La estrella número uno en la era interestelar (ASTER [BL])

Capítulo 114: Porque es divertido

"Te enviaré el resto de los detalles más tarde", dijo Miria después de que intercambiaron el número de terminal.

"Gracias por esta oportunidad, señorita Lane", dijo Astrid.

"Ambos podríamos beneficiarnos de esto, así que no es nada", dijo Miria. "Y llámame 'Miria'. Se siente extraño que me llamen tan formalmente cuando no estamos tan separados en edad".

Astrid sonrió. "Solo si me llamas 'Astrid'."

Sin saberlo, Miria también se encontró sonriendo. "Astrid, entonces."

"Sí, Miria."

"¡Genial! Ahora, brindemos por esta nueva aventura tuya", dijo Sienna, llamando a un camarero que pasaba sosteniendo una bandeja de cócteles ligeros. Tomó tres vasos y puso los dos frente a Astrid y Miria. Luego levantó su propio vaso. "¡Por el éxito de nuestra película y su video musical!"

Astrid y Miria también levantaron sus vasos para brindar.

Se quedaron allí y conversaron con Miria durante unos 15 minutos antes de decidirse a volver a su mesa original. Sienna invitó a Miria a ir con ellos, pero la otra se negó. Diciendo que no era necesario ya que planeaba retirarse por la noche.

"Me alivia que tú y Miria se estén llevando bien", dijo Sienna mientras caminaban. "De hecho, pensé que no le agradabas al principio. Pero viendo cómo te ofreció ser parte de su video musical, supongo que me lo imaginé todo".

Astrid estaba un poco sorprendida. No esperaba que Sienna realmente se diera cuenta de eso. Bueno, simplemente demostró lo mala que era Miria fingiendo sus emociones.

Después de esa pequeña charla de hace un momento, pudo ver que la chica no era tan mala. Ella estaba un poco incómoda. Se alegró de no haberla juzgado tan rápidamente. Si lo hiciera, probablemente no se le ofrecería ser parte de ese video musical. Pero sobre todo, cualquier malentendido que pudiera tener sobre él no se aclararía.

Cualquier mala impresión que pudiera haber tenido de él probablemente se había desvanecido después de esa pequeña charla. Y se alegró por eso. Después de todo, siempre es mejor tener menos gente que no le guste.

"Me alegra haberme equivocado. Me alegra que ustedes dos se lleven bien", agregó Sienna. "Pero en realidad, ¿a quién le disgustas cuando eres así de dulce y adorable?"

Astrid se rió entre dientes. "Hermana Sienna, me vas a inflar con todos tus cumplidos."

"Vaya, sólo digo la verdad", dijo Sienna, actuando como si estuviera ofendida por lo que dijo.

Los dos se miraron y luego se rieron.

Estaban cerca de su mesa cuando vieron algo bastante divertido.

Lauren estaba saltando alrededor de Reas, tratando de alcanzar una copa de vino. Su rostro estaba todo rojo y sus mejillas abultadas, como si estuviera haciendo pucheros o algo así. Entonces Reas bebió el vino y Lauren pareció como si estuviera a punto de golpear a alguien. Pero en cambio, se dio la vuelta y tomó dos copas de vino. Luego bebió rápidamente el contenido de ambos vasos. Y luego sacó la lengua en la dirección de Reas, probablemente para burlarse de él o algo así.

Astrid levantó una de sus cejas y miró a los dos con interés. Luego volvió su atención a su hermano. Reas estaba mirando a Lauren, sus ojos de color gris verde azulado estaban llenos de diversión. Incluso había una pequeña sonrisa en sus labios. Ahora bien, esto fue una sorpresa. Se preguntó qué pasó entre ellos y ahora para que su hermano tuviera este tipo de expresión.

"Oh, parece que Lauren está bastante borracha", dijo Sienna a su lado. "A veces puede ser bastante tonto cuando lo hace".

Caminaron hacia los dos.

"Lauren, querida, ¿estás bien?" Preguntó Sienna mientras quitaba las copas de vino que sostenía el otro.

"Estoy bastante bien", respondió Lauren. No arrastraba las palabras, parecía como si estuviera bastante aferrado a sus facultades. Pero su rostro rojizo y sus ojos llorosos lo delataban. "¡Mi único problema aquí es ese matón!" añadió, señalando con el dedo a Reas.

Reas solo se burló de eso.

"Mis disculpas, Lauren, si mi hermano te molestó de alguna manera", dijo Astrid.

Lauren de repente se acercó y tomó la mano de Astrid. "No, no, Astrid no debería disculparse. Después de todo, no es tu culpa que tengas un hermano tan molesto."

Reas separó fácilmente las manos de los dos. Luego se paró entre ellos, mirando condescendientemente a Lauren. "Entre los dos, creo que todos sabemos quién es el más molesto".

"¡Por supuesto, eres tú! ¿No sabes cuántas personas en este Imperio me aman? ¡Ni siquiera podrías contar con los dedos!" Lauren dijo con mucho orgullo, incluso levantó la barbilla y sacó el pecho.

Por alguna razón, esa declaración molestó a Reas. Decidió simplemente ignorar al otro. Se volvió hacia su hermano. "¿Cambiamos de mesa? Hay un molesto mosquito zumbando. Estoy a punto de querer tirarlo".

Lauren empujó el pecho de Reas con su dedo. "¿Te atreves a compararme con un mosquito?"

Reas sonrió. "Tú eres quien dijo eso, no yo."

"¡Tú… tú…!"

Antes de que Lauren pudiera estallar de ira, Sienna lo abrazó por el hombro. "Está bien, creo que necesitas aclarar un poco tu cabeza. ¿Por qué no caminas conmigo?"

Lauren no tuvo tiempo de negarse porque Sienna ya lo había alejado. Ella sonrió a los dos hermanos antes de irse con Lauren. Si no lo hicieran, con las disputas de los dos, tarde o temprano llamarían la atención de todos en esta fiesta.

Astrid pellizcó el costado de Reas cuando Sienna y Lauren se fueron.

"Oye", se quejó Reas.

"¿Qué estás haciendo, bromeando así con una persona borracha?"

"¿Porque es divertido?"

Astrid puso los ojos en blanco. "¿De verdad, Reas?"

"¿Qué? Él reacciona a casi todo", dijo Reas encogiéndose de hombros.

Astrid negó con la cabeza. Casi no podía creer que estaba escuchando esto de su hermano. Un cierto pensamiento pasó por su mente.

Sonrió burlonamente a Reas. "Debes haberte gustado mucho".

Reas se detuvo y luego frunció el ceño con bastante fuerza. Como si acabara de beber algo desagradable. "¿Qué te dio esa idea?"

"¿No es así? Creo que no lo estarías molestando así si no lo haces."

"Debes estar ciego, Aster", dijo Reas, sacudiendo la cabeza. Como si su hermano acabara de decir el chiste menos divertido. "De todos modos, ¿nos vamos mañana?"

Astrid miró la cara de Reas y sonrió, permitiendo que la otra cambiara de tema. "Sí somos."

Al escuchar esa respuesta, Reas se sintió un poco decepcionado sin ninguna razón. Pero rápidamente se sacudió eso. Porque, ¿qué hay para decepcionarse?

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(Capitulo ciento catorce ^^)