¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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¿Qué es una relación poliamorosa? La respuesta es sí simple, pero a la vez es complicadode digerir. Esta clase de relación se caracteriza a que en vez de que dos individuos la conformen, se trata de tres o más participantes que forman parte de dicha relación. Teniendo en cuenta que todos los integrantes deben estar enterados y de acuerdo con esto. La forma de poder lograr una relación poliamorosa exitosa tiene sus bases en poner reglas, límites y normas, además de saber distribuir bien el tiempo para pasar el rato de manera equitativa con todos. La comunicación y el atender las necesidades de tus parejas es importantísimo. Y, por su puesto, la regla de oro: no celos.
Este tipo de relaciones son consideradas como tabú entre gran parte de la población, y tiene su justificación en aquellos casos de personas que intentaron estar en una y fracasaron. La poligamia no es para todos por lo que podría ser difícil encontrar una pareja que acepte tal condición. Este era uno de esos casos, sin embargo, ambos hermanos pudieron establecer una serie de acuerdos para poder salir con la chica de la que estaban enamorados a la vez; puede ser extraño que los hermanos Miya llegaran a hacer un trato como este ya que no están acostumbrados a compartir entre ellos, pero ninguno de los dos iba a ceder y la muchacha en cuestión tampoco quería decidorse por uno, por lo que el trío no tuvo otra opción que darle una oportunidad a las relaciones poliamorosas.
La relación se limitaba a ellos tres, Atsumu, Osamu, y (TN). Las cosas eran bastante raras en un inicio, ninguno de los dos chicos estaba acostumbrado a ver a su hermano a besar a su novia y nunca creyeron que se encontrarían en tal posición. Los celos eran difíciles de controlar, pero se los tragaban como tuercas con cereal, en algún momento se acostumbrarían, ¿no?
No.
Bueno, tal vez sí en un futuro. Pero en este preciso momento no. Una vez más los hermanos Miya discutían por la atención de su novia. Esta vez se encontraban en la casa sola de la muchacha, el verano ya se asomaba y traía consigo altas temperaturas, por lo que decidieron pasar un rato jugando con agua en la zona donde había césped en su partio, tenían pistolas, una manguera, y una alberca inflable. Ni bien había empezado la guerra acuática cuando Atsumu se alteró por el comportamiento de Osamu, él estaba convencido que lo estaba atacando para alejarlo de su amada, obviamente el otro gemelo no se quedaría callado ante tals ridículas acusaciones; al decir verdad, el de cabello rubio ya se econtraba algo molesto desde el día anterior, pues (TN) tuvo la necesidad de estudiar hasta tarde por el examen que tendrían ese día en la mañana por lo que no pudo pasar tiempo con Atsumu, sin embargo, el tiempo dedicado a Osamu no se vio afectado, pues su horario no interfería con el de él.
Atsumu quería pasar más tiempo a solas con la chica, pero el plan de ella era pasar un buen rato los tres juntos, no era algo imposible de lograr, fueron varias las ocasiones en el pasado en las que convivían a la vez y no había problemas. Aún así, este día parecían perros y gatos. La muchacha, cansada ya de sus gritos, tomó un balde el cual llenó de agua con la manguera, una vez que estaba casi repleto se lo lanzó a los hermanos Miya quienes dejaron de discutir en cuanto sintieron el baldazo, aunque estuvieran jugando con agua desde el inicio aún no se encontraban completamente empapados, por lo que el líquido sí los tomó por sorpresa.
—¡¿(TN)?! ¡¿Qué fue eso?! —habló Atsumu viéndo como la chica les daba la espalda y se disponía a entrar a la sala su casa por la puerta trasera.
—Me voy, parecen niños peleando y me duele la cabeza —expresó la joven mujer y cerró la puerta de cristal detrás de ella dejando a los hermanos Miya observándola a través de la misma.
La muchacha se tiró en el sillón boca abajo y cerró sus ojos con pereza. No estaba tan mojada como para preocuparse por el sofá. Normalmente ella se reía por las peleas absurdas de los gemelos, era divertido ver lo competitivos que eran aunque claramente trataba de detenerlos cuando querían su invervención, pero este día no estaba en condiciones de soportar gritos. Los amaba, sí, pero durante varios días estuvo desvelándose estudiando para los exámenes finales, se encontraba algo irritada por la falta de sueño, solo quería relajarse un momento y recuperar sus fuerzas para ser como solía ser.
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Un día más había llegado, era sábado por la mañana, un día en el que las personas generalmente prefieren dormid hasta tarde; la razón por la que (TN) se levantó a las seis de la mañana no fue por el despertador indicándole que era hora de ir a la preparatoria a acompañar a los chicos de Inarizaki, pues ella era a máneger, sino por un golpé que sintió en el rostro. No había sido tan fuerte, pero fue lo suficiente para dejarla un poco adolorida y despertar exaltada. Estaba lista para gritarle a quien fuera o lo que fuera que le causó el dolor, pero en cuanto se sentó en la cama se percató de dos pequeñas figuras a sus costados. Eran dos niños de cabellos negros, probablemente estaban entre los cinco o seis años de edad. Estaba bastante confundida, ¿cuándo se había ofrecido a cuidar a estos chicos? Ni siquiera los conocía de nada. Estaba por levantarse para llamar a la policía y contarle lo que estaba sucediendo cuando uno de ellos la llamó por su nombre.
—¿(TN)? ¿Ya es hora del entrenamiento? —preguntó el pequeño tallándose los ojos a la vez que bostesaba.
Por su cuerpo recorrió un escalofrío, no tenía idea de lo que estaba hablando.
—¿Quiénes son ustedes? —pregutó con un temblor en su voz.
—¿Ah? ¿Te dio amnesia o algo? Soy Osamu, ¿es en serio tu pregunta? —respondió el niño y precedió a levantarse para después tirar a su hermano de la cama para que se despertara.
—¿O-Osamu...? —susurró la chica aún incrédula— ¿Por qué e-eres un...?
—¡Ah! ¡Estoy despierto! ¿Ya es hora de acompañar a (TN) a su club? —dijo Atsumu al caer al suelo.
¿Qué demonios estaba pasando?
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Para quien pidió esto, sé que pediste que se convirtieran en bebés, pero no veo cómo un bebé se pondría celoso y qué cosas podría ponerlos a hacer, así que decidí que fueran niños, espero no te moleste.
