La estrella número uno en la era interestelar (ASTER [BL])

CAPITULO TREINTA Y DOS

HAZLO INDIRECTAMENTE

ANTES de que Wulfric pudiera volver a orientarse, ya estaba dentro de un salón y sentado junto a Edmund. La habitación no era diferente a los salones que se podían encontrar en las casas de esos nobles. Esas habitaciones parecían frías y rígidas, solo mostrando la extravagancia de la casa. Este se veía colorido y lleno de vida. Incluso hubo algunas decoraciones extravagantes, que agregaron carácter a toda la habitación.

Ya lo notó cuando entró por primera vez a esta casa. Que este era ese tipo de lugar lleno de calidez y amor familiar. Incluso podía verlo en la forma en que la madre de Aster lo protegió antes. Sí, sintió la cautela del otro hacia él. ¿Cómo podría no hacerlo cuando ella estaba tan obviamente tratando de alejar a Aster de él?

¿Era eso lo que la gente llamaba amor maternal? Es algo muy extraño para él. Incluso la idea de una familia amorosa era algo que no podía entender. La única familia que tenía era su hermano. Pero honestamente podía decir que ambos no tenían el mismo afecto que tenían Aster y su hermano. Incluso podría decir que debajo de la relación "amable" que la gente veía en la superficie, había un odio subyacente. Al menos ese fue el caso de su hermano. Pero no fue lo mismo para él.

No odiaba a Cynric. Solo sintió lástima por él. Y Cynric siempre lo odió por eso. Sin embargo, a pesar de eso, ambos sabían que Cynric no podría soportarlo si desaparecía de su vida. Verdaderamente, la ironía de eso.

Tal vez por eso, incluso si pudiera, no hizo nada extremo mientras interactuaba con el hermano y la madre de Aster. Por el afecto desbordante que se tenían el uno al otro. No estaba seguro de si era porque lo encontraba muy novedoso o simplemente porque no podía entenderlo. Tal vez fue porque los envidiaba un poco.

Wulfric resopló. Sí claro. ¿Cómo podría ser eso posible?

"Su Alteza, Capitán, por favor espere aquí un poco mientras traigo el té y los bocadillos", dijo Emmy con una suave sonrisa en su rostro. Luego se volvió hacia su hijo, "Reas, querido, entretenga a nuestros invitados".

Antes de que ninguno de ellos pudiera responder, Emmy ya había salido de la habitación.

Reas miró fijamente la puerta cerrada y se reclinó malhumorado en la silla en la que estaba sentado. ¿Quién quería entretener a esta gente? Se limitó a mirar a los dos para vigilarlos, particularmente al hombre de ojos dorados de pelo blanco. No debe dejar que este tipo salga de esta habitación. De lo contrario, podría volver a molestar a Astrid.

"No me mires demasiado", dijo Wulfric, volviéndose hacia Reas y sonriéndole. "¿O crees que soy tan guapo que no puedes apartar tus ojos de mí?"

Edmund, que estaba sentado en silencio a un lado, casi se atragantó con su propia saliva cuando lo escuchó. [General, ¿podría no ser tan desvergonzado?]

Reas, por otro lado, solo sintió una necesidad extrema de lastimar a alguien. Muy mal. No podía creer que hubiera una persona que pudiera ser tan molesta.

—–

En la cocina, Astrid estaba esperando a su madre tal como le dijeron. No se quedó inactivo y preparó un juego de té y algunos bocadillos. Los colocó en un carrito pequeño en lugar de en una bandeja para que fuera más fácil llevarlos al salón más tarde.

Después de un rato, su madre llegó a la cocina. Antes de que pudiera hablar, ella de repente lo tomó del brazo y lo sacó por la puerta trasera.

"¿Mamá?" preguntó, completamente confundido.

Emmy continuó tirando de Astrid y solo se detuvo cuando estuvieron a una buena distancia de la casa. "Ve con tu papá y no regreses hasta que yo les envíe un mensaje".

Astrid entendió rápidamente por qué su madre lo trajo aquí. Entonces, podrían evitar ser escuchados por el príncipe. La razón por la que ella dijo eso probablemente fue porque tenía miedo de que su real dolor en el trasero en realidad no se fuera y siguiera molestándolo. Entonces, sería mejor irse de aquí hasta que ese tipo dejara el planeta.

"Mamá, entiendo tu preocupación, pero no creo que ese tipo simplemente se sentaría una vez que descubrió que no estoy en la casa", dijo.

No quería admitirlo, pero el príncipe claramente estaba interesado en él. Pero sabía que no era el mismo interés que otras personas solían tener cuando lo veían. Era más parecido al de un niño que encuentra un juguete nuevo e interesante. Si su nuevo juguete desaparecía repentinamente, lo buscaría por todas partes o haría una rabieta. Cualquiera que fuera el caso, definitivamente no sería bueno para su familia.

Emmy suspiró exasperada. "Entonces, ¿deberíamos esperar hasta que él y su compañero se fueran? ¿Qué pasa si él decide quedarse unos días en su lugar? O peor aún, ¿y si decide llevarte con él?"

Incluso aunque le divirtiera la rica imaginación de su madre, Astrid tenía la sensación de que lo que decía podía suceder. "Si no se va una vez que aparecieron sus escoltas, simplemente lo obligaremos.

Emmy frunció un poco el ceño. "No podríamos exactamente tomar represalias contra él directamente".

"Entonces lo haremos indirectamente", dijo Astrid con una sonrisa significativa en sus labios.

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(Capitulo treinta y dos ^^)