47: Shen Lian se avergüenza de sus acciones.

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Shen Lian apenas notó cuando las temporadas cambiaron, debido a su reclusión médica. Tras pasar dos meses encerrado en su habitación, no había tenido la oportunidad de ver el exterior en ningún momento de su estadía. A veces veía el rostro de su esposo enrojecido por el calor o el frío, pero nunca sintió la necesidad de preguntar.

Ahora, saliendo por primera vez desde aquella conversación que tuvo con el emperador, Shen Lian se sorprendió al ver una gruesa capa de nieve blanca cubriendo el jardín que tanto le gustaba. Era muy hermoso, pero su cuerpo se estremecía cada pocos segundos debido a la frialdad en el ambiente.

Sus instintos maternos aparecieron tan pronto como vio a su pequeño principito estornudar con la nariz roja. De inmediato cubrió a Mo Ting con todas las capas de ropa que pudo, dándole a su hijo un aspecto demasiado adorable para quienes lo vieron. El bebé lucía extremadamente tierno, como un bollo de harina al que que creció piernas y brazos. Poco después, el príncipe hizo que su esposa se vistiera del mismo modo para evitarle un resfriado.

Shen Lian y Mo Ting estaban jugando en el jardín, ambos envueltos en tantas capas de tela que moverse requería bastante esfuerzo. Mientras el bebé buscaba el rostro de su madre, el joven Shen hacía muecas para sacarle risas.

Mo Ting tenía una risa adorable. Aunque casi nunca reía con su padre, era un caso completamente diferente con su madre. Shen Lian podía hacerlo reír con cualquier cosa, ya fuera intencional o no.

Cada día, el bebé iba mostrando más y más parecido con sus dos padres. Por un lado tenía la inocencia de Shen Lian, y por el otro la seriedad de Mo Yang. Había cosas que su padre hacía y él imitaba, al igual que había cosas que imitaba de su madre. Era, en resumen, una combinación perfecta del príncipe y su esposa.

Shen Lian había decidido que las palabras del emperador no eran tan importantes por el momento, así que las ignoraría hasta que tuviera la obligación de no hacerlo. Quería disfrutar cada momento que pudiera con su hijo sin pensar en toda la presión que caería sobre el principito cuando creciera. En algún momento sería el emperador, pero por ahora sólo era un bebé que amaba pasar tiempo junto a su madre.

El principito soltó un quejido cuando Shen Lian dejó de hacerle muecas. Su madre sonrió, y no tardó mucho en seguir entreteniendo a su pequeño bebé.

Había cierta calma en el palacio ahora que Mo Yang había alejado a todos los sirvientes innecesarios. Shen Lian peleó contra su esposa al oír lo que hizo, pero no podía negar que el palacio se sentía mucho más acoger sin tantas personas desplazándose por los pasillos en silencio. Los únicos permitidos ahí eran Zhao Yuan, el médico y todos los guardias imperiales que Mo Yang había aprobado luego de una charla con su tío.

Shen Lian prefería estar solo con Mo Ting. Así podía disfrutar los gestos de su hijo de una manera totalmente tranquila. No debía preocuparse, pues nadie miraría mal a su hijo.

Sí, muchas personas nobles habían visitado al principito por respeto. Sin embargo, la mayoría miraba a Mo Ting con disgusto y enojo, como si aquel indefenso bebé no fuera más que una mancha en su ropa. Shen Lian reconocía esa mirada muy bien, porque él había sido mirado de esa manera cuando llegó por primera vez al palacio.

Él se quedó callado, pero Mo Yang ni siquiera parpadeó antes de prohibirle a esos nobles acercarse a su palacio de nuevo. Defendió a sus amados, y habló con el emperador.

Una sonrisa enternecida se instaló en los labios de Shen Lian mientras recordaba todo lo que su querido esposo había hecho por él desde su llegada al palacio. A pesar de que no lo había notado al principio, ahora le parecía completamente obvio que el príncipe siempre lo protegió. Cuando regañó a los nobles en el salón principal, cuando lo salvó de un rebelde, cuando lo defendió durante un ataque, cuando le enseñó a pelear, cuando se encargó de Qi Wei, cuando lo sostuvo y limpió las lágrimas de su rostro, cuando le confesó sus sentimientos, cuando cuidó de él luego de la boda, cuando lo rescató de los rebeldes. Todas esas veces, Mo Yang fue el primero en velar por Shen Lian. Su valiente príncipe.

La esposa del soberano. (BL)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang