La estrella número uno en la era interestelar (ASTER [BL])

Capítulo 80: No arrogancia sino hechos.

ASTRID sintió que todo su cuerpo se congeló cuando escuchó el nombre del niño. Es como una enorme sacudida que acaba de detonar frente a él. E incluso fue él quien abrazó esa bomba.

Grimaldi. Nicol Grimaldi. De ninguna manera, ¿podría ser?

Este fue solo su primer día en la capital. ¡Ni siquiera habían ido a su apartamento todavía! No solo se encuentran con un secuestrador loco, sino que incluso sin darse cuenta conocieron a un niño con el apellido 'Grimaldi'. La familia de la que era originaria su madre.

¿Podría el destino ser realmente tan cruel como para lanzarles una bola tan curva en este momento?

Bueno, fue alguien que murió ahogándose con una uva. Si lo considerara, entonces no sería realmente sorprendente encontrar este tipo de mala suerte en este momento. Porque parecía que este destino de mierda siempre había disfrutado atormentándolo de alguna forma.

Su única esperanza en este momento era que este niño fuera de la familia rama de los Grimaldis y no de la principal. Pero para estar seguros, él y Reas probablemente deberían irse de aquí tan pronto como aparecieran las autoridades.

"¿Hermano?" llamado por la voz lechosa en sus brazos.

Astrid inconscientemente miró hacia abajo. Este niño, Nicol, era de hecho un niño hermoso. Bueno, es difícil no ser guapo con una mata de cabello plateado y un par de ojos azul zafiro acuosos. Debe admitir que los genes Grimaldi eran realmente de primera categoría.

"¿Qué ocurre?" preguntó, sin saberlo, haciendo que su voz fuera mucho más suave.

"Ahm ... ¿puedes también decirme tu nombre?"

Astrid se sintió un poco complicada. No estaba seguro de si debería decirle su nombre a este chico. Pero antes de que pudiera contemplar si responder con sinceridad o no, las contraventanas de metal que rodeaban la sección de comida se abrieron de repente. Después de eso, varios soldados uniformados entraron rápidamente.

Las personas que habían estado atrapadas en la sección de alimentos durante casi una hora se regocijaron de inmediato.

Lo primero que vieron los soldados fue a un joven de cabello azul hielo reprimiendo a un hombre que había estado gritando locamente. Cerca de ellos había una pistola y una bomba casera desmantelada.

El capitán Moore, que dirigía a los soldados, comprendió rápidamente la situación. Sobre todo porque antes de entrar, el jefe de sección de la sección de alimentación ya les había dicho que un joven logró someter al criminal. Y que el otro incluso logró desmantelar la bomba. Pero sobre todo, el niño Grimaldi no resultó herido durante el proceso.

"Inyecte al criminal con un tranquilizante y sáquelo de aquí. Luego hable con la gente alrededor para asegurarse de que todos estén bien. Y traigan al médico aquí", les dijo a sus soldados.

Los soldados que lo rodeaban siguieron rápidamente sus órdenes. Dos fueron al joven y le inyectaron tranquilizante al criminal. En el momento en que lo hicieron, el hombre finalmente dejó de luchar. El joven finalmente se puso de pie. Y los dos soldados se llevaron al criminal.

Los demás fueron a ver a las personas presentes. También entró un equipo médico.

Reas se partió el cuello de izquierda a derecha y también estiró un poco sus extremidades. Finalmente, eso terminó. Estaba contento de no tener que usar su habilidad con toda su fuerza. Pero todavía tenía que usar una pequeña porción solo para asegurarse de que este simple plan de ellos no se iría por el desagüe. Pero debido a eso, le dolían las extremidades, en particular las piernas.

Bueno, probablemente sea mejor que estar postrado en cama durante un par de semanas. Tenía que agradecerle a su hermano por eso. Debido al control preciso de Astrid sobre su poder mental, el otro fácilmente hizo que el loco no pudiera moverse durante unos segundos. Si no les preocupaba que alguien pudiera descubrir el nivel de su fuerza mental, Astrid definitivamente podría acabar con ese loco.

Pero dado que su historial médico decía que tenía una fuerza mental de nivel S, si Astrid mostraba que su poder mental estaba más allá de eso, definitivamente estarían en problemas. Por supuesto, no podían dejar que eso sucediera.

Lo único bueno que Reas podía pensar que salió de este incidente fue que una vez más se demostró que su hermano podía cuidar de sí mismo. Con la calma y el coraje que Astrid había demostrado, ya no estaba tan preocupado por dejar a su hermano solo en su nueva escuela.

Reas estaba a punto de caminar hacia Astrid cuando vio al soldado que parecía estar a cargo caminando hacia él.

"Joven, lo que hiciste fue muy imprudente. Las cosas podrían haber terminado en un lío mucho mayor si hicieras un solo movimiento en falso", lo reprendió el Capitán Moore de manera severa.

Reas miró fijamente al hombre frente a él, podía decir por las charreteras en sus hombros que era un soldado con rango de capitán. Lo que significaba que no podía ser tan voluntarioso, a menos que quisiera ofender al otro.

"Pido disculpas. Pero con todo el respeto, señor, no estaba siendo solo imprudente. Me moví con el conocimiento de que tendré éxito", dijo. Y sí, él no estaba siendo voluntarioso.

El capitán Moore arrugó las cejas cuando escuchó eso. Aunque apreciaba lo que hacía el joven, no le gustaba lo arrogante que sonaba el otro.

"¿Y tu como sabes esto?" preguntó, su voz mucho más áspera que antes.

"Uno, reconocí la bomba que estaba sobre él y sé cómo desmantelarla. Dos, no estaba en su mejor estado de ánimo. Así que, incluso si me acerco sigilosamente a él, no podría decirlo. Y tres, soy más fuerte que él ".

El capitán Moore se quedó un poco sin habla al escuchar la explicación del joven. Luego se dio cuenta de que el otro no estaba siendo arrogante, simplemente estaba declarando hechos. Al final, pudo evitar soltar una carcajada.

"Me gustas, chico. Tienes agallas", dijo, dando una palmada en el hombro del chico.

Astrid estaba viendo esta escena desde lejos. Dejó escapar un suspiro de alivio al ver cómo ese soldado debía estar feliz con la hazaña de su hermano. Estaba realmente preocupado de que Reas pudiera ser reprendido.

"Hermano ..." llamó el niño que todavía se aferra a su cuello.

Antes de que pudiera responder al niño, una llamada desde el frente lo sobresaltó un poco.

"¡Nikki!"

Astrid levantó la cabeza y vio a un hombre alto y delgado con cabello plateado rizado corriendo hacia ellos. Sus ojos azul zafiro se llenaron de una preocupación abrumadora.

Y entonces Nicol de repente volvió a llamar: "¡Tío!

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(Capitulo ochenta ^^)