero".
Laura igual abrazó a Ellington, le deseó suerte nuevamente y se alejó. Su propio novio la esperaba, y su familia estaba cada vez más cerca.

•••

Algunos días después, en Starbucks -aun cerrado-, Laura pasaba con nervios las puntas de sus dedos  sobre las teclas del ya familiar teclado que tocaba cada tarde. Ross se anudaba el verde delantal a la cintura: pan comido para esos dedos hábiles. Ethan revisaba, con una pequeña arruga en la frente, varios papeles de contenido desconocido para los otros dos. Laura terminó de decidirse, llamó a los chicos para que se acercaran. Eso hicieron.