¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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¿Qué se supone que se deba de hacer cuando llevas varios meses de relación con alguien, pero esa persona simplemente no parece tener la intención de abrirte su corazón? Algunos podrían decir que la respuesta era fácil, solo termina con él y sigue con tu vida. Pero en realidad no es tan sencillo como lo suelen pintar.
Hacía un tiempo ya que había iniciado un noviazgo con Lukas, mi novio, y la relación parecía haberse estancado. Él era poco expresivo, y en parte eso fue uno de las características de él que me hicieron enamorarme. Sin embargo, llega un punto en el que comenzaba a faltarme su muestra de amor.
Me desvivía haciéndole detalles, cada que veía algo en una tienda que me hacía pensar en él lo compraba con la intención de dárselo, un abrazo o un beso de mi parte nunca faltaba cada que nos veíamos por primera vez en el día. Pero Lukas no era así, él daba un poco y recibía mucho, con el paso de los meses comencé a convertir el amor en un juego el cual ganaría una vez que mi novio cayera.
La guerra no bélica había dado comienzo. ¿Mi plan? Darle una cucharada de su propia medicina, actuaría igual que él, por ende dejaría de hacer las cosa que solía hacer. Dolía hacer esto, ya que esa no era mi naturaleza, pero no soy alguien débil, podía sobrellevar eso. Los primeros tres días Lukas ni se inmutó, era como si todo transcurriera con normalidad; después del cuarto día que parecía estar ligeramente más consternado por mi actitud, aunque siguió sin decirme ni preguntarme nada, pero su lenguaje corporal y las leves muecas que hacía lo echaban de cabeza. No fue hasta la siguiente semana que finalmente de dignó a preguntarme si sucedía algo, a lo que yo le respondí que no sin siquiera voltear a verlo. No insistió más, lo cual me decepcionó profundamente.
Un día pasó lo inesperado. Lukas me llamó por teléfono pidiéndome que saliera al patio si no estaba ocupada. No tenía nada urgente que hacer, así que, extrañada, acepté su petición. Ahí me encontré con él esperándome en su auto, me dijo que subiera y me cubriera los ojos con una venda. Varias veces le pregunté que si qué estaba sucediendo, a lo que él sólo respondía que confiara. Unos veintiocho minutos pasaron desde que el carro se puso en marcha hasta que llegó a su destino, escuché el noruego abrió la puerta de mi lado y tomó mi mano para ayudarme a bajar sin que me hiciera daño. Se puso detrás de mí y con suavidad quitó el trozo de tela de mis ojos. Lo que se encontraba frente a mí fue realmente inesperado: era un spa.
—Lukas... ¿Qué significa esto?
—Has estado actuando extraño, me imaginé que estarías teniendo mucha carga de trabajo y que eso te tenía estresada o de mal humor —dijo abriendo la puerta del local para mí—, por lo que creí que sería buena idea darte un respiro. Y si te parece bien -entramos-, podríamos pasar el resto de la tarde jugando paintball en el lugar que tanto te gusta.
Estaba atónita, ¿realmente eso era lo que creía? Me quedé sin palabras, obviamente no podía decirle la verdad, parecía que a Lukas sí se había preocupado mi cambio repentino de comportamiento. No es que él fuera malo o no me quisiera, en realidad es que cada quien tiene su manera de amar y demostrarlo, algunos más expresivos, otros no tanto, sólo es cuestión de encontrar con quien encajas o aprender a amar como ellos.
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No estuve segura de cómo acomodar esa canción que me pidieron con la personalidad de Lukas/Noruega, pero hice lo que pude, espero que no me haya quedado tan feo. (╥_╥)
