La estrella número uno en la era interestelar (ASTER [BL])

Capítulo 117: Thomas Grimaldi

ASTRID observó al hombre que caminaba hacia ellos. Tenía los rasgos habituales de un Grimaldi: cabello plateado y ojos azules. Pero a diferencia del estilo casual que tenía Cassius Grimaldi, este era más formal. De hecho, el traje que llevaba era tan impecable que probablemente no tenía ni una sola arruga.

Este debe ser Thomas Grimaldi, el hijo mayor del actual duque.

Según la historia que contó su madre, este Thomas era como una copia al carbón del duque. De hecho, podía imaginarlo mientras miraba a este hombre. Ciertamente parecía un riguroso con las reglas.

Astrid no tenía buenos sentimientos hacia este hombre. Sabía sobre el plan del duque que involucraba a su única hermana y, sin embargo, no hizo nada para detenerlo. No importa la razón que pueda tener, eso es simplemente inaceptable. Al menos Cassius todavía era un niño en ese entonces, por lo que no poder hacer nada era razonable.

Astrid miró a su hermano. Basado en el ligero pliegue en la frente del otro, sabía que Reas también estaba pensando lo mismo que él.

El asistente se inclinó ante Thomas Grimaldi y luego se despidió. Saliendo silenciosamente del lugar por el ascensor del que venían.

Mientras los gemelos observaban a Thomas Grimaldi, él también los observaba a ellos.

El chico de cabello negro debe ser Astrid. Ver su aparición por primera vez fue realmente un poco impactante. Después de todo, en esta época apenas se veían seres humanos con tales colores y características.

El otro tenía el pelo azul hielo y los ojos gris azulado. A diferencia de su hermano, su color y rasgos eran mucho más comunes. Pero a pesar de eso, su mirada permaneció más fija en él. Probablemente por el color de su cabello. Cada vez que veía a personas con ese color de cabello, siempre le recordaba su mayor arrepentimiento en la vida.

Sacudió la cabeza y dejó ese pensamiento a un lado. No había lugar para ese tipo de pensamientos en este momento. Volvió a concentrarse en los gemelos. Que apenas parecían hermanos. Probablemente nunca había visto un par de gemelos con un aspecto mucho más diferente en su vida.

Solo había escuchado cosas buenas sobre estos gemelos. La mayor parte de su información, por supuesto, provino de su hermano menor. Según Casey, estos dos eran de algún planeta agrícola ubicado en Palioxis Galaxy. Solo vinieron aquí este mes porque ambos fueron aceptados en una escuela aquí.

No tenía dudas sobre sus identidades. Porque Casey fue quien les hizo una verificación de antecedentes. A pesar del descuido habitual de su hermano, definitivamente lo comprobaría cuidadosamente en caso de que los dos estuvieran conectados con ese hombre que intentó usar a Nicole como rehén. Los dos que estaban aquí ya habían demostrado que estaban libres. Y eso es todo lo que importaba.

Thomas Grimaldi caminó hacia los gemelos. "Usted debe ser el Sr. Astrid y Andreas Townsend. Permítame ofrecerle mi gratitud por ayudar a salvar a mi único hijo, gracias".

De hecho, estaba agradecido con los dos. Probablemente no sabría qué haría si algo le hubiera sucedido a su hijo. Podría destrozarlo por completo.

Astrid estaba un poco sorprendida. Porque incluso si su tono era frío, aún podía sentir que era sincero en su gratitud. Realmente estaba agradecido con ellos.

Él sonrió. "No fue nada, mi señor. Cualquiera que estuviera en nuestra posición seguramente habría hecho lo mismo".

"No, no creo que nadie lo haga. La mayoría simplemente elegiría mirar y no hacer nada".

"Sí, muchas personas eligen no hacer nada cuando ven a otras personas sufrir frente a ellos", dijo Reas con un rastro de sarcasmo en su voz que probablemente solo Astrid notó. "¿No son simplemente los peores?"

La sonrisa en el rostro de Astrid casi se resquebraja por eso. Porque sabía que su hermano se refería al hombre que tenían delante. Fue una suerte que Thomas Grimaldi no tuviera ni idea de lo que estaba hablando Reas. O de lo contrario, podría estar escupiendo sangre ahora.

"¿Puedo preguntar dónde está Lord Cassius?" dijo, cambiando de tema y también dando codazos sigilosamente a su hermano para asegurarse de que se comportaría bien.

"El tío está en la cocina, preparando la cena", dijo Nicole. "¿El hermano Aster quiere ver? Puedo llevarte allí".

Después de decir eso, Nicole no esperó su respuesta y estuvo a punto de empujarlo hacia adelante. Pero el padre del niño fue más rápido. Thomas recogió a Nicole.

"Nicole, no molestes a nuestro invitado", dijo en un tono de regaño, pero su mirada azul zafiro permaneció suave mientras miraba a su hijo.

Esa fue otra sorpresa para Astrid. Bueno, parecía que este hombre realmente se preocupaba por su hijo. Bien. Un niño tan dulce debería ser amado y cuidado por sus padres.

Nicole hizo un pequeño puchero, pero aun así dijo: "Está bien".

"Está bien, mi señor. El joven maestro no me molestó en absoluto", dijo Astrid.

Y tal como esperaba, una sonrisa apareció rápidamente en el rostro del niño cuando dijo eso.

Entonces apareció una figura desde la distancia, como si acabara de salir de una habitación o quizás de una cocina. Considerando que llevaba delantal. Era Cassius Grimaldi, su anfitrión de la noche.

Astrid se sorprendió, una vez más, cuando vio el levantamiento del otro. Cuando Nicole dijo antes que Cassius estaba cocinando su cena. ¿Cómo podría saber cocinar alguien que creció en una de las familias más nobles del Imperio? Pero, de nuevo, podría haber tomado la cocina como un pasatiempo. Esperaba que ese fuera el caso. Entonces su cena sería al menos apetecible.

"Astrid, Andreas, estás aquí", dijo Cassius. Se quitó el delantal y se lo dio a la criada que simplemente caminaba a su lado. "Ven, vamos a cenar."

Lo siguieron hasta el comedor donde estaba una hermosa mesa de madera de cerezo. Había cinco juegos de cubiertos que definitivamente eran para ellos. Las tres doncellas, incluida la que Cassius le dio su delantal, tiraron de tres sillas para los Grimaldis. Los gemelos no esperaron a que les retiraran las sillas y simplemente se sentaron en los asientos vacíos restantes.

Casey sonrió ante eso. Tocó el timbre y las doncellas empezaron a sacar los aperitivos de la cocina.

Y así comenzó su cena.

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(Capitulo ciento diecisiete ^^)