¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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Según las palabras de los dos pequeños, (TN) siempre cuidaba de ellos cuando sus padres estaban ocupados. Ella seguía pensando en que llevarlos a una estación de policía podría ser lo mejor, pero los niños estaban muy seguros de sus palabras, por otro lado, la joven estaba cada vez más confundida y distraída por este hecho. "¿A dónde habían ido los gemelos Miya que ella conocía? ¿Qué fue lo que pasó?" Eran las preguntas en inundaban su mente todo el rato mientras trataba de cuidar de los hermanos de la manera más normal y buena que le era posible.
Sin embargo, su desempeño se vio altamente afectado durante el entrenamiento de su equipo. Si bien ella no tenía que entrenar como los jugadores, debía estar al pendiente de otras cosas como darles botellas de agua, los balones, hacer apuntes de su desempeño, y lo más importante, establecer de manera formal la fecha para un partido contra Nekoma.
Todo esto fue más evidente cuando un balón errado la golpeó en la cien. No era común que sus compañeros más experimentados fallaran un balón así, y las veces que llegaba a suceder ella sabía cómo esquivarlos, pero los accidentes pasan y siempre hay una primera vez para todo. Suna se disculpó desde el otro lado del gimnasio ya que había sido culpa suya, Riseki se fue a ver si su mánager necesitaba alguna atención, pues era el más cercano al acciedente. Estiró los brazos como si quiesiera tocarla para confortarla, le ofreció una toalla de mediano tamaño mojada por si quería ponérsela para mitigar el dolor. La muchacha le dedicó una sonrisa amable, aceptando la toalla, y después se sentó un rato en el suelo para dejar de sentirse atarantada.
Esta podía parecer una acción amable o caballerosa por parte de Riseki, pero los dos pequeños no lo tomaron así. Ambos lo miraban con cólera, como si quisieran encajarle dagas con sus ojos; para ellos dos eso fue demasiado amable, a tal punto que podría confundirse con coqueteo, o ese era el razonamiento de los gemelos. Suna tampoco se salvaba de sus miradas fulminantes, pues era el que le había hecho daño a su querida "niñera" en primer lugar.
Al llegar al entrenamiento (TN) había llevado a los chicos consigo como de "costumbre", esperó que los chicos del equipo le preguntaran qué hacía con esos dos niños a su cuidado, pero esto no pasó, los vieron como si fuera lo más normal del mundo, incluso los saludaron por sus nombres para sorpresa de la chica. Cada vez estaba más y más confundida, no sabía si debía llevarlos con su familia aunque los chiquillos decían que ellos siempre llamaban cuando los iban a recoger. Simplemente decidió ir con la corriente por el momento, luego se encargaría de investigar qué estaba pasando o de hacerse un chequeo médico y psiquiátrico por si se estaba volviendo loca.
—Samu —le llamó su hermano aún mirando a sus objetivos, el gemelo sabía perfectamente lo que quería decir.
—Lo tengo —Osamu le hizo entrega de forma muy sutil de un frasco plano que contenía algo muy peculiar.
