Capítulo 31

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No hay ningún motivo ni ninguna razón. O eso al menos es lo que pensaba cuando al terminar con su último cliente, ha conducido hasta la casa de sus padres y no la suya.

Ahora se da cuenta. Simplemente echa en falta esos momentos a solas con su padre. Esos en los que Luis le deleita con alguna de sus letras en exclusiva o le sorprende confesándole con qué artistas está trabajando.

Justo cuando le intenta contar el significado de una de sus últimas creaciones, les interrumpe el ruido de la puerta.

- Ya llegué- canturrea la voz de Lía mientras va dejando sus pertenencias tiradas a su paso para fastidio de los dos hombres del sofá.

Los ojos de la chica se abren exponencialmente cuando al entrar al salón no encuentra solo la mirada de su padre sino también la de su hermano.

- Justo iba a ir a tu casa pero no sabía si ibas a estar- dice haciendo alusión a Martín- Tenemos que hablar- anuncia tras dar un rápido beso a su padre tirando sin permiso de su mano.

- Pero...- intenta frenar a su hermana a la vez que se levanta dejándose arrastrar por ella.

Es una mirada resignada de Luis la que le hace callar siguiendo a Lía. Ambos la conocen y saben que, por ridículo que sea, cuando algo se le mete entre ceja y ceja es imposible pararla. En realidad su conversación tampoco es que fuera muy importante.

Sube a trompicones las escaleras teniendo cuidado de no caerse mientras Lía no deja de tirar con fuerza de su mano hasta meterle en su habitación.

- Espero que tengas una buena explicación- le increpa con los brazos en jarra visiblemente molesta.

- ¿Una explicación de qué?- pregunta confuso porque verdaderamente no entiende de qué le habla su hermana.

- No intentes negarlo, que sé que te estás liando con Luna y me parece muy fuerte que no me lo hayas dicho cuando fui yo la primera...- intenta acusar a Martín.

- ¿Pero tú cómo sabes...?- la interrumpe intentando ordenar en su cabeza las palabras que han salido escopetadas de los labios de su hermana.

- ¡Qué fuerte! Encima lo admites sin ningún remordimiento- dramatiza dando vueltas por su habitación.

Martín boquea intentando responder a Lía, pero lo cierto es que no sabe muy bien qué espera que le diga.

- Es por eso por lo que no me dejas tu piso, ¿no?- pregunta buscando una reacción de Martín.

- A ver- frena la palabrería de su hermana- Lo primero, ¿a ti quién te ha dicho nada?- acierta a preguntar.

- Víctor, porque si espero a que me lo cuentes tú...- resopla sentándose a su lado en la cama- Ahora no te vayas a enfadar con Luna- advierte- la pobre debió contarle a sus amigos que al fin os habíais liado- cuenta lo que sabe tratando de disculpar a su amiga.

- Realmente somos novios- admite dibujando una enorme sonrisa en Lía- Lo hablamos el otro día- se obliga a explicar por cómo le mira.

- Así me gusta, hermanito- reacciona abalanzándose hacia él en un abrazo que les tumba a ambos en la cama.

- Y no me voy a enfadar con ella por eso- aclara sintiendo como su hermana ríe sobre él.

- Mamá va a flipar- murmura Lía buscando su mirada con los ojos brillantes visualizando la reacción de su madre.

- Mamá aún no sabe nada- frena esas ideas.

- ¿Pero por qué?- reacciona incorporándose no entendiendo cómo es capaz de mantener ese secreto.

El destino no siempre está escrito en las estrellasWhere stories live. Discover now