1: La Esposa.

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Shen Lian se sorprendió al ver el palacio de su futuro esposo. Para él, quién había vivido toda su vida en una vieja cabaña a las afueras de la capital, toda construcción con más de dos niveles le parecía un palacio enorme. Considerando que su prometido era el dueño de una inmensa propiedad, Shen Lian estaba muy impresionado por la arquitectura del lugar. Y le costaba creer que pronto viviría ahí.

No le apetecía conocer al habitante del gran palacio. Durante el viaje había oído incontables rumores e historias sobre el temible señor Mo Yang, también conocido como "El Guerrero Escarlata", título cuyo origen se perdió entre los inventos del pueblo. Algunos decían que toda su ropa era de un intenso color escarlata, otros decían que su ropa se teñía con la ropa de los enemigos que asesinaba. La verdad nadie sabía cómo se ganó aquel apodo, y no les importaba. Sólo bastaba con oír su nombre para hacer temblar al más dedicado luchador.

Shen Lian sabía que su destino era casarse con ese hombre, a pesar de no conocerlo en absoluto. La historia de cómo un simple campesino terminó comprometido con el sobrino favorito del emperador era bastante curiosa.

Minutos antes de que su madre muriera, el padre de Shen Lian declaró su intención de casar a su hijo favorablemente. Cuando Wen Yanli falleció, Shen Wei arrastró a su hijo lejos de la cabaña donde había pasado más de la mitad de su vida. Sin remordimiento alguno, separó a su hijo de su madre y lo llevó hasta la capital, dónde pretendía venderlo o, en el mejor de los casos, casarlo con una doncella de alguna familia adinerada.

En la capital, lugar donde habitaba una gran variedad de personas, casi nadie se fijó en el campesino que desfilaban a su hijo como mercancía. Ninguna doncella mostró interés en él; a todas les parecía demasiado débil o demasiado delicado para tenerlo como esposo. Shen Wei, molesto por no conseguir lo que quería, abandonó a su hijo en la capital, dejándolo sin dinero ni comida para mantenerse.

Shen Lian vagó durante varios días, sobreviviendo únicamente con lo poco que las personas le daban. Tener un rostro hermoso resultó ser bastante útil en ese lugar lleno de gente maliciosa. Los hombres que le prestaban dinero lo hacían para obtener algo que él no comprendía, y que no les daba.

Fue después de una semana, cuando las calles se llenaron de soldados imperiales, que conoció al señor Mo, cuñado del emperador Cheng.

Shen Lian jamás había salido de su pequeña cabaña, así que para él era desconocido todo aquello que involucraba a la Corte. Él pensó que aquel hombre vestido con ropa de hermosos diseños era igual al resto de los que habitaban en la capital. Por eso, cuando un soldado le gritó que se arrodillara, él sólo ladeó la cabeza con confusión.

Fue obligado a arrodillarse, y se lastimó las rodillas al caer sobre el duro camino. Su ropa, de por sí ya sucia, se cubrió de suciedad y polvo. El soldado seguía gritándole mientras mantenía su cabeza contra el suelo, lastimando el rostro que tantos cumplidos recibía.

Mo Shang detuvo aquella humillación antes de que Shen Lian fuera agredido de verdad. A diferencia de la mayoría de los nobles, Mo Shang detestaba que degradaran a las personas de clase baja.

Shen Lian pasó dos días bajo la protección del señor Mo Shang, quién había desarrollado cierto grado de afecto por el joven muchacho. A pesar de que estaba solo, cada habitante del barrio tenía estrictas instrucciones de darle lo que deseara. Nadie se explicaba por qué un hombre de alcurnia se preocuparía tanto por un simple campesino.

Al tercer día, Mo Shang recibió una visita de su hijo mayor, Mo Yang, mientras vigilaba a su protegido. Shen Lian nunca lo vio, pero Mo Yang lo observó durante varios minutos antes de despedirse de su padre.

El día siguiente, una caravana de soldados imperiales paseaba por el barrio donde Shen Lian caminaba. El líder de los soldados lo vio, y luego de repasar la lista de características que su señor le había dado para la esposa perfecta, sonrió maliciosamente.

Shen Lian no tenía muy claro la razón por la qué estaba ahí, a minutos de conocer a un hombre con el que debía casarse. Lo que él sabía era que unos soldados imperiales habían ido a buscarlo con un documento firmado por el mismísimo emperador, en el que decía que Shen Lian se casaría con Mo Yang.

Eso había sido dos días atrás, y después de una transformación leve, estaba siendo enviado al palacio imperial, dónde residía el príncipe Mo Yang. Los otros sobrinos del emperador vivían con sus propios padres, pero Mo Yang era el favorito de su tío, y él era el encargado de velar por él.

Obviamente Shen Lian no conocía ésta información. Aún así no estaba en posición de hacer preguntas, pues los soldados le brindaban miradas despectivas.

Llegaron al palacio con una gran procesión de soldados imperiales que habían sido elegidos para cuidar a la futura esposa de "El Guerrero Escarlata". Shen Lian iba vestido con ropa diferente a la que acostumbraba. Le habían puesto las vestiduras de un noble, lo cual estaba muy alejado de su usual aspecto de campesino.

—Alteza, ya puede bajar.

El muchacho que le habló era un sirviente llamado Zhao Yuan, quién lo había asistido desde que fue llevado por los soldados imperiales. El joven tenía la piel de un tono amarillento que indicaba un origen del campo. Su cabello era de color azabache, y sus ojos del común marrón.

Shen Lian le dedicó una sonrisa tímida que el muchacho respondió con una igual. De todos los nobles que había servido, Shen Lian le parecía el más amable y bello.

Con más nerviosismo del que alguna vez sintió, Shen Lian se dirigió hacia la entrada, dónde varios soldados le hicieron una reverencia. Contuvo la respiración, y se armó de valor.

A su señal, las puertas se abrieron.

La esposa del soberano. (BL)Where stories live. Discover now