La esposa del soberano. (BL)

75: El parto de Zhao Yuan y nacimiento del niño mixto.

En los años posteriores a su nacimiento, el hijo que nació de Zhao Yuan y Antoine sería conocido como el niño mixto del palacio Imperial. Debido a que ambos padres tenían genes fuertes, el niño que nació de su unión heredó tanto rasgos extranjeros como del Imperio. Era la mezcla perfecta de su madre y su padre, en un cuerpo que parecía el de su madre y un rostro casi idéntico al de su padre.

Sin embargo, nadie podía saber ésta información antes de su nacimiento.

El día que nació ese niño, Zhao Yuan estaba ocupado manejando los pocos regalos que habían enviado los padres de Antoine muchos días atrás. La mayoría consistía en cosas que no comprendía porque venían de una cultura extranjera. Primero, no entendía cómo funcionaba la ropa que usaban los franceses. Tampoco parecía comprender ciertos regalos que a sus ojos eran objetos completamente inútiles.

Aunque Antoine trató de explicarle algunas cosas cuando recibieron los primeros obsequios, la terquedad de Zhao Yuan era demasiado fuerte como para admitir que en realidad no entendía mucho. Se negó a recibir las explicaciones del médico, alegando que no era un estúpido y que no necesitaba su ayuda para algo tan simple como eso.

Zhao Yuan alcanzó los nueve meses de embarazo en un periodo de tiempo que al parecer iba muy rápido. El tiempo se deslizó con rapidez, acelerando el desarrollo de su embarazo hasta que finalmente estuvo listo para dar a luz. Su vientre era abultado, pero no tanto como lo había sido el de Shen Lian cuando estaba embarazado del principito. Era visible a través de la ropa, solo que no se veía con tanta claridad.

Ese día, Zhao Yuan había estado de un humor terrible desde que despertó en la mañana. No sentía dolor o molestias fuera de lo normal, simplemente sentía que todo a su alrededor era una gran fuente de estrés que le era imposible soportar. Todas las conversaciones que tuvo fueron respondidas con un gruñido o sonido gutural que no encajaba con el aspecto frágil que poseía.

Ya era mediodía cuando regresó a su habitación cansado de pasar tanto tiempo lidiando con las numerosas cartas enviadas por la mamá de Antoine. Tenía una caligrafía muy descuidada, además de que tendía a mezclar sus oraciones con palabras francesas cuyo significado Zhao Yuan ignoraba. De verdad desearía poder ignorar sus cartas, pero le parecía grosero hacerle eso a sus futuros suegros.

Tan pronto como Zhao Yuan se recostó sobre la cama con un gruñido, Antoine entró detrás de él y empezó a ayudarlo a salir de su ropa innecesario. Era una de las pocas cosas que Zhao Yuan aceptaba sin poner quejas.

—Amado, pronto nacerá nuestro hijo.

—Lo sé— murmuró Zhao Yuan. —¿Cómo lo llamaremos?

—Hmmm. Quiero que tenga tu apellido— señaló Antoine sonriendo suavemente. —Sería muy lindo.

Zhao Yuan se limitó a emitir un sonido de aceptación, demasiado agotado como para entablar una verdadera conversación con el médico. A veces sentía resentimiento hacia él por causarle tantos malestares, pero de todos modos sabía que sus sentimientos hacia el médico eran más fuertes que aquella molestia repentina.

Tenía tanto tiempo sin trabajar como sirviente que ya empezaba a olvidarse de algunos trucos y detalles que habían sido impartidos por sus antiguos tutores. Ya no recordaba bien cómo servir la mesa durante un banquete o cómo preparar las habitaciones para la llegada de visitantes extranjeros. Todo el conocimiento que acumuló durante años se desvanecía poco a poco a medida que su embarazo progresaba. Siempre había una pregunta en su mente.

¿Volvería a trabajar alguna vez?

Si llegaba a casarse con Antoine, no sería necesario. A pesar de que rara vez lo mencionaba, Antoine de hecho era un noble en su país de nacimiento. Quedarse en el Imperio para criar a su primogénito no era algo que pareciera lógico, sin embargo él insistía en ello. Hasta el momento, nunca había hablado sobre regresar a Francia o criar a su hijo en la casa familiar de los Baptiste. Evitaba el tema de un modo que distraía a Zhao Yuan.