Capítulo 47

575 46 66
                                    

En otro momento, con otra persona, sería incómodo. Pero Luna no se siente desnuda bajo la mirada de Martín a pesar de estar en ropa interior. Tampoco tiene frío pese a que su última palabra y su movimiento han hecho que la temperatura de la habitación descienda de manera brusca varios grados.

- No podemos hacer esto de nuevo- consigue decir haciendo que la mente de ambos viaje en el tiempo a esa noche de fiesta donde sus cuerpos se llamaron a gritos cuando ellos solo buscaban esquivarse.

Martín frota nervioso su rostro. Aquello su mente lo catalogó como un error y no pueden volver a cometerlo porque ya saben que tiene consecuencias. No está bien. Habían pactado una especie de tregua, de pausa...

- No voy a decir que no quiero o que no me apetece, porque mentiría- continúa hablando Luna aprovechando el silencio de Martín para decirle todo aquello a lo que tanto le ha costado poner palabras.

Tiene muy claro lo que siente y, desde el momento en el que planteó a sus padres esta escapada, también lo que quiere decirle. Aunque en las 48 horas que llevan juntos aún no haya sido capaz de decirlo, ahora que ha empezado, no quiere ni puede parar.

- Sé que dijimos que íbamos a hablar de nosotros a tu vuelta y que aún te queda viaje, y yo me voy mañana, pero aún no te he dicho lo que quería decirte- habla cada vez más rápido ante la mirada indescifrable de Martín- Y es que yo no he cambiado de opinión, sigo sintiendo lo mismo, aunque por supuesto que te doy el tiempo que hablamos si lo necesitas- aclara dibujando una sonrisa en el chico- No sé...- empieza a dudar porque de pronto, son sus palabras las que le hacen sentir desnuda, con el pecho abierto en canal y el corazón pendiendo de un hilo frente él. Para él- Solo quería que lo supieras- añade casi en un murmullo.

No hace falta ser un genio, cuando la vio en aquella estación de Ámsterdam lo pensó. Pensó que todo estaba resuelto, que ese tiempo se había terminado y que volvían a ser ellos como antes.

También lo ha pensado cada una de las veces que sus manos se han rozado en esas 48 horas, o cada vez que retumbaba el eco de su risa cerca de su piel.

Lo ha pensado cada vez que la ha visto salir enredada en una toalla del baño, cuando se ha quedado observándola sin que se diera cuenta y cuando ha vuelto a usarle de almohada.

No ha podido evitar que ese pensamiento cruzara su cabeza todas y cada de esas veces, porque una parte de él quería gritar que la presencia de Luna significaba algo. Porque una parte de él, quería pensar que lo que ha imaginado cada vez que estos días le enviaba una foto, era realidad.

- Yo no necesito más tiempo- responde con suavidad Martín provocando que Luna se tense ante sus palabras- La soledad ayuda a pensar y, de hecho, me he dado cuenta de todo el tiempo que he perdido- afirma con un gesto serio que Luna no sabe cómo interpretar.

¿Está hablando de ellos? ¿Acaso Martín piensa que todo ese vaivén ha sido una pérdida de tiempo?

- Te he echado de menos muchas veces- admite exponiéndose ante ella una vez más- cada vez que te enviaba una foto- aclara viendo cómo la mirada de Luna empieza a iluminarse- ¿Crees que todas esas veces son suficientes o aún tenemos que esperar más?- cuestiona divertido acercándose de nuevo a ella.

- Me has enviado muchas fotos- responde casi de manera automática.

- Muchas- le da la razón- aunque muchas otras me las he guardado para no parecer pesado- confiesa con cierta vergüenza que a Luna la enternece- Quizá hasta ya ha dejado de tener sentido este viaje- propone deslizando una de sus manos por el minúsculo brazo de Luna que se estremece a su tacto.

- Tienes... tienes que terminarlo- le pide con dificultad.

Le quiere libre y cumpliendo su sueño.

El destino no siempre está escrito en las estrellasWhere stories live. Discover now