˗ˏˋ Saiki Kusuo ෆ SKΨN ˎˊ˗

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⁀➷ Fictober (Día 27): Psíquicos

⁀➷ Fictober (Día 27): Psíquicos

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—¡Saiki! Con que aquí aquí estás.

           Una leve corriente eléctrica se pasaron por la columna vertebral del pelirrosa previamente mencionado. Normalmente no quería tener contacto con las personas, y en la luz de la circunstancia en la que se encontraba actualmente sus deseos de contacto humano eran aún más bajos de lo normal.

           El nombrado no tuvo más remedio que voltear en dirección a donde provenía la voz, no es como que pudiera huir, ya estaba enfrente de él, sonriéndole como si hubiese encontrado un adorable cachorro yendo camino a casa. "¿Por qué no huyo antes de que lo viera?", sería una pregunta que cualquiera que supiera de sus poderes psíquicos se preguntaría, y la respuesta era tan simple como curiosa: no podía percibirla con sus habilidades sobrenaturales.

          Cuando recién la conoció, el pelirrosa cometió el error de compararla con Nendō, ya que ambos escapaban de lo que era una norma para él, sin embargo, pasado el tiempo ese era un error que no se podía permitir hacer de nuevo. La diferencia que tenía de aquel chico con apariencia de matón era que ella no era una idiota, su historia iba más allá. Sus calificaciones eran como el promedio, y demostraba ser capaz cuando se le requería, además de que era de las pocas personas con las que se podía mantener una conversación un poco más normal.

           Desde que era niña estaba acostumbrada a meditar; para lograr practicarlo con éxito debía dejar su mente en blanco, no pensar en nada, solo centrarse en su cuerpo y en sus sentidos, lo que importaba era el aquí y ahora, nada más. Transcurridos los años logró dominar el arte de la meditación a tal punto que podía apagar y encender sus pensamientos como si fuera su voluntad. Si necesitaba resolver un problema podía hacerlo, si quería disfrutar de las esponjosas nubes blancas merodeando por el vasto mar azul cielo sin pensar en nada también podía hacerlo, no habían voces internas molestas que la perturbaran si no lo deseaba. Una habilidad que Saiki amaría poseer. Por este rasgo suyo, se mantenía serena prácticamente todo el tiempo, incluso algunos podrían malentender su forma de ser con que no le importaba nada en la vida. No era una persona ruidosa, se mantenía en contacto con sus sentidos, en receso al aire libre se podía apreciar como pequeños pajarillos se acercaban a ella y se posaban sobre su hombro y cabeza. Si algo o alguien le molestaba podía desconectarse un rato y todo aquello se iría por el caño desapercibido. El psíquico estaría mintiendo si dijera que no la admiraba por todo eso.

—Te he notado un poco extraño desde que Nendō te quitó una de las antenas que llevas —comentó con voz suave al mismo tiempo que señalaba su propia cabeza—. Así que te traje esto. Lo hice con mis propias manos en la panadería de mis tíos.

           La chica sacó una gelatina de café en un envase especial de cristal, tenía trozos chicos cuadrados de chocolate con leche en la cima de la gelatina acompañado de un poco de crema. Ya que Saiki agarró el regalo que le llevó, le ofreció una pequeña cuchara de metal. Venía muy bien preparada. Una vez que de deshizo de lo que había traído, se sentó a un lado de él. El pelirrosa observó momentáneamente la cuchara, había abierto ya el envase y estaba listo para comenzar a degustar el postre, pero había un problema, la mano con la que sostenía la cuchara no le dejaba de temblar, además me había hecho una pequeña abolladura al no poder medir su fuerza con precisión.

—¿Ah? Parece que te sientes peor de lo que imaginé —dijo la muchacha al poner atención en sus acciones titubeantes—. Dame la cuchara -pidió-, yo te puedo alimentar si gustas.

           "Yare yare, vaya que esta chica vive en un sueño o en algún lugar intermedio", pensó Saiki, pero no se negó a su ofrecimiento, después de todo creía firmemente que una gelatina de café le vendría bien en estos momentos.

           La adolescente cavó un poco del postre con su herramienta de metal y lo acercó a los labios del de ojos púrpura.

           "¡¿Eres una diosa?!", en el instante que Saiki comió el pedazo de gelatina sus ojos se agrandaron cuando su boca de vio invadida por el dulce sabor, pero no sabía como el montón de gelatinas de café que había probado en su vida, esta era diferente de una manera positiva, ¿sería que el toque especial que sus papilas gustativas detectaban provenía del chocolate y la crema? No estaba seguro, y al no poder tener bajo control al cien porciento sus poderes por el momento no se atrevía a hacer nada para averiguarlo.

          Los minutos pasaron y su compañera de clase seguía alimentándolo.

           "Como lo imaginé", pensó Saiki. "Es imposible que haya una mente totalmente en silencio, pero...". Durante el tiempo que estaba pasando con ella ninguno profirió palabra, sin embargo, al poner atención más cuidadosamente fue capaz de escuchar la mente de la muchacha, pero lo que le llamaba la atención al psíquico era que en su cabeza no habían voces, tampoco ruidos desagradables ni pensamientos deprimentes, lo que oía era más parecido a una melodía de la naturaleza, aunque tampoco estaba seguro de catalogarlo como tal.

           Lo que fuera que pensara al estarle dando comida en la boca no lo pensaría en ese momento, o tal vez... Sus intenciones eran genuinas, sin giros inesperados. Poco a poco Saiki se sorprendió a sí mismo sintiéndose cómodo en su presencia. Era extraño, pero sea lo que fuera esa sensación, no podía tener suficiente de ello.


Introduciendo un nuevo anime al libro

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Introduciendo un nuevo anime al libro. 👌

Por cierto, esto lo escribí con mucho sueño a la 1am, espero que no haya quedado feo. (ㅠㅠ)

ღ ¡Gracias por sus comentarios y votos! ღ

Publicación: oct. 27, 2021

LෆVE TRIP ──Anime One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora