¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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El primer año de preparatoria, un momento en que muchos estudiantes esperaban expectantes a lo que esa nueva etapa les podría traer, y otros un tanto temorosos ya que significaba su último paso antes de entrar a la vida de joven adulto en la Universidad. Amigos, profesores majos y otros malos, el curioso amor adolescente, fiestas, exámenes más difíciles, eventos escolares, buenas y malas experiencias, un mundo nuevo de cosas se abrían ante los estudiantes del primer semestre. Era un momento en el que todos a esa edad piensan que se pueden comer el mundo de un solo bocado.
Las altas expectativas eran muchas, las posibilidades y sus diferentes resultados eran amplios, las situaciones en las que a podrían ver envueltos eran diversas, pero de entre todas esas cosas nuevas Inosuke nunca se imaginó que su primer semestre de preparatoria sería dedicado principalmente a una chica, incluso le dedicaba más horas a ella que al estudio.
¿Era su novia? No.
¿Era su amiga? No.
¿Gustaba de ella? ...Aún es muy pronto para definirlo.
No eran más que compañeros de salón, y en realidad nunca habían cruzado ni una sola palabra. Es más, en las semanas que llevan de clase la chica no ha pronunciado ni una sola palabra. Cualquiera pensaría que al estar en la escuela sí o sí tendría que hablar, pero no, una serie de factores absurdos se alinearon justo para ecirarle aquella molestia. Para contestar "presente" al pase de lista solamente levantaba la mano, otros maestros simplemente no tomaban asistencia, no habría expocisiones orales durante el semestre en ninguna clase, llevaba toda clase de material y cuadernos para no pedirle a nadie, traía lonche en lugar de dinero para evitar ir a la tienda comprar, y los profesores nunca le preguntaban nada de las actividades ni le pedían leer algo, era como si fuera invisible para ellos hasta cierto grado.
Un día Inosuke decidió desaparecer su lápiz, en su lógica esto la haría buscarlo y por ende debería preguntar a otros si lo habían visto. Sin embargo, su plan no marchó para nada como lo había imaginado, la muchacha buscó por los lados en el piso y, al no encontrarlo en ningún lugar, solo sacó otro lápiz nuevo de su mochila. Misión fallida, pero al menos ahora tenía un lápiz el cual tanto le hacía falta.
"¡Juro que te haré hablar!". Gritó Inosuke frustrado tras otro intento frustrado; la chica, quien iba ya camino a casa, volteó a verlo sin realmente entender qué estaba sucediendo, a sus hojos había comenzado vociferar de la nada, estaba a unos metros de ella apuntándola con el brazo extendido haciendo ademantes llamativos, por lo que todos los alumnos que también habían salido ya de clases se le quedaron viendo. (TN) no contestó, como era de esperarse, él solo se retiró murmurando quién sabe qué, parecía bastante irritado.
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Un fracaso tras otro, su día de suerte llegó un frío día de invierno después de clases, aunque no fue para nada de la manera que lo hubiera deseado. Había decidido seguir a su compañera, si en la escuela no hablaba por timidez o lo que fuera, seguro debía de saludar a sus padres o tal vez algún vecino, o eso es lo que pensaba el ojiverde. Zenitsu le insistió en que no sería buena idea seguirla ya que parecería un loco obsesionado stalker y cabía la posibilidad de que lo descubriera. Pese a las advertencias, Inosuke hizo oídos sordos, no le importaba en lo más mínimo lo que la gente pensara de la situación.
En cuanto giró la misma esquina que la muchacha sus pies a pusieron en marcha a toda velocidad hacia donde se encontraba la fémina. ¿Había cambiado de planes repentinamente y se decidió en hacerse presente? No, lo que lo impulsó a hacer tal cosa fue la aterradoea escena con la que se encontró. Un par de muchachos probablemente cursando el último semestre de preparatoria, habían rodeado a la chica jalando su mochila para evitar que escapara. Lucían como pandilleros, eran varios centímetros más altos que él, y parecían ser fuertes, sin embargo esto no intimidó en absoluto a Inosuke; cuando vio que uno de ellos sacó una navaja salió corriendo a toda velocidad impactando una patada en el aire contra el rostro del mayor, el compañero del delincuente adolescente no tardó mucho en reaccionar y lanzó unos cuentos puñetazos al azar, los cuales el ojiverde esquivó con facilidad y aprovechó para darle un fuerte puñetazo en las costillas sacándole el aire en el acto.
—¡Es divertido moler a golpes a un objetivo grande! —exclamó con una sobrisa amplia y triunfadora—. ¡Pónganse de pie! ¡¿Eso es todo lo que tienen?! ¡Venga, es hora de seguir peleando! —dijo al ver como los vándalos se retorcian intentando huir del lugar, Inosuke podría no aparentar gran fuerza usando ese uniforme escolar desabrochado, pero sus golpes eran increíblemente fuertes a la par que poseía excepcionales habilidades de combate en general.
Inosuke dejó salir una carcajada ruidosa al ver como sus oponentes se tambaleaban torpemente por la calle por donde llegaron. Después de tremenda paliza esos sujetos jamás se volverían a aparecer por esa zona, y más les valía, ya que Inosuke estaría al asecho por si algo más pasaba. Estaba por hacer otro comentario burlezco cuando recordó la de su compañera de clase. Sus ojos estaban llorosos, probablemente había empezado a llorar al inicio del atraco, pero a la vez tenía una tímida sonrisa en sus labios, veía directamente a los ojos de Inosuke.
—Muchas gracias, Inosuke —habló la chica, en su rostro de por la ver claramente lo agradecida que se sentía.
—... —estuvo unos segundos en silencio analizando lo que estaba pasando—.¡¿AH?! ¡Con razon no hablabas! —dijo en voz alta apuntándola con un gesto acusador. La chica sólo ladeó la cabeza confundida—. ¡Eres una bruja!
—¿Ah...?
—¡Entiendo todo! Hechizas a las personas con un encanto cuando escuchan tu voz. ¡Joder! ¡Espera a que Gonpachiro sepa de esto!
Y sin más Inosuke salió corriendo velozmente en dirección a la casa de Tanjirō.
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